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Ronda Rousey y su razón para volver al octágono

Ronda se encuentra frente a un cuestionamiento, ¿por qué debe volver al octágono? Eric Williams for ESPN

Antes de que Ronda Rousey pueda retornar al Octágono, tuvo que responder una sencilla pregunta: ¿Por qué debería hacerlo? Ramona Shelburne, ESPNW.com La cabaña está unas dos horas a las afueras de Los Ángeles. Las instrucciones llegan en forma de captura de pantalla -- el servicio de telefonía celular es intermitente allá arriba, así que es mejor tener un respaldo.

Ronda Rousey está muy abrigada cuando abre la puerta. Ella sabe lo que esto significa. Está rota, ¿no es así? Se ha estado escondiendo en un sótano desde su sorprendente derrota ante Holly Holm en noviembre de 2015. Quebrada en un millón de pedazos. Escuchando a Adele y silbando en la oscuridad. Sonríe. A veces, es divertido alimentar este sentimiento.

"Es como si estuviera haciendo la versión femenina de dejarse crecer la barba y vivir en una cueva, ¿sabes?”, dice Rousey. "¿Recuerdas cuando Batman se retiró a ese lugar ninja y, después de un tiempo, ves que se ha dejado la barba? Mi versión femenina de dejarme crecer la barba fue dejar que los reflejos de mi cabello crecieran hasta desaparecer y cambiar mi número”.

Pero ésta no es una cabaña remota al final de un camino de tierra lleno de curvas. Ésta es una pequeña comunidad montañesa. Sus vecinos saben quién es ella y lo que está haciendo, pero no la molestan.

En esa fría mañana de noviembre, Rousey vestía una sudadera con capucha y botas Ugg para la corta caminata desde la cabaña hasta el garaje separado que su entrenador desde hace muchos años, Edmon Tarverdyan, ha transformado en un dojo. Seis días por semana, dos veces por día, Rousey hace este trayecto para entrenarse para su pelea de retorno contra Amanda Nunes el 30 de diciembre.

A veces, interrumpe su caminata para detenerse en un pequeño gallinero.

"Las gallinas no necesitan que yo las entretenga", dice.

Es una broma. O algo parecido. Porque, caray, ella realmente gastó demasiada energía tratando de dar un espectáculo la última vez.

Antes de eso, cuando todavía estaba invicta, podía pasar horas y horas pensando en todas las cosas que se esperaba que hiciera para tener éxito: Promocionar la pelea, construir la división femenina de la UFC, tomarse fotografías con fanáticos, posar en la alfombra roja. Twitter, Facebook, Instagram. Entretener. Podía dar vueltas toda la noche hasta que el reloj despertador sonara demasiado temprano.

Ahora ella se despierta cuando el sol ilumina la habitación trasera de la cabaña.

"Esa derrota me salvó de transformarme en lo que odio", afirma. "Una de esas personas que vive su vida para impresionar a todos los demás. Que arma una fachada para que el mundo la admire. Que se asegura de que todo acto de beneficencia sea publicado y compartido para mejorar su propia imagen. Que adopta posturas y poses ante personas que no le importan nada excepto por la opinión que puedan tener de ellas”.

Este año, el espacio que ella ha creado para sí misma tiene un solo propósito.

"Estoy recuperando mi vida", dice ella.

ELLA SIEMPRE ACOSTUMBRABA a pasar unas pocas semanas en las montañas durante su período de entrenamiento. Fue el plan el año último antes de la pelea con Holm, cuando ella y Tarverdyan programaron su típica rutina de dos meses de preparación hacia el combate.

Pero entonces, la pelea de enero de 2016 fue adelantada a noviembre de 2015, después de que la principal atracción de UFC 193, Robbie Lawler, se lesionó el pulgar. Dana White, presidente de UFC, necesitaba a alguien con suficiente poder de atracción para reemplazarlo en un evento que se transformó en el de mayor espectadores presentes en una pelea de UFC de toda la historia. Las 55,000 butacas del Etihad Stadium de Melbourne, Australia, estaban repletas.

