La lógica indicaba que Fabricio Werdum iba a demoler a Travis Browne, que hace más de un mes fue noqueado por Cain Velasquez en el primer asalto, mismo al que Werdum le había quitado el cinturón de peso completo, pero la lógica falló.
Fabricio comenzó intensamente el combate con una patada voladora que conectó al rostro de Browne, luego un volado de derecha entró en la oreja de Travis, pero este se quejó de un dedo de la mano derecha y que no pudo soltarlo en la contienda.
Lo más relevante se dio cuando el referee no paró la pelea, mientras Travis se quejaba de su dedo y ahí metió un izquierdazo que impactó el rostro de Browne. Después se lo arreglaron, pero al parecer se rompió.
Faltando un minuto, Werdum conectó un cruzado de derecha en la quijada de su oponente que lo mandó a la lona, impactó más golpes en la lona pero no pudo finalizarlo.
Los siguientes dos asaltos se tornaron aburridos y con el público abucheando por el poco intercambio. Ese Fabricio que se había visto contra Hunt y Velásquez nunca llegó a Cleveland.
Al final, Werdum se llevó la decisión unánime pero con una actuación poco convincente.
También, las esquinas de cada peleador se enfrascaron en una gresca que no pasó a mayores.