LOS ÁNGELES — La derrota de LA Clippers ante Houston Rockets (122-103) pone a los angelinos en una situación delicada para cumplir con sus aspiraciones de llegar lo más lejos posible a los playoffs. Se trata del segundo encuentro que juegan ante los texanos y ambos acabaron con derrota. James Harden y compañía son rivales directos de los angelinos y este tipo de reveses les pueden costar caros. Están sufriendo mucho para imponerse a los contrincantes de más envergadura en la Conferencia Oeste y en los últimos 17 juegos tan solo fueron capaces de registrar un balance de 7-10.
El público de los Clippers está perdiendo la paciencia ante muchas, demasiadas temporadas de expectativas incumplidas. Se huelen que ésta será igual. La gota que colmó el vaso no fueron los 70 puntos que los angelinos recibieron antes de llegar al descanso, sino el rebote de Lou Williams ante una nube de jugadores de los Clippers que finalizó en canasta para los Rockets. Entonces se escucharon silbidos y un malestar inaudito en un Staples Center paciente con el conjunto dirigido por Doc Rivers.
“Hay momentos buenos y malos, al comienzo del año estuvimos ganando a todos los equipos buenos”, afirmó el coach.
Los jugadores que estuvieron lesionados como Chris Paul y Blake Griffin ya operan con normalidad. el primero alcanzó 16 puntos y 11 asistencias, mientras que el segundo registró 17 unidades. No hay excusas y es en estos momentos donde los Clippers deben demostrar si están hechos con madera de Finales de Conferencia.
No fueron capaces de vencer ningún juego ante Golden State Warriors esta campaña (0-4), aunque aún tienen opciones de asegurar la ventaja de campo con San Antonio Spurs (2-1), Oklahoma City Thunder (2-2), Memphis Grizzlies (2-1), Utah Jazz (2-0). Desde el receso del Juego de las Estrellas, los Clippers perdieron tres juegos ante huesos duros del Oeste (Warriors, Spurs y Rockets).
“No es una cosa la que tenemos de cambiar para que ganemos esos partidos. Debemos ser mejores en muchos otros aspectos”, argumentó Griffin.
Las malas sensaciones tienen más que ver con la holgura con la han perdido determinados encuentros. El último, el jugado ante los Rockets, fue una prueba de cómo las carencias defensivas a la hora de defender el perímetro les acaban pasando factura, algo que sucedió en todos los partidos ante los Warriors de esta temporada. Los pupilos de Mike D´Antoni fueron fieles a su manera de afrontar los partidos ofensivamente y consiguieron un balance de 20-de-52 en triples con Ryan Anderson como el máximo artillero en este sentido con seis dianas perimetrales. Durante la presente campaña, los Rockets lograron sumar nueve encuentros con 20 triples anotados.
Los Clippers jugaron su tercer encuentro con Paul y Griffin en la alineación. El armador regresó el 24 de febrero después de perderse 14 encuentros. Con ellos juntos sobre la duela, el equipo sumó 20 victorias y ocho derrotas.
“Sin que suene a que estamos poniendo excusas. Aún estamos intentando amoldarnos a tener a nuestros dos chicos de vuelta”, agregó Rivers refiriéndose al armador y al ala-pívot. “Pero eso no excusa cómo jugamos hoy. Fueron más fuertes. Fueron un equipo más determinado”, sentenció.
Los que cada vez entienden menos de excusas son los aficionados, quienes poco a poco están perdiendo la paciencia.