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Martín Bater | ESPN Digital 7y

Tres lecciones del comienzo de la serie entre Warriors y Jazz

Los Golden State Warriors despacharon al Utah Jazz por 106-95 en el primer juego de su serie correspondiente a las semifinales de la Conferencia Oeste y lo hicieron con una facilidad pasmosa. Se podría decir que los Warriors fueron el equivalente basquetbolístico del hermano mayor que juega contra el menor y le pone la pelota bien arriba más allá de su alcance. Por más que el Jazz salte, jamás la alcanzará a menos que pegue un estirón durante la próxima semana.

Haber perdido el martes por la noche no fue lo grave para el Jazz, eso era lo lógico contra un rival que contó con la mejor marca como local en la temporada regular (36-5) y llegaba descansado mientras ellos habían exprimido cada gota de su reserva emocional en el séptimo juego de la primera ronda contra los LA Clippers dos días antes. No, lo grave es que ellos se vieron maniatados por un rival ampliamente superior que cuenta con los cuatro mejores jugadores en la cancha: Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green.

Hablando de Curry, él es el primer privilegiado que forma parte de las tres lecciones que aprendimos hasta ahora en el amanecer de un desafío que tiene a Utah escuchando el Blues.

Lección #1: Respeten al MVP, por favor. Thank you, very much.

El pobre de Rudy Gobert resume lo que fueron los 48 minutos iniciales para su equipo contra los bicampeones vigentes del Oeste y su principal referente, Stephen Curry.

Al principio Gobert se envalentona y sale a encarar a Curry en el perímetro, una acción necesaria pero muy poco recomendable considerando que el pivot del Jazz pasó de ser una presencia formidable en la zona pintada al juguete personal de un Curry que hizo lo que quiso, como quiso y cuándo quiso durante sus 30 minutos en cancha.

Dieciseis de sus 22 puntos llegaron en la primera mitad y acomodaron a Golden State con un colchón de 12 unidades que no se vería alterado tras el descanso.

Consideremos que el base de los Warriors y dos veces Jugador Más Valioso de la NBA durante las dos campañas anteriores a esta le cedió parte de su protagonismo a Durant tras su arribo esta temporada, pero jornadas como la del martes contra el Jazz nos recuerdan que él sigue firmemente al volante del equipo cuando la situación lo requiere.

Siete de 11 en tiros de campo encestados, apenas uno de cuatro triples, pero también generoso con cinco asistencias, polifuncional con siete rebotes y perfecto con sus tiros libres (7-7).

Lo más temible para el Jazz es que sospecho que todavía no hemos visto lo mejor que Curry tiene para ofrecer. Es casi como que él está esperando que su equipo esté entre la espalda y la pared para desplegar todo su arsenal de tiros y pases mortales.

Lección #2: Aquellos que dicen que Steve Kerr es superfluo en Golden State no tienen ni la más mínima idea de lo que están insinuando.

Los Warriors van 5-0 en los playoffs hasta ahora tras barrer a los Portland Trail Blazers y vencer al Utah Jazz. Las últimas tres victorias han llegado por seis, 25 y 12 puntos respectivamente con Mike Brown como entrenador en jefe reemplazando de forma interina a un Steve Kerr que lidia con complicaciones de salud.

Eso ha generado especulación (tonta) sobre la posibilidad (francamente estúpida) de que Kerr es un adorno de lujo que su equipo en realidad no necesita para regresar a las Finales por tercer año consecutivo.

¿Me están cargando, verdad?

A ver, dejemos algo bien clarito: Los Warriors están anotando más puntos que nadie por partido en estos playoffs (116.8) mientras pierden el balón menos que cualquiera de los otros siete sobrevivientes (11.4 imprecisiones por encuentro) y se lo roban al otro 15 veces por encuentro, la tercer mejor marca de la NBA durante estos playoffs en ese rubro detrás de los Boston Celtics y Washington Wizards. Ah, además, su porcentaje de efectividad en tiros de campo (48.5) es el más elevado hasta ahora en la postemporada.

Como si eso fuera poco, ellos se convirtieron en el primer conjunto que se ufanó de un quinteto con cinco asistencias o más en un partido de postemporada por primera vez desde 1993.

¿Acaso creen que eso sucede de casualidad? No, señor. Todo lo que estamos presenciando es consecuencia directa de los conceptos que Kerr dejó tan bien sembrados en la conciencia de unos jugadores que los ejecutan a la perfección.

Cualquier noción de que su pulgar verde no es necesario en la banca nace de una lógica ya de por si defectuosa.

Lección #3: Gordon Hayward debe llegar a otro nivel si el Jazz pretende dar pelea.

Hayward es un muy buen jugador. Utah cuenta con un muy buen equipo. Pero para tumbar al campeón ser muy bueno no es suficiente.

Hayward probablemente sea un agente libre tras esta temporada (la diferencia entre serlo y no serlo para él es de 16 millones renovando automáticamente o 30 millones de dólares por año como agente libre…me pregunto qué elegirá), pero si vales 30 millones y se te estima como superestrella no puedes anotar apenas 12 puntos con 26 por ciento de efectividad en tiros de campo y solamente dos tiros libres en 35 minutos de acción.

El Jazz necesita al Hayward que promedió 28 puntos y ocho rebotes en los últimos tres choques contra los Clippers, el que contó con 11 tiros libres en los Juegos 2 y 5 de aquella serie.

Algo menos que eso los condena a la irrelevancia y eliminación inexorable viendo a sus aspiraciones asfixiadas por un rival dominante.

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