El cambio de programación significó que Rousey y Tarverdyan tenían apenas 44 días para prepararse. Esto obligaba a renunciar a la cabaña. Pero Rousey igual aceptó porque le pareció que negarse era como admitir que no era capaz de hacerlo.

"La actitud de Ronda era básicamente, ¿'Qué hace falta? Yo lo tengo', " dice White. "'Y si alguna otra persona descarta algo más, también puedo hacer lo que se suponía debían hacer ellos.’”

"Estaba tratando de mantener contentas a demasiadas personas", dice, ahora, Rousey. "Pero cuando me esfuerzo por hacer favores y poner a todos contentos, al final del día, ellos se van felices y yo soy la que se queda con la depresión. Todos los espectadores de Pago Por Evento, todo el dinero del mundo, no significan nada porque perdí”.

Ronda ha tenido un año para pensar sobre todas las cosas que salieron mal en esa derrota. Recuerda lo débil y deshidratado que se sentía su cuerpo por una sacrificada reducción de peso. Después, Tarverdyan solicitó a médicos que analizar los elementos químicos de su cuerpo con muestras de sangre y cabello. Sus niveles de cortisol estaban fuera de los límites aceptables. Pero todos esos datos son evidencias de una sencilla verdad que, ahora, parece obvia en retrospectiva.

Ella simplemente debió decir: "No”.

Rousey todavía llora algunas veces cuando revive detalles de la pelea. Es doloroso y embarazoso. Pero ella es la que sigue diciendo sí a todo. Ella se permitió sentirse vulnerable al llegar a la pelea y Holm se lo hizo pagar. Rousey tiene que aceptar eso.

Es fácil volver a caer en esa espiral de vergüenza, pero eso ya no es productivo. Ahora, Ronda debe entrenarse y sentirse fuerte otra vez. Para recordar por qué pelea. Ésa era la idea de llegar a esta cabaña. Señalar una línea en lo físico es esencial para alguien que ha tenido problemas para imponerse límites a sí misma.

La otra noche, por ejemplo, Ronda pintó una escena donde había pinos en la cima de una montaña nevada. Los árboles en el centro de la montaña proyectan una larga sombra. Casi el doble de la altura de los mismos árboles. Podría considerarse como una expresión artística del peso que ha estado soportando todo el año. Sombras largas, árboles caídos, perspectiva distorsionada. "No", dice ella. "Es pintura por números. Voy a pintar más árboles sobre la ladera de la montaña. Cuando termine, se va a ver distinto”.

HACE FRÍO EN el dojo cuando ella entra. Rousey hace estiramientos mientras un calentador de ambiente hace más agradable la temperatura de la habitación.

"Mantén la puerta cerrada" le dice a Tarverdyan cuando éste entra. "No dejes que el calor se vaya”.

Rousey desliza sus piernas hacia arriba y abajo sobre un rodillo de espuma, para aflojar la rigidez de sus ligamentos y cuádriceps. Luego, toma una larga vara de madera y la pone a girar a lo largo de una serie de poses que parecen una secuencia de acción de una película de Bruce Lee.

"Esa derrota me salvó de transformarme en lo que odio. Estoy recuperando mi vida. Estaba tratando de mantener contentas a demasiadas personas" Ronda Rousey

El pasado verano, se sometió a una cirugía para mejorar el estado de su rodilla. Ahora puede lanzar patadas y descargar el peso sobre su pierna cuando retrocede.

Pero está mejor. No curada del todo. "Mi ligamento cruzado ya no está. Mi cartílago no está", dice ella. "Hace un tiempo que no está. Ni siquiera sé cuándo desapareció”.

Hace un año, hubiera resultado chocante escucharla hablar de esta manera. Pero ella ya no simula que las cosas están bien cuando en realidad no lo están.

