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Towns vs. Davis, analogía de dos fenómenos

David Sherman/NBAE/Getty Images

Karl-Anthony Towns es un novato de apenas 20 años de edad que desafía a las convenciones y se desempeña como un veterano de mil batallas al promediar 17,3 puntos y 10,2 rebotes, además de 1,8 bloqueos, por partido. Eso no solo lo convierte en el máximo candidato a ser Novato del Año esta temporada, sino que también genera comparaciones con otro fenómeno salido de la fábrica de estrellas llamada la Universidad de Kentucky: Anthony Davis.

Así es, el mismo Davis al que varios postulan para ser el mejor jugador del mundo durante la próxima década y que acaba de hacer historia el domingo pasado anotando 59 puntos y bajando 20 rebotes para los New Orleans Pelicans contra los Detroit Pistons.

Antes de que me acusen de hereje o quieran llamar al manicomio más cercano de Miami, permítanme decirles que las comparaciones entre estos dos ases de la zona pintada y primeras selecciones del Draft no solo son apropiadas, sino que Towns podría llegar a ser el cimiento más firme de los dos para construir la base de un campeón.

Davis ya es bien conocido por sus tres temporadas y media de trayectoria con los Pelicans y su lugar en el Dream Team olímpico, pero Towns aún no es tan popular ni venerado al desempeñarse en la relativa oscuridad basquetbolística de Minnesota para un equipo que actualmente está mucho más cerca de otra lotería del Draft que de los playoffs.

Consideremos primero lo básico entonces en cuanto a Towns se trata. Vamos a conocer un poco mejor a este gigante con músculos de Hércules y gracia de bailarín.

LOS MÉRITOS DE TOWNS

Primero que nada, ningún otro novato en la NBA promedia un doble-doble hasta ahora este año, y los números de Davis en su bienvenida a la mejor liga del planeta (13,5 puntos, 8,2 rebotes y 1,8 bloqueos) no se comparan con los de Towns en la actualidad. Sus minutos en cancha como novatos son similares (28,8 para Davis y 30,5 para Towns), pero lo más impresionante es lo que vemos si expandimos sus estadísticas de primer año a 36 minutos por encuentro, cortesía del Departamento de Estadísticas de ESPN.

A partir de ahí, podemos expandir la comparación al mes de febrero de este año y descubrir que el Towns novato supera al Davis estrella en rebotes (11,6 a 9,9) y bloqueos (1,9 a 1,5) por partido al aumentar también sus minutos a 35,4 comparado con los 36,9 de Davis.

Con números así, Towns tranquilamente hubiese podido formar parte del Juego de las Estrellas si este se jugara en abril en vez de mediados de febrero.

"Yo trabajo extremadamente duro, siempre soy el último en irse del gimnasio. Eso es lo que me motiva," Towns le dijo al diario Lexington Herald de Kentucky.

Los Timberwolves cuentan con Towns para ser uno de los pilares de su franquicia porque es capaz de dominar como lo hizo contra los Boston Celtics el lunes con 28 puntos y 13 rebotes en la victoria de su equipo por 124-122, provocando que el entrenador admitiera que él "hizo lo que quiso toda la noche" contra los Celtics.

El jugador de raíces dominicanas no solo domina la zona pintada, sino que también es versátil fuera de ella.

Sus cortinas en el perímetro para Andrew Wiggins son una pinturita, y su porcentaje de triples es de un buen 35,7 por ciento habiendo encestado 20 de 56, algo primordial en esta época de francotiradores especialistas y grandotes que deben hacer más que volcar el balón ferozmente.

Davis, por otro lado, encestó tres de 27 en sus primeras tres campañas y recién ahora se aventura más desde larga distancia convirtiendo 27 de 85, lo que se traduce en un 31,8 por ciento de efectividad.

Ah, por cierto, no nos olvidemos que Towns mide siete pies (2,13 metros) de altura, mientras que Davis es dos pulgadas más petiso.

Esto no es para quitarle méritos a Davis, él es un jugadorazo con todas las letras. El arribo de Towns simplemente demuestra que el futuro no está escrito en piedra y que la auto superación es imperativa en la NBA, ya que alguien siempre te va a estar pisando los talones.