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Para Cavs, este 0-2 es peor que el 0-2 del año pasado

OAKLAND, California – Este no es el 0-2 de los Cleveland Cavaliers de las Finales de la NBA del año pasado. No, esto se siente peor.

Al inicio de la segunda mitad del juego del domingo sabías que los problemas para el partido contra los Golden State Warriors son más profundos que antes y menos reparables.

Caso en cuestión: A la mitad del tercer cuarto la noche del domingo, Stephen Curry, de los Warriors, dribló dentro. Luego volvió y dribló fuera. El mejor tirador de larga distancia en el baloncesto profesional fingió retroceder y disparar detrás de la línea de 3 puntos antes de avanzar hacia la canasta. Anotó en un layup increíblemente difícil cuando el brazo extendido del hombre que se esforzaba por controlarlo no golpeó nada.

El base dos veces MVP de los Warriors pudo haber sido Curly Neal o Marques Haynes, y su defensor perezoso podría haber sido el general de Washington pagado expresamente para seguir sin fortuna a un Globetrotter alrededor de la duela.

Excepto que el defensor es correctamente considerado como el jugador preeminente, LeBron James. Y Curry jugó con él en el perímetro de la forma en que los Warriors han jugado con los Cavaliers hasta ahora para tomar una ventaja de 2-0 en la serie al mejor de siete, que ahora se dirige a Cleveland para los Juegos 3 y 4.

“Yo estaba como una gallina con la cabeza cortada, corriendo en círculos”, dijo Curry. “Eso fue por un instante del juego. Estábamos corriendo mucho. En esas situaciones, tratas de mantenerte tranquilo y hacer una jugada”.

James no puede decir lo mismo, pero la verdad es que el mejor equipo de la temporada regular en la historia de la NBA (73-9 hace un año) adquirió al segundo mejor jugador del juego, y la manera en la que va ahora Kevin Durant no parece justa. Él, Curry y Klay Thompson se combinaron para 77 puntos en uno de los promedios más altos de un juego de Finales desde la masacre del Memorial Day de Boston Celtics sobre Lakers de Los Ángeles en 1985.

Es difícil de imaginar que hace apenas un año en los vestidores de los visitantes en el Oracle Arena se vivió el momento más memorable de la postemporada de Cleveland tras la victoria del Juego 7, después ir abajo por 3-1, con los empleados del equipo y los jugadores de Cleveland en total regocijo entre el humo del cigarro, champaña y varias delicias picantes.

Sin embargo, la noche del domingo el propietario de los Cavaliers, Dan Gilbert, se sentó en una esquina y miró con disgusto. James se irritó cuando un reportero le preguntó si los Cavs necesitaban defender la duela de casa, preguntándole al entrevistador si era inteligente o no. Cuando el hombre respondió: "Creo que sí", James dijo: “Bueno, si no defendemos la duela, ¿qué pasa?”.

Reportero: “Entonces están buscando ser barridos”.

James: “Está bien, si eso responde a tu pregunta”.

Existe un ambiente incómodo alrededor de Cleveland, la preocupación de que simplemente no tienen el poder suficiente para vencer a un equipo de básquetbol tan talentoso. Durant lanzó miradas de muerte contra Rihanna, quien estaba sentada a la orilla de la duela en el Juego 1, luego lanzó miradas fulminantes contra los Cavs en ambos juegos.

La realidad más difícil de digerir para los Cavs es que James jugó tan bien como pudo en el Juego 2, con 29 puntos, 14 asistencias y 11 rebotes. Él, Kyrie Irving y Kevin Love, reunieron 75 puntos y forzaron 20 balones perdidos.

Pero eso no importó.

Hace un año, los festejos fueron planeados con bastante anticipación en Oakland, luego de que los Warriors tuvieran ventaja de 3-1, sólo para perder en siete juegos en un final épico para James, Irving y una ciudad deseosa de un campeonato.

Pero las secuelas del Juego 2 del domingo no se sintieron así. Esto se sintió como un presagio de cosas peores por venir. Lo único que puede liberar a los Cavs ahora es su propia gente vociferante y un mejor esfuerzo defensivo.

El Juego 3 del miércoles en la Quicken Loans Arena será la última oportunidad para los Cavaliers, dado que ningún equipo de la NBA se ha recuperado de una desventaja de 3-0 en la serie de playoffs.

Es casi impensable, pero un año despues de la memorable saga de siete juegos entre estos dos equipos, todo podría llegar a su fin en menos de una semana para los Cleveland Cavaliers.

¿Será la hora de que LeBron James sea barrido?