Tarverdyan se acerca para comenzar a vendarle las manos. Ha hecho esto cientos de veces durante los últimos años. Cada tramo de cinta y venda tiene un mensaje escrito y después del entrenamiento, ella los estrujará en una bola. Si estuvieran en el gimnasio de su casa en LA, ella arrojaría la bola sobre la pared de la jaula del Octágono. Una pequeña diversión para romper la monotonía del entrenamiento.

Hay cientos de bolas, de cinta y venda de los últimos años. Muchos dicen, "Retírate invicta". Durante este entrenamiento, ella está escribiendo un nuevo eslogan en sus vendas usadas. "FTA”, que en español quiere decir “Jód… todos”.

Eso incluye a las rivales que tratan de hacerse publicidad en los medios retándola a falsas peleas en redes sociales. A todos los que ovacionaron su derrota. "Fanáticos" que prometen que no marcarán su ubicación en las fotografías, pero violan el voto de confianza tan pronto ella desaparece de su vista. "Estoy siendo marcada y perseguida como un rinoceronte", dice ella.

Pero su mamá, una ex judoca, le recuerda una y otra vez que su motivación no puede limitarse a un “Jód… todos”.

“No es una buena razón para pelear", le dijo su madre, AnnMaria De Mars. "Creo que es estúpido”.

De Mars nunca tuvo miedo de desafiar a su hija. Esta vez, su mensaje a Ronda fue simple: "Necesitas tener algo por qué luchar”.

TARVERDYAN REVUELVE la caja de fotografías que trajo para colocar en las paredes desnudas del dojo. Las imágenes se remontan al comienzo de su relación. A la época en que Rousey conducía un viejo Honda Accord dorado con una ventanilla rota, asientos con manchas de transpiración y paquetes de salsa Tabasco verde que ella se guardaba en los restaurantes de comida rápida para agregarle a cualquier comida barata e insípida que tuviera en casa. Durante una época, casi vivió en ese coche, conduciendo por todo LA a sórdidas reuniones de camareras que encontraba en Craiglist, dando clases de judo por $50 dólares la hora, anotándose en clases de Pilates en distintos locales —“porque la primera clase siempre es gratis”— y rezando para no verse obligada a elegir entre comprar comida para perros o pagar una multa de estacionamiento.

"El ajetreo de chica en bancarrota era real”, se burla Rousey. Encuentra confort cuando vuelve a esos recuerdos, entre una sesión de entrenamiento y la siguiente, en la tarde a la noche, mientras come los pinchos de carne que Tarverdyan asa sobre la llama viva. La primera pelea de Ronda en UFC ocurrió hace menos de cuatro años y, entonces, ella entró a la jaula para sobrevivir. Fue la misma Rousey la que empujó a White a agregar una división femenina a la UFC, así que si su primera pelea contra Liz Carmouche no se vendía bien, no habría una segunda. Ni para ella ni para ninguna más.

Tarverdyan encuentra una fotografía de su triunfo sobre Alexis Davis en julio de 2014. “Dios, ése fue el momento en que mi nudillo explotó", dice Rousey de la herida que más tarde requirió nueve puntos. "La única razón por la que no tengo fotografías de ese momento es que no quería que mi mamá se enterara”.

A continuación, él encuentra una fotografía de Ronda castigando el brazo de Sarah Kaufman en 2012, incluso antes de unirse a UFC. Fue poco después de esa pelea con Kaufman que ella conoció a su entrenador de jiujitsu, Jason Manly. Manly no había visto mucho a Rousey en los últimos años, pero se unió a su equipo y no pasó mucho tiempo para que encontraran un ritmo común.

"Probablemente, ella me ha castigado en el brazo unas 200 veces y nunca repitió una toma", dice Manly cuando comienzan la sesión del día. "No puedes prepararte para ello porque las transiciones de ella son siempre diferentes”.

