MÉXICO -- Ambiente hostil, miles de aficionados abucheando mientras camina al cuadrilátero y las banderas ondean. Los mismos fanáticos le piden que lo golpee y lo finalice; los chiflidos no cesan. Se apagan las luces y al final de un túnel se prende otra fluorescente blanca, mientras sale humo. El ambiente del público cambia, ahora se ponen a aplaudir y todos ovacionan al boxeador local cuando camina rumbo al ring.
Esa es la película escrita y dirigida por Sylvester Stallone, cuando su personaje Rocky va a Rusia a enfrentar Iván Drago, púgil local. El filme salió en las pantallas en 1985 y 30 años después hay quien cree que ese ambiente puede repetirse, ahora en la Ciudad de México.
"Espero que sea como Rocky IV, cuando Rocky va a Rusia y todos lo están abucheando y todos están como en Brasil, diciendo ‘tú vas a morir’, pero al final, cuando la derrote, me amarán tanto como a ella porque vine y puse mi corazón y di una buena pelea. Creo que eso al final es lo que importa", compartió Heather Jo Clark, oponente de Alexa Grasso el 5 de noviembre en la Ciudad de México.
A sus 35 años, Jo Clark visitó por segunda vez la capital de México para promocionar su combate contra la jalisciense Grasso, que hará su debut en el UFC a los 23 años. "Sacaré sus mejores armas y las usaré contra ella. También sacaré sus debilidades y las explotaré", afirmó Heather.
Alexa tiene ocho combates profesionales en las artes marciales mixtas y su contrato con UFC llegó después de varias lesiones y una victoria contundente el 29 de julio del 2016. Tuvo la oportunidad de contender por el cinturón de Invicta FC, pero las lesiones la marginaron durante un año y cinco meses.
Tras su última pelea, los médicos le dieron una semana de descanso y luego volvió a entrenar a Lobo Gym, en Guadalajara, Jalisco.
"Me siento muy fuerte, me siento con más técnica, más rápida. Me siento muy, muy emocionada de pelear aquí", describió con notoria emoción Grasso, quien firmó con la promoción en lugar de contender por el campeonato de Invicta, porque quería pelear en México.
"Es una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Entre todos decidimos que era una buena opción y que la íbamos a tomar [firmar con UFC]", contó.
Durante su primera experiencia con la prensa como peleadora de UFC, su padre, Luis Grasso, estuvo en todo momento al lado de ella y aprovechó para lanzar una advertencia: "A la empresa le esperan muchas personas con ella, es una persona muy dedicada", apuntó.