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Brown y Popovich continúan cruzándose en el camino

En medio de la desafortunada lesión sufrida por Kawhi Leonard en el Juego 1 de las finales de la Conferencia del Oeste, los viejos amigos Gregg Popovich y Mike Brown defendieron sus respectivos lados con diferentes estrategias.

No, Zaza Pachulia no movió su pierna a propósito para cortar el paso de Leonard, dijo Brown tranquilamente. Luego hizo referencia a varios momentos del Juego 1 cuando los jugadores de los San Antonio Spurs se movieron contra defensores de los Golden State Warriors y dichas acciones no representaron lesiones, pero si fueron riesgosas. Los alegatos de Brown estaban bien medidos. No fueron incendiarios ni agresivos, tal como es su naturaleza.

Por otra parte, Popovich vino candente, acusando a Pachulia de una marcación "anti natura", lo llamó jugador sucio debido a un historial de uso indebido de sus codos, comparando los resultados de su descuido al homicidio culposo. Lo hizo de una forma en la cual se mostró furioso.

Luego, Popovich soltó un chiste, bajando la tensión y haciendo que todos se preguntaran si estaba lo suficientemente molesto para declarar la guerra tras este incidente o si meramente estaba haciendo una clase de comentario radical con respecto a los ruidosos comentaristas de los medios. Quizás fue lo primero, pero a Popovich le gusta mantener a la gente fuera de su zona de confort.

En ese momento, veíamos el yin y el yang entre Brown y Popovich en acción. Son amigos cercanos, mentor y pupilo, combatientes una vez más en lo que podría ser una serie de playoffs de un solo lado.

"Pop y Mike son dos tipos muy distintos", dice Hank Egan, el viejo entrenador que funge como mentor para ambos. Egan fue el entrenador de Popovich en la Academia de la Fuerza Aérea y luego le confirió su primer puesto como entrenador en los años 70. En la década de los 90, Egan fue el entrenador de Brown en la Universidad de San Diego.

"Si fueran pintores", dice Egan, "Pop sería Jackson Pollock y Mike sería similar a Norman Rockwell. A uno le gusta mantenerse dentro de las líneas,y el otro, bueno, digamos que le gusta ser un poquito más espontáneo".

Sus declaraciones a raíz del Juego 1 fueron consistentes con lo anterior. Popovich fue agresivo y sublime a la vez, mientras que Brown fue analítico y argumentó que fue un mal momento en un bello partido.

Popovich, quien ha bromeado en el pasado que aprendió el 90 por ciento de lo que sabe sobre entrenar con Egan, sonrió cuando se le comentó sobre sus comparaciones con pintores del siglo 20.

"Quiere decir que estoy un poco más loco que Mike quizás, un poco más espontáneo", dice Popovich. "Mike es un hombre que va al pie de la letra, un poco más de la vieja escuela. Cree en lo que cree y lo mantiene. Hay mucho valor en ello. Soy un poco más alborotado que eso".

Egan, quien tiene 79 años y está retirado en Colorado Springs, trabajó después como asistente de Popovich con los Spurs y ganó un anillo con él en 1999. Trabajó con Brown como asistente por cinco años en Cleveland y fue el asistente principal en 2007 cuando Popovich ganó su cuarto título en una barrida a cuatro juegos a los Cavaliers.

Luego en la noche en la cual los Spurs se alzaron con el Juego 4 en Cleveland para cerrar la serie, Popovich llevó a Egan y Brown a una habitación en la cual se tomaron fotografías con el trofeo Larry O'Brien. Los tres posaron juntos para una imagen privada, ciertamente inusual para los perdedores el sonreír junto a los ganadores en un momento así. Pero esa es exactamente la forma en la cual Popovich prefiere vivir su vida. Ganar, sí, pero no a toda costa.

"El entrenador Egan enseñó a todos sus jugadores a ser de alta integridad y no renunciar a ello", dijo Randy Bennett, veterano entrenador en el Saint Mary's College y otro exjugador de Egan que se convirtió en entrenador exitoso. "Si juegas con el entrenador Egan, aprendes que no le cortas las piernas a la gente para emerger sobre ellos".

Al momento en el cual Popovich llegó a la Academia de la Fuerza Aérea, era un centro de 6 pies, 4 pulgadas, que no era muy destacado. Jugó como novato y luego, en el segundo año, no llegó más allá del segundo equipo.

"Sí, eso lo molestó mucho", dice Egan.

Popovich pasaba su tiempo libre antes de su tercer año trabajando en su manejo del balón, driblando en práctica hasta que las luces se apagaran en el gimnasio. En su año junior, se convirtió en base. Fue el mejor jugador del equipo durante los dos años siguientes.

"Se hizo a sí mismo como jugador", dice Egan. "Y cuando miras la forma en la cual entrena, se ha convertido en entrenador diferente durante todos estos años. El juego hoy es mucho más bello, comparado a la época cuando ponías a un gigantón y se quedaba ahí parado. Pop fue bueno enseñando eso, pero conoce los cambios en el juego y él puede cambiar también".

Brown fue un base menos talentoso que arrancó en el año junior de la universidad. No fue estrella en San Diego, pero fue realista, queriendo trabajar ansiosamente en el baloncesto, sabiendo, sin embargo, que no iba a ser como jugador.

"Era meticuloso y preciso pero a la vez no tenía miedo", dice Egan. "Mike siempre ha sido más duro consigo mismo que nadie. Era un líder callado, y aún lo sigue siendo".

Brown trabajó como asistente de Popovich entre 2000 y 2003 y fue parte del equipo del campeonato de 2003, periodo que en muchas formas definió su caracter como entrenador. Aunque también laboró con Bernie Bickerstaff y Rick Carlisle, entre otros, el estilo de Brown fue forjado en mayor parte por Popovich.

El famoso párrafo del escritor Jacob Riis sobre el credo del cortador de piedra a la hora de golpear la roca adorna la oficina de Brown al igual que los pasillos del vestidor de los Spurs en el lenguaje nativo de cada jugador. El énfasis de Brown en la cultura y la perseverancia, que rindió frutos con LeBron James en Cleveland, pero no fue del gusto de Kobe Bryant durante una corta estancia del entrenador en Los Ángeles, es directamente una influencia de las creencias de Popovich.

Al contrario de 2007, cuando se enfrentaron en los playoffs por primera vez, Brown tiene mejor equipo a su disposición. Sustituyendo al coach Steve Kerr mientras éste se recupera de asuntos médicos, Brown se ha encontrado en una posición envidiable, pero frágil.

Los Warriors están llenos de potentes figuras y son favoritos. Pero, si tambalean por cualquier motivo, Brown seguramente recibirá una fuerte dosis de culpa. Popovich quiere ponerlo en esa posición al alentar a sus tropas a salir de la desventaja 2-0.

De cualquier forma, al terminar todo, pueden haber nuevas fotos en grupo.

Se enfrentarán, bien sea por el arbitraje, la estrategia o la forma de poner los pies de Pachulia. Al final, se abrazarán.

"Lo que aprecio de Pop es su tranquilidad, nunca entra en pánico", dice Brown. "Esas son las cosas que intenté emular de él, más que nada. Me gustaría emular sus triunfos, también".