Rousey sonríe. "También se debe a que él no se deja engañar por la misma m--- dos veces. Me obliga a ser creativa”.

Hablan en su propio idioma durante el entrenamiento, refiriéndose al juego de pies y posicionamiento de la cabeza como un compositor de canciones se obsesionaría con los acordes y las letras. Manly la arrincona, Ronda se escapa. Ahora es más veloz que antes. Y también más liviana. Ella ha estado pesando 140-145 libras en esta etapa de entrenamiento, casi 10 libras menos que las que tenía en el entrenamiento previo a la pelea con Holm.

Manly la alienta a que lo derribe, Rousey se agacha y se apoya para lanzarlo por arriba de su cadera, aunque él pesa unas 30 libras más que ella. En un punto, la conversación se interrumpe y la pelea se transforma en real, los cuerpos se convierten en armas, guiados por el instinto y la concentración.

Rousey está trabajando en luchar contra el costado de la jaula, así que ella lo sujeta de manera que anula la ventaja del tamaño y fuerza que él posee. Finalmente, él se escapa pero ella lo golpea accidentalmente en la boca con su codo durante el forcejeo.

“Lo lamento", dice ella. "Lo lamento, lo lamento, lo lamento, ¿estás bien?”, pregunta.

Manly se agarra la mandíbula. Se ve que sintió el golpe. "Está bien. Estoy aquí para eso”.

Él se acerca a su maleta para tomar un protector bucal. "Así te sentirás mejor", le dice a ella con una sonrisa.

Después de casi una hora, ambos están agotados. Manly no deja de transpirar y está empapado. Rousey está haciendo estiramientos nuevamente, esta vez para irse relajando.

"¿Cómo te sientes?”, le pregunta él.

"Como una ninja," contesta ella.

ROUSEY SE QUEDA y hace Pilates durante un rato antes de que el sudor se seque y sufra un enfriamiento. Éste es uno de sus rituales. Después de la derrota ante Holm, Pilates fue el primer ejercicio que ella se animó a hacer. "Yo sola en el garaje, sola y llorando, haciendo Pilates”, bromea. "Linda época”.

Un día su agente, Brad Slater, fue hasta su casa y se sentó con ella, en la oscuridad, y le dijo que Saturday Night Live quería que ella fuera la conductora. "Todavía estaba con los pantalones de la sudadera puestos" dice Slater. "Pero levantó la cabeza, me miró a los ojos y dijo, 'Me apunto’.”

El show de televisión le dio una meta en la cual enfocarse y le recordó que no necesitaba volver a pelear para tener oportunidades fuera de la jaula. Hollywood ya se había acercado, para ofrecerle una remake de Road House -- que, a pesar de informes que dicen lo contrario, según Rousey, "no está yendo a ninguna parte"-- y un papel clave en una película de Peter Berg llamada Mile 22 (Milla 22). Ella tenía opciones.

Y entonces Rousey se enfrentó a una pregunta: Si ella no necesitaba volver a pelear, por qué preocuparse?

No necesita el dinero. De todas maneras, sus gustos nunca fueron extravagantes. Una noche divertida para ella es quedarse en casa con su novio, Travis Browne, y jugar a World of Warcraft (Mundo de Guerras) o revisando la página de "Today I Learned" (Hoy aprendí) en Reddit.

"Si el dinero es la motivación, entonces jód… ustedes", dice Rousey. "Todas estas personas que usan el apodo Money (dinero), Money [Floyd] Mayweather, Money [Conor] McGregor. Me doy cuenta de que están intentando vender una imagen o algo así. Y el público lo compra.

La adoración del dinero en nuestra sociedad es tan profunda. Pero justamente porque ésa es la manera más fácil de llamar la atención de la gente o de entretenerla no quiere decir que sea la manera correcta de hacerlo.

