Primeramente, la Liga y la Asociación de Jugadores llegaron a un acuerdo para que estas series se jugaran al mejor de siete partidos, por primera vez desde que se utiliza este formato de cuatro rondas. En segundo lugar, por primera vez en mucho tiempo, un quinto clasificado que se enfrenta a un cuarto y no posee ventaja de cancha local al comienzo de la serie, sale ampliamente favorecido por la cátedra para triunfar en su duelo ante el mejor clasificado (tal es el caso de Los Angeles ante Minnesota).

Otra razón que hace esta vuelta de "playoffs" distinta a las que le han precedido en otros años, es la paridad que demuestran las series entre el primer clasificado y el octavo, tanto en la Conferencia del Oeste como en la del Este.

El llegar primero en cada Conferencia es tradicionalmente visto como un logro importante de cara a la postemporada, no solo porque le otorga a quienes lo logran ventaja de localía en todas las series hasta llegar a la Final (cuando dicha ventaja la tendrá el que haya quedado con mejor marca en toda la Liga), sino también porque le permite a estos equipos comenzar enfrentando al rival que teóricamente es el mas débil de su grupo; lo que prácticamente le garantiza al mejor equipo su pase a la segunda ronda.

Baste con señalar que, en todas las series de primera vuelta que se han celebrado hasta este año, el octavo clasificado ha derrotado al primero en sólo dos ocasiones.

Denver triunfó sobre Seattle en la primera vuelta de la temporada 1994; mientras New York hizo lo propio ante Miami en su enfrentamiento particular en 1999. En ambas ocasiones, el que triunfó lo hizo en un quinto y decisivo partido, en la cancha del rival; siendo sus victorias consideradas como grandes sorpresas por los entendidos.

Este no sería necesariamente el caso si uno ó ambos de los equipos clasificados en octavo lugar lograran vencer y eliminar a sus respectivos rivales este año. Ambas series lucen sumamente parejas y como para ratificarlo, los no favorecidos comenzaron ganando el primer partido de sus respectivas series, en las canchas de los contrarios, robándoles de paso, la ventaja de localía inmediatamente a los favoritos.

En el Oeste, los Phoenix Suns aprovecharon la poca puntería a distancia y desde la línea de libres de los San Antonio Spurs (lanzaron para 21% de 3 puntos y fallaron 15 de 41 desde la línea), junto con un triple sensacional de Stephon Marbury en el momento final del tiempo extra, para derrotarlos con anotación de 96 por 95. Para llegar a la prórroga, Phoenix había tenido que empatar con un triple del novato Amare Stoudemire, quien apenas logró encestar dos intentos desde esa área durante toda la temporada regular.

En el segundo partido, San Antonio pasó muchísimo trabajo para vencer a un equipo de Phoenix que apenas lanzó para un 37 % de campo, pero que logró irse al frente por 7 puntos, faltando poco más de 6 minutos del último cuarto. El partido llegó a sus momentos finales con posibilidades de ir para cualquier lado, ante la incredulidad de los aficionados de los Spurs y la deseperación del técnico Gregg Popovich.

No fue hasta que el argentino Manu Ginóbili encestó un triple faltando 1:03 que el equipo local pudo asegurar la victoria, la cual le permitió empatar la serie y respirar más tranquilos. El marcador final de 84 por 76 no refleja lo parejo que fue el encuentro.

Ahora la serie se mueve a Phoenix para los próximos dos partidos y los favoritos Spurs tienen varios puntos que solucionar si es que quieren eliminar a unos Suns que los vencieron en tres de cuatro juegos durante la serie regular. A Popovich y su grupo técnico les debe preocupar la impotencia de su equipo para frenar a Marbury, quien ha sido un verdadero verdugo para ellos durante toda la temporada.

También es para preocuparles la desaparición de su base Tony Parker, quien con cada partido que se enfrenta a Stephon pierde confianza y se achica aún más. Finalmente San Antonio debe ser capaz de contrarrestar la doble y triple marca que Phoenix le presenta a su estelar Tim Duncan con actuaciones más consistentes de sus perimetrales, a quienes los Suns están retando a disparar a distancia.

En el Este, los Detroit Pistons no sólo lograron la mejor marca en la Conferencia, sino que también dominaron en su enfrentamiento particular de temporada regular a los Orlando Magic, dos victorias a una. Esto no pareció afectarles a los octavos clasificados Magic, quienes tomaron por asalto el "Palacio" de Auburn Hills el pasado domingo y los derrotaron en el inicio de su serie, con marcador final de 99 por 94.

El partido se tornó sumamente disputado en el último minuto, cuando los Pistons se acercaron a un punto de diferencia; pero lo cierto es que Orlando dominó durante casi todo el encuentro y parecieron ser el equipo superior, a pesar de que un arbitraje desigual envió a sus rivales a la línea de libres en 47 ocasiones ante sólo 25 intentos de los visitantes.

Los Pistons no tuvieron respuestas para el estelar Tracy Mc Grady (43 puntos), ni para el novato Drew Gooden (18 puntos y 14 rebotes). Su ofensiva lució insegura ante los cambios defensivos que les presentó el técnico contrario, Glenn "Doc" Rivers y terminaron lanzando para un pésimo 32%. Orlando, que no se caracteriza por ser un buen equipo reboteador, los dominó en ese aspecto, 44 a 43 y en puntos en la llave, con un 32 a 22.

El segundo partido de esta serie es este próximo miércoles, 23 de abril y Detroit se ve obligado a ganar, porque de no hacerlo, estaría viajando a Orlando para dos partidos con la serie 0-2 en su contra y las posibilidades de que el Magic pudiera dar la "sorpresa" aumentarían considerablemente.