MÉXICO -- A pesar que las artes marciales mixtas han experimentado un crecimiento impresionante en las últimas dos décadas, están lejos de ser un deporte nuevo y acompaña al hombre desde tiempos inmemoriales.
En la época de los romanos, los gladiadores luchaban por sus vidas con los puños, con arcaicas pero efectivas técnicas de combate empleadas en la guerra.
A mediados del siglo XIX, se comenzó a experimentar con peleas entre boxeadores y peleadores de kick boxing, savate, muay thai y sambo, más tarde se inventó en Brasil el Vale Tudo, a principios del siglo XX, lo que sentó las bases para lo que ahora conocemos como artes marciales mixtas.
No fue hasta la década de 1990 que UFC apareció en el panorama al organizar su primer evento en noviembre de 1993, con un formato de eliminatoria directa en donde el ganador avanzaba hasta llegar a una final para decidir al campeón (Royce Gracie en esa ocasión).
UFC le dio mayor formalidad al deporte y si bien era un espectáculo atractivo, faltaba una figura que se convirtiera en el rostro de la empresa, a pesar de tener entre sus filas a Gracie, Chuck Liddell, Randy Couture y Ken Shamrock.
A mediados de la década del 2000, figuras como Georges St. Pierre, Anderson Silva y Brock Lesnar se colocaron entre los favoritos del público, pero tampoco lograron una explosión mediática a pesar de comenzar a recaudar grandes bolsas en sus eventos.
Pero, ¿por qué es necesaria esta pequeña reseña histórica? Es para dimensionar el tamaño de la figura que da origen a esta pieza.
En 2011 surgió la figura que cambió el mundo de las artes marciales mixtas como lo conocemos ahora con el debut de la ex medallista de bronce en judo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Ronda Rousey, quien llegó al UFC como parte del paquete de peleadores bajo contrato con Strikeforce, empresa que fue adquirida por Zuffa LLC, propietaria también de UFC.
Rousey llegó al UFC con un récord perfecto 6-0 y con el título de peso Gallo en su poder tras arrebatarle el cinturón a Miesha Tate por sumisión.
No obstante, Rousey no se sintió campeona de UFC luego de ser nombrada como tal por la empresa, así que esperó hasta su primer combate para sentir que había ganado el título.
La primera pelea de Rousey dentro del octágono fue contra Liz Carmouche, donde revalidó el título de peso Gallo que le fue respetado con el cambio de Strikeforce a UFC.
"Tendría que decir que mi [logro] favorito es ser la primera campeona en la historia del UFC", declaró Rousey durante una entrevista con FOX Sports. "Creo que ser la primera mujer campeona del UFC es lo que más trabajo me ha costado.
"Diría que ser la primera mujer norteamericana en ganar una medalla olímpica en judo, pero eso es sólo un logro técnico porque hubo mujeres medallistas olímpicas de judo en 1988, pero el judo no era un deporte totalmente reconocido para mujeres en los Juegos Olímpicos todavía".
Sin embargo, el campeonato de Rousey en UFC transformó el deporte para siempre.
La llegada de "Rowdy" al UFC significó abrir la puerta de la empresa a las mujeres, algo que parecía imposible debido a la violencia y el contacto en el deporte, rompiendo de paso con los estereotipos acerca de la sexualidad de las atletas al convertirse en modelo y actriz, algo que logró previamente Gina Carano, pero que eventualmente tuvo que retirarse al no poder compaginar ambas carreras.
Rousey se volvió un fenómeno mediático para el UFC, las arenas se llenaban para verla pelear y los aficionados, tanto hombres como mujeres, la convirtieron en la octava atleta más buscada en Google en 2015.
También, Rousey se convirtió en la primera estrella de las artes marciales mixtas en aparecer en la portada de la prestigiosa revista Ring Magazine en enero de 2016, y apenas la segunda mujer en lograrlo en los 94 años de historia de la publicación, uniéndose a Cathy "Cat" Davis, quien lo hizo en 1978 tras convertirse en una sensación en el mundo del boxeo.
Entre los múltiples logros de Rousey se encuentran haberse convertido en la primera mujer en la historia del UFC en encabezar una función estelar no una, sino dos veces; además, ha sido responsable de generar ganancias cercanas a los 5 millones de dólares por ventas de pague por ver en sus siete apariciones en el octágono, hasta ahora.
En total, Rousey ha ayudado al UFC a recaudar 4.995 millones en ventas de pague por ver, 2 millones en eventos encabezado por ella, UFC 190 vs. Tate, y UFC 193 vs. Holly Holm.
Durante su pelea ante Holm, UFC estableció una marca histórica de asistencia al contabilizar 56 mil 214 personas en el Etihad Stadium de Melbourne, Australia, superando la cifra anterior de 55 mil 724 al Rogers Centre de Toronto, Canadá, en UFC 129 (St. Pierre vs. Jake Shields).
De acuerdo a Forbes, Rousey fue la octava atleta femenina mejor pagada del mundo en 2015 con ganancias de 6.5 millones, entre salario (3 millones) y patrocinios, destacando la portada del videojuego UFC 2 de EA Sports, que salió a la venta en marzo del 2016.
También, Rousey fue la primera atleta femenina en ser invitada a conducir el noticiero deportivo "SportsCenter" en ESPN.
Desafortunadamente para Rousey, el camino no ha sido perfecto, luego de sufrir una sorpresiva derrota por nocaut en noviembre de 2015 frente a Holm quien, después de castigar con contragolpes el rostro de Rowdy en el primer asalto, acabó la pelea con una patada a la cabeza para poner fin a su reinado.
Rousey no ha peleado desde entonces y aunque el presidente del UFC, Dana White, ha señalado que disputará el título cuando esté lista para combatir, su futuro en las artes marciales mixtas luce incierto.
La única certeza, sin embargo, es que sin Rousey en el octágono, las artes marciales mixtas tienen un gran hueco que han tratado de llenar con la figura del irlandés Conor "The Notorious" McGregor, entre otros.
No es descabellado pensar que en cuanto Rousey anuncie su regreso, UFC tendrá asegurada otra función que supere el millón de dólares en ventas de pague por ver, cifra que la colocará como una de las figuras más rentables en el deporte en general.
Muy pocos deportistas pueden presumir los logros de Rousey, cambiar la cara de un deporte en crecimiento y abrir las puertas a las mujeres a un terreno inexplorado hasta su llegada, por ello merece ser reconocida como la atleta que más influencia e importancia ha tenido en el mundo deportivo.
La historia de las artes marciales mixtas continúa escribiéndose sobre las bases que construyó Rousey con sudor y sangre.