Desde luego, Rousey todavía está haciendo cosas que le aportan dinero. Va a pelear otra vez. Al principio del período de entrenamiento, se tomó un día libre para hacer una sesión de fotos para Pantene, que lanzó una campaña centrada en ella, denominada "Fortaleza es Belleza". El otro día ella decidió vender camisas #FearTheReturn (TemeElRetorno) a los fanáticos que querían brindarle su apoyo, con parte de los beneficios de la campaña destinados a una organización de rescate de animales y a un refugio para mujeres.

Pero ella hace estas cosas porque lo desea.

"Hubo una época en que no tenía dinero y no fue el fin del mundo" afirma. El futuro con el que sueña no requiere mucho, tampoco: una casa en Idaho o Alaska, llena de niños, y abrir un santuario para animales. "Todo lo que necesito es estar con Travis y tener nuestra pequeña casita en el bosque, haciendo bebés y muñecos de nieve, y estaré bien. Realmente, soy buena”.

Seguro. Puede ser.

Pero la vida no sería tan sensacional si llevara sus dudas a Idaho o Alaska. ¿Y la mujer más mala del planeta retirándose después de una derrota? Eso nunca iba a pasar.

"Un peleador no contempla la palabra retiro en su vocabulario", dice Tarverdyan. "Esa palabra significa que tienes que pelear con todo y con todos”.

La verdad es que ella estuvo avergonzada por la derrota. Ella sabía lo que las personas estaban diciendo -- Miesha Tate diciendo que era "una mujer quebrada" y preguntándose "si alguna vez volvería a ser la misma". El padre de Holly Holm, Roger Holm, dijo que ella estaba "muerta de miedo". Cris "Cyborg" Justino comenzó a desafiarla implacablemente por Twitter.

Rousey se rehúsa a dar oxígeno a cualquiera de esas provocaciones. Pero incluso después que las voces se acallaron y el mundo siguió andando, se transformaron en una manifestación de su propia vergüenza. El odio que ella escucha y siente es realmente el orgullo herido que retumba en su cabeza.

¿Por qué arriesgarse entonces a otra derrota embarazosa?

"Quiero poder salir caminando con la cabeza bien en alto”, dice Rousey. "Es como un pintor observando su obra y sabiendo que todavía no está terminada. Uno podría dejarlo pasar. Hasta se podría vender esa pintura y ganar dinero. Pero siempre sabrías que nunca será tan buena como hubiera podido ser. No quiero que mi legado sea calificado como 'suficientemente bueno’”.

A PRINCIPIOS DE NOVIEMBRE, ella grabó un episodio del show 'Ellen', su primera aparición pública en unos meses. No es como si ella no hubiera aparecido públicamente --- ella había hecho un viaje con sus amigas en septiembre y viajó a Hawái con Browne en la primavera. Pero esos fueron viajes para ella. Esto era volverse a presentar en escena y exponerse nuevamente.

Es una elección consciente pararse frente a la cámara. En alguna medida, las celebridades contribuyen a sus caricaturas públicas. Ahora, Rousey está tratando de hacerlo en sus propios términos. Ejercer cierto control de modo de no ser arrastrada por la corriente nuevamente.

"Es con un fin", dice. " [Pero] siento ansiedad haciendo cosas como esa aunque sea con alguien tan dulce como Ellen”.

Mientras cuenta la historia, advierte que el agua en la pequeña cacerola que está usando para cocinar arroz está hirviendo. "¿Se supone que había que agregarle tanta agua?" le pregunta a Tarverdyan. Él es indiferente. Una de dos, o ella conseguirá hacerlo bien o tendrán que tirar el arroz. Otra vez.

Toma una taza y le agrega más agua. Ya parece papilla. Ella se encoge de hombros.

"Me pongo un poco nerviosa. No como antes de una pelea o algo parecido", dice "Estuve más nerviosa porque mis talones parecían ser muy grandes y no quería que pareciera que arrastraba los pies cuando caminaba. Después estuve nerviosa porque mis pezones se vieran a través de mi vestido. [Pero] es por un propósito. En general creo que suma a mi vida”.

