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Jorge Gutiérrez: "Mi sueño siempre ha sido estar aquí en la NBA"

Getty Images

NUEVA YORK - El mero hecho que un jugador de la D-League en tres diferentes ocasiones sea contratado por un equipo de la NBA por diez días, que luego le extiendan el vínculo por diez días adicionales y que más tarde reciba un contrato para el resto de la temporada significa que algo deber estar haciendo bien.

Este es el caso del mexicano Jorge Gutiérrez, quien anhela que este tercer intento sea el definitivo con los Charlotte Hornets, quienes se encuentran peleando por la tercera posición en la Conferencia Este y empatados en el segundo lugar de la División Sureste, con una desventaja de un juego por detrás de los Atlanta Hawks.

El internacional azteca puede testificar la veracidad de las sensaciones mixtas que experimentan un sinnúmero de jugadores que cada temporada reciben este tipo de contratos de corta duración. Algunos afortunados obtienen esa segunda contratación que puede convertirse en un acuerdo para el resto del torneo regular. Otros nunca prolongan su estancia tras la primera contratación, y regresan a la liga de desarrollo donde esperan pacientemente por el tono de sus teléfonos inteligentes.

"Son noches de emociones encontradas, nerviosismo y felicidad. Pero al mismo tiempo uno no puede estar relajado", afirmó Gutiérrez en entrevista con ESPN Digital durante una reciente visita a la Gran Manzana.

"Son diez días, diez días en los que no vas a ver muchos minutos para jugar, pero tienes que venir a entrenar y a demostrar que eres un profesional y puedes estar en la NBA", prosiguió el mexicano, que con el Canton Charge de la D-League promedió 11.3 puntos, 5.7 asistencias, 4.2 rebotes y 2.2 robos de balón en 22 encuentros esta temporada. "Después de los segundos diez días, igual. Venir, salir, y vivir cada día al máximo. Cada día venir y aportar algo al equipo. Ya cuando te firman por el resto de temporada es un poquito de alivio. Pero de todos modos es venir, seguir siendo quien eres y seguir aportando algo al equipo".

Los Brooklyn Nets, en marzo de 2014, fueron los primeros en abrirle las puertas de la liga norteamericana. Posteriormente recibió las oportunidades de los Milwaukees Bucks, en febrero y abril de 2015. Sus habilidades en la D-League y su perseverancia en ambos constados de la cancha en las ligas menores de la NBA, conquistaron la atención de los Hornets, que el pasado 11 de marzo se convertirían en el tercer equipo en contratarlo, y el primero en hacerlo por un margen superior a los diez días, o sea, le ofrecieron un contrato para el resto de la temporada después de dos acuerdos sucesivos por una decena de jornadas.

Para alguien en la posición de Gutiérrez es difícil dejar una impresión duradera cuando apenas has promediado 4.9 minutos en ocho partidos de los 20 encuentros transcurridos desde su fichaje.

Sin embargo, el egresado de la Universidad de California-Berkley, que en 2012, su última campaña, fue nombrado Jugador Defensivo del Año y Jugador de Año en la conferencia Pac-12, ha sido víctima del negocio que viene siendo la NBA.

Aunque los Nets lo firmaron por un contrato de dos años tras completar su segundo acuerdo de 10 días, Gutiérrez fue canjeado nueve meses después a los Philadelphia 76ers, quedando libre y sin trabajo 24 horas más tarde. La suerte le dio la espalda nuevamente en octubre de 2015 cuando Milwaukee se deshizo de sus servicios pese al pacto multianual que le habían dado en abril de 2015.

"Siento que lo que ha pasado no ha sido necesariamente por razones de desempeño porque he demostrado en cada equipo que he estado que puedo jugar", afirmó. "A veces hay situaciones en las que uno no tiene control, pero para mí, honestamente, nunca ha sido relacionado al básquetbol porque siento que he demostrado que puedo jugar en la NBA".

En ambas ocasiones en que se le cerraron las puertas en la NBA, su puesto en Canton estuvo disponible. Allí ha militado parte de las últimas cuatro temporadas marcando un balance de 12 puntos, 5.6 asistencias, 5 rebotes y 1.7 robos de balón.

Jugar profesionalmente en México, Sudamérica, el Caribe y el viejo continente han sido oportunidades que se les han presentado sobre la mesa.

Para este chico, que a los 16 años tuvo que dejar atrás a sus familiares y se aventuró en un país extraño para luego destacarse en el baloncesto de la preparatoria (llegó a convertirse en uno de los mejores en pasar por el programa de California), establecerse en la mejor liga del mundo sigue siendo su única meta.

"Pero mi sueño siempre ha sido estar aquí en la NBA. Yo siento que puedo jugar en la NBA y siento que puedo contribuir a un equipo. Entonces, hasta que yo sienta que pues, ya no puedo, y que ya es tiempo de tomar otra decisión, e6s cuando yo voy a ver las opciones que tengo", indicó.

"Pues que me siguen dando contratos. No es fácil que te den un contrato de diez días y que te den otro y que te firmen", continuó. "Ha pasado tres años consecutivos en donde cada equipo que me da los veinte días me firman. Siento que pues, que eso es algo bueno y eso es lo que me da las esperanzas de seguir aquí".