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"Dinastía a la vista"

Sí, sumarle uno de los mejores jugadores de la NBA al equipo que un año antes había batido todos los registros posibles en temporada regular, resultó en un trofeo Larry O’Brien, y el pronóstico de unos cuántos más para Golden State. Los Warriors son campeones de la NBA por segunda vez en los últimos tres años y su adición más importante en el verano se convirtió en el Más Valioso de Las Finales y a la vez sumó su primer anillo de campeón después de una segunda oportunidad en la última instancia.

En mi pronóstico original dije que los Warriors ganarían en seis juegos porque pensé que Cleveland les daría más pelea, pero los Cavs entraron a la serie apenas en el Juego 3, y dar esos dos primeros juegos de ventaja terminó siendo un obstáculo demasiado grande para un equipo que dependía casi exclusivamente de sus dos superestrellas. Nada que reprochar a LeBron James y Kyrie Irving pero el resto no apareció. Como reflejo de la diferencia entre la profundidad de los dos equipos quedó el aporte de ambas bancas en el juego final: la de Warriors sumó 35 puntos y la de Cavs apenas 7.

Durant, como suponía, terminó siendo el factor decisivo. Nadie salvo LeBron tenía la capacidad de frenarlo y asignarle tal tarea a James implicaba sacrificar la energía necesaria para aportar a la ofensiva. Aún así, ni siquiera LeBron hubiera podido parar a un KD inspirado y en el mejor momento de su carrera. Durant se llevó los 11 votos posibles para MVP, y ¿cómo no?. El refuerzo de lujo superó los 30 puntos en los cinco juegos de la serie y en el segundo hasta se dio el lujo de anular a la ofensiva de los Cavs con 5 bloqueos .

La exhibición de este año (16-1 en playoffs) convierte a los Warriors inmediatamente en favoritos para repetir el título en 2018 y seguramente asusta al resto de la liga que no se llame Cavaliers, sobre todo si pensamos que Golden State barrió a todos sus rivales en el Oeste al tiempo que los Cavs, muy inferiores en estas finales, acabaron con el Este casi sin oposición. Estamos en presencia de una potencial dinastía si los Warriors logran mantener juntos a Stephen Curry, Durant y Klay Thompson por un tiempo.

¿La otra cara de la moneda?. LeBron y su lugar en la historia. Por un lado, James llegó a cinco finales perdidas y aquellos que disfrutan haciéndolo menos en las comparaciones con Michael Jordan recordarán que MJ ganó las seis finales que jugó mientras que LeBron lleva ya cinco perdidas. Pero James es mucho más que esos números. Este lunes dejó el alma con 41 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias con lo cual se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en promediar un triple doble durante Las Finales (33.6 puntos 12 rebotes y 10 asistencias por juego). Si en la NBA se entregaran trofeos por uno contra uno, LeBron tendría más que nadie, pero como esto sigue siendo de cinco contra cinco, el Rey ha vuelto ha quedarse corto. LeBron también regresará a esta instancia pero si se vuelve a topar con estos Warriors, necesitará un milagro más grande que el de su remontada de 2016.