Ahora, ése es el mantra.

"Concentrarme en la felicidad otra vez" dice ella. Ésa es la razón por la cual, aparte de Saturday Night Live, una de sus únicas apariciones de este año fue en un episodio de Drunk History. "Es mi serie favorita. Fue como, 'Este año solo quiero disfrutar de mi vida’”.

Dana White también quería lo mismo. Rousey es una de sus mejores amigas, dentro o fuera de la UFC. Pero White también tiene que atender un negocio con precedentes que debe tener en cuenta.

En abril de 2015, el deporte mereció titulares cuando otra de sus estrellas, McGregor, se rehusó a asistir a una conferencia de prensa. White respondió sacándolo del programa de UFC 200. Rousey observo cómo se desarrollaba esto desde lejos. Cuando ella se encontró con McGregor un mes después, en una grabación de un comercial de Bud Light en Las Vegas, lo llevó aparte y le brindó un consejo. "En lugar de tratar de manejar todo a la vez, a medida que se te presenta, simplemente trata de llegar a un acuerdo con antelación", le dijo.

Rousey hizo lo mismo cuando negoció sus condiciones para UFC 207. Ella limitaría su publicidad a unas pocas entrevistas de alto perfil con personas de su elección, un día de filmación en el gimnasio de Glendale y un enfrentamiento con Nunes en UFC 205, una pelea en la que McGregor sería figura principal en noviembre, en Nueva York.

Originalmente, White había intentado que Rousey peleara en ese evento. Era un hito especial para el deporte. ¡La ciudad de Nueva York! ¡El Madison Square Garden! White había estado tratando de conseguir la aprobación de peleas allí durante muchos años. Era el tipo de programa que exigía una figura principal destacada.

Cuando White hizo su propuesta, Rousey y Tarvedyan tuvieron que considerarla. Era el tipo de cosa que, antes de su derrota, ella nunca habría dejado pasar. Una gran pelea ... la compañía que la necesitaba ... White llamándola personalmente. Pero finalmente, Rousey declinó la oferta, diciendo que necesitaba más tiempo para estar absolutamente recuperada de la cirugía de su rodilla.

"Todos saben cómo me siento acerca de Ronda," dice White. "Ella trabajó más duro que nadie durante años y necesitaba un descanso. Ahora que sé que volverá, prefiero dejar que lo haga en sus propios términos”.

Ahora todo lo que le importa a Rousey es hacer lo que le brinde la mejor oportunidad de ganar su próxima pelea. Así que ella le dijo que no a White y en cambio, McGregor derrotó a Eddie Álvarez para reclamar su campeonato de peso liviano.

"Conor me dió la oportunidad de descansar, me quitó un peso de la espalda y le estoy agradecida", afirma. "Nunca volveré a arriesgar mi cuerpo por dinero y apariencias. Lo que me hace feliz es ganar y ser la mejor del mundo y eso es todo. J--- toda la promoción y energía gastadas en cualquier otra cosa que no sea mis victorias. Y quien trate de decirme que les debo energía durante mi entrenamiento por 'lealtad' o 'amistad' no merece lealtad de mi parte y no es mi amigo.

"Estos no son momentos para jód… dos favores. Este es un momento de redención y venganza”.

EN LA NOCHE ELLA tiene que usar la activar la linterna de su iPhone para caminar hasta el dojo. Hace más frío que en la mañana, así que ella hace un calentamiento más rápido boxeando con la sombra. Tarverdyan se acerca para volver a vendar sus manos. Esta noche ejercitan técnica y rapidez. Juego de pies, movimiento de cabeza, equilibrio. Manly observa mientras ejecutan las rutinas, ésta no es su área de especialización, así que está tratando de aprender.

