El 2016 acabó con unos Los Angeles Clippers sumidos en una espiral de derrotas y bajas que les hizo caer posiciones en la Conferencia Oeste. Despidieron el año con seis derrotas al hilo en la que fue la peor racha desde noviembre de 2010, cuando registraron 10 juegos seguidos sin conocer la victoria. Las ausencias de Blake Griffin (rodilla) y Chris Paul (cuádriceps y descanso) fueron demasiado sensibles para el grupo y los traspiés se sucedieron sin remedio.
Con el nuevo año, los Clippers han sido capaces de recuperar parte del camino deshecho con cinco triunfos consecutivos. El último, el logrado ante Orlando Magic (105-96) se gestó con el virus de la gripe acechando a Doc Rivers y a algunos jugadores, también con la ilusión de contar con Kevin Garnett como consejero del equipo. El trío de campeonato de Boston Celtics formado por Garnett, Rivers y Paul Pierce volvió a unirse, esta vez en Los Ángeles, en el epílogo de una relación de lo más fructuosa y quién sabe si duradera a nivel de cuerpo técnico en el futuro.
Los Clippers lograron la victoria ante el Magic en el Staples Center gracias a un último periodo de garra defensiva y acierto perimetral. J.J. Redick logró 22 puntos de los que nueve llegaron con lanzamientos de tres en los últimos 12 minutos de juego. Marreese Speights también fue fundamental en el tramo final para noquear al conjunto de Florida con 10 puntos que supieron a gloria.
"Creo que el partido ante Oklahoma City fue el colmo. Dijimos 'ya es suficiente, sabemos que tenemos a jugadores lesionados pero dejemos de poner excusas y ganemos'. Tuvimos que luchar contra la adversidad", apuntó un Rivers aún convaleciente de un proceso gripal. "No sé lo que dicen las apuestas, pero es algo así como 'si estás pasando por el infierno, sigue adelante y lo acabarás superando'. Eso es lo que los chicos han estado haciendo, han seguido avanzando".
El trabajo de los jugadores de la banca fue excelente para llevarse la victoria ante Orlando y los 18 puntos de Chris Paul (y cinco pérdidas de balón) y los 20 rebotes más sencillos de la carrera de DeAndre Jordan hicieron el resto.
"Tenemos la sensación de que podemos seguir consiguiendo victorias. Mo (Speights) juega con muchísima energía. Nos alimentamos de ello y nos ayuda a seguir creciendo", agregó CP3, quien junto a Redick se convirtieron en los únicos titulares en anotar durante el último periodo. Los tramos finales ayudaron a los Clippers a lograr la victoria. Por un lado, el parcial de 20-8 antes del descanso propulsó sus esperanzas de mantener la racha de victorias y 32 puntos del cuarto final certificó el triunfo.
"Literalmente, no hicimos nada diferente", declaró Rivers.
La explicación a la mala racha de diciembre va más allá de las lesiones. El calendario les llevó a jugar 17 encuentros de los que siete fueron en los últimos 10 días del año. A los jugadores les fallaron las piernas en los tres encuentros que despidieron 2016 en sus viajes a Nueva Orleans, Houston y Oklahoma. En el caso del Thunder, los Clippers llegaron a tener 78 puntos de diferencia en transición (88-10) ante Russell Westbrook y compañía. Al comienzo de 2017, el calendario les dará un respiro con tres juegos por semana y todos en el Staples Center hasta finales de enero.
El sábado tendrán la oportunidad de vengarse de Los Angeles Lakers, quienes les aguaron el día de Navidad con una victoria sorpresiva. Hasta entonces, a recuperar energías y a beber mucha sopita anti-gripe.