LOS ÁNGELES -- Lo que comenzó como una noche de celebración para Los Angeles Clippers acabó con James Harden y Houston Rockets amargándoles el show (109-105). Los angelinos estrenaban equipación y para hacer honor a su color, instaron a la afición a que acudiera al Staples Center vestidos de negro. La respuesta no fue mayoritaria pero sí significativa. Hasta un Chris Paul lesionado que alentó a los suyos desde la banca se dejó ver de riguroso oscuro. La iniciativa de los Clippers incluía espectáculo de luces y láser, la actuación en el medio tiempo de Rae Stremmund y vídeos creativos en la pantalla gigante.
Sin embargo, donde sobró creatividad fue en sobre la duela. Harden impuso su ley con la mayor marca anotadora de lo que va de temporada (46 puntos), no es casualidad que cuando al escolta le salen bien las cosas, a su equipo les sonríe la vida. Y es que en los tres primeros encuentros de la temporada (contados con derrotas) Harden no pasó de los 18 PPJ, mientras que en los cuatro siguientes (contados con victorias), llegó a los 38.5 PPJ.
"Todavía estamos empezando. Fue el séptimo partido y no vamos a jugar bien siempre. En lo que debemos apoyarnos es en la defensa. En estos últimos partidos en los que hemos jugado bien, la defensa ha logrado canastas fáciles en transición para nuestro ataque", afirmó Harden.
Ante los Clippers, Harden lideró a los texanos con la maestría que acostumbra. Los Rockets se sobrepusieron a 10 puntos de desventaja antes del descanso para acabar poniendo una marca insuperable en el cuarto periodo de tan solo cuatro unidades. De nada sirvieron las envestidas finales de unos Clippers negados en los rebotes defensivos durante el tramo final del último periodo. Regalaron demasiadas segundas jugadas y los fantasmas de la poca efectividad en los rebotes que tuvieron el año pasado volvieron a aparecer. Como salida del horno también planeó la remontada de la segunda ronda de playoffs de la campaña pasada donde los californianos llegaron a tener un 3-1 a favor ante Houston antes de dejar escapar la eliminatoria.
"Fue una gran victoria. Jugamos contra un gran equipo como los Clippers, que juegan con alineación de jugadores que juegan con pequeños. Debemos continuar jugando este tipo de básquetbol, juntos, confiando en cada uno de nosotros y haciendo jugadas para entre nosotros. Cuando hacemos eso, tenemos muchas opciones de ganar", declaró Dwight Howard (20 puntos y 20 rebotes).
Ni la enésima gran actuación de Blake Griffin (35 puntos y 11 rebotes), ni el buen movimiento de balón de los Clippers, tampoco los 'alley oops' capitalizados por DeAndre Jordan (11 puntos y 14 rebotes), ni siquiera el buen papel de una banca que superó a la de los Rockets pudo salvar los muebles. Tras un comienzo de temporada de 4-0, los pupilos de Doc Rivers acumulan dos derrotas al hilo.
A pesar de dominar la cita, a Harden se le cruzaron un par de cables cuando le hizo una falta en ataque a JJ Redick a falta de 49 segundos para el final del encuentro. Su equipo estaba tan solo tres puntos arriba (105-102), y en la siguiente jugada, Paul Pierce (seis puntos y ocho rebotes) puso las tablas con un triple escorado. El partido pendió de un hilo otra vez más para los Clippers, y ya van cuatro juegos al hilo en los que los californianos están obligados a resolver en los últimos compases. En la siguiente jugada, con 17 segundos por jugar, los Rockets recuperaron la posesión tras una revisión de los árbitros en la que desde los Clippers pidieron 'goal tending' de Howard. La petición fue desestimada y el partido quedó definido.