La idea es dar pasos alrededor de un área cuadrada, lanzando un golpe en cada vuelta, sin levantarse de una guardia baja, amplia.

Manly trata de copiar los movimientos. La sensación es totalmente antinatural.

"Vaya, es como si yo nunca hubiese sido un atleta" dice él. "Esto es muy duro”.

Rousey demuestra otra vez el juego de pies. Manly trata de imitar el movimiento sin perder el equilibrio.

"La primera vez que Ronda hizo esta rutina", le dice Tarverdyan, "no la dejé lanzar más que jabs directos”.

Ahora, en cambio, tiene que dejarla lanzar. Se pone un chaleco acolchado para que Rousey pueda golpearlo durante un rato. Es importante para ella volver a golpear y recibir golpes. El entrenador se convierte de alguna manera en un jockey, buscando el momento más adecuado para dejar que el caballo corra libremente.

En agosto, él le dijo que entrara a la jaula con uno de sus luchadores armenios. "Ella demostró un gran corazón y mucho espíritu otra vez", dice Tarverdyan. "Cuando ella me demostró eso, supe que estábamos listos para seguir”.

El mes pasado, él hizo venir en un vuelo a la boxeadora olímpica Mikaela Mayer para que fuera "sparring" por una semana. Solo boxeo --nada de judo o lucha o jiujitsu--. Se vio exactamente como sus antecedentes lo sugerían: Mayer se mantuvo alejada, tratando de sumar puntos sin ser atrapada. Rousey trató de cerrar espacios, donde ella es más fuerte y luego tuvo que dejar su instinto de lado para derribar a Mayer.

Aunque a veces se sintiera muy frustrada, fue beneficioso practicar con la paciencia. Holm se aprovechó de su instinto de cerrar espacios. Sería tonto pensar que Nunes no va a intentar hacer lo mismo.

Los apostadores de Vegas tienen a Rousey como leve favorita. Nadie ha podido defender con éxito el cinturón en el año que Rousey lo perdió. Holm perdió contra Miesha Tate, que luego perdió con Nunes. Si Rousey gana nuevamente el cinturón, ella dice que quiere otra oportunidad frente a Holm.

Para poner las cosas en su lugar, o al menos intentarlo.

"Quiero poder salir caminando con la cabeza bien en alto. No quiero que mi legado sea calificado como 'suficientemente bueno'" Ronda Rousey

UNA VEZ CADA CIERTO TIEMPO, Rousey o sus entrenadores ponen una nueva cita en los paneles de madera sobre las colchonetas del dojo, junto a las fotografías que colgó Tarverdyan. Después de su sesión de entrenamiento, Manly se toma unos pocos minutos para considerar qué es lo que él desea que ella recuerde.

"Lo tengo", dice. "Esto es perfecto”.

Toma el marcador negro y se sube a un taburete: "DONDE QUIERA QUE VAYAS EN LA VIDA, TU MENTE ESTUVO AHÍ PRIMERO”.

La caligrafía de Tarverdyan es menos llamativa y muy prolija. En un rincón del cuarto, él escribió, "Se necesita un poco de oscuridad para ver las estrellas”.

Las citas de Rousey son afirmaciones y declaraciones más cortas en mayúsculas: "FTA" (Jód... todos) justo al lado de la puerta. "EL ÉXITO ES LA MEJOR VENGANZA" en el centro del cuarto. "TERMINA LO QUE EMPEZASTE" en otro rincón.

"Ella me envió un mensaje de texto el otro día", dice De Mars, la madre de Rousey. “Dijo, ‘estoy haciendo esto para demostrar a todos los que creyeron en mí, a mi hermana menor, a mis sobrinas y mi sobrino, que no hay nada tan grande que uno no pueda superar. Nunca puedes caer tan bajo que no puedas levantarte’”.

Ahora es el momento de volver a la jaula.

"Todo lo que quiero es ganar esta jo...ida pelea”.