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Lonzo Ball y la ilusión de los Lakers de regresar a la postemporada

“Lonzo Ball llevará a los Lakers a los playoffs en su primer año (con el equipo)”

Esas 13 palabras de LaVar Ball, célebre padre de Lonzo, momentos después de que su hijo mayor fuera escogido por los Los Angeles Lakers con la segunda selección del draft de este año, marcaron la senda de partida para un conjunto angelino que volverá a ser el centro de atención de la NBA por primera vez en media década.

La pregunta del millón, por supuesto, es si el vaticinio del papá más famoso del deporte mundial hoy en día cuenta con sustento o si es apenas una frase más que se puede agregar a la colección de “le ganaría a Michael Jordan uno contra uno”.

Si LeBron James no clasificó a la postemporada hasta su tercer campaña en Cleveland, entonces sería injusto ponerle la vara tan alta a Lonzo en Hollywood cuando él ni siquiera es tan bueno como LeBron lo era en el 2003.

La visión de juego de ambos es similarmente excepcional, pero hasta ahí llegan las comparaciones por ahora.

Partamos por la base de que Lonzo Ball no será el ancla del equipo desde el principio. Brook Lopez llegó desde Brooklyn con su década de experiencia para ser el referente dominando la zona pintada.

Eso no quiere decir que Ball no sea vital como armador del equipo. Lopez no puede hacer mucho cerca del aro si Lonzo no le facilita situaciones en el poste bajo. Lo que el ex Nets le permite a su compañero novato es no contar con todo el peso de una de las franquicias más veneradas de la liga en sus hombros.

El legado de Kareem, Magic, Kobe y Shaq es lo suficientemente abrumