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Carmelo Anthony comparte un futuro incierto con los Knicks

Promediaba el segundo cuarto y los Knicks iban ganando por 11 puntos contra los Toronto Raptors como locales en el Madison Square Garden, pero no te hubieses dado cuenta si cerrabas los ojos y simplemente escuchabas al público. Bah, en realidad no se escuchaba nada más que el cruel silencio de un público indiferente al destino de un equipo que terminaría perdiendo por 110-97 y ya hace rato dejó de jugar por algo que mueva la aguja del entusiasmo en la Gran Manzana.

Sus 30 triunfos y 51 derrotas esta temporada son el fiel reflejo de otro año perdido, el cuarto seguido con una marca perdedora y viendo los playoffs por televisión mientras la plenitud de Carmelo Anthony se esfuma poco a poco a los 32 años de edad.

Carmelo no jugó este domingo contra Toronto tal y como no lo hizo el domingo pasado ante Boston o el viernes 31 en Miami. No está lesionado y supuestamente esto le sirve a Jeff Hornacek para foguear a sus jóvenes promesas como Willy Hernangomez y Ron Baker en roles más prominentes sin presión, pero en realidad estas últimas dos semanas también reflejan que algo se rompió entre Carmelo y la franquicia que él iba a llevar a la gloria cuando arribó proveniente de un canje con los Denver Nuggets en febrero del 2011.

Seis años después, el supuesto salvador de los Knicks se ha convertido en una especie de mártir basquetbolístico que supo ser más notorio por sus batallas públicas con Phil Jackson y los rumores de un posible canje que él tiene derecho contractual a prohibir que por sus 22.5 puntos y seis rebotes por partido, números que suenan bien hasta que miras un poco más de cerca y ves que promedia 24.8 y 6.6 en su carrera.

En realidad eso encaja perfectamente con la campaña de unos Knicks que perfeccionaron al “arte” de decepcionar a su afición.

El Miami Heat, por ejemplo, arrancó la temporada con una marca de 11-30 pero nunca bajó los brazos y todavía está en la lucha por ingresar a la postemporada. Quizás no lo logren, pero su entrenador los hizo creer en una filosofía de juego y los resultados llegaron a largo plazo con un plantel menos talentoso en los papeles que el de los Knicks. Es que claro, la del dueño James Dolan y su dueño Phil Jackson una franquicia sin un mantra ni un rumbo.

El comienzo fue prometedor con 16 triunfos y 13 derrotas, pero luego llegó una avalancha de siete caídas seguidas y el conjunto neoyorquino nunca se recuperó. Esas seis se convirtieron en 19 en 25 partidos, y de repente ya nada valía la pena con una marca de 22-32.

Básicamente, los Knicks afrontaron a la adversidad con la fragilidad de un equipo hecho de vidrio y bajó los brazos ante la primer oportunidad que tuvo. Es más fácil ser víctima y buscar excusas que afrontar la realidad e intentar remontar una situación incómoda, y eso es un reflejo del esfuerzo de tu líder.

LO DE LOS KNICKS ES INDEFENDIBLE

Por cada posesión defensiva aislada en la que Carmelo disputaba con intensidad en la zona pintada…

Había 10 como estas que te dejaban preguntándote donde está la cabeza y la motivación de alguien que se supone que debe dar el ejemplo.

Algunos creen que eso se debe a que Carmelo no se siente identificado con la estrategia del equipo y “no se esforzó como MJ o Kobe para aprender al triángulo”.

Pero en esa lo defiendo y te digo que Phil Jackson se empecina en convencer a su entrenador Jeff Hornacek y la gente de Nueva York que una estrategia basada en los dobles desde media distancia y el dominio en el poste bajo funciona en una época durante la cual en la NBA se gana con penetración en velocidad y triples de francotiradores en el perímetro.

La realidad, los números que reflejan a la decimonovena ofensiva más “potente” de la liga, indica que la nostalgia no vende en la NBA. Anthony ya declaró que “va a poner todas las fichas en la mesa” cuando hable con el 11 veces campeón de la NBA como entrenador que está dejando que desear como ejecutivo la semana que viene después del último partido de la temporada regular.

En esa charla ellos dos deben decidir cuál será el futuro de la franquicia. O trabajan juntos por un propósito mutuo o uno de los dos se marcha para no volver.

Pero así, hundidos en la mediocridad, no funciona. Para ser irrelevantes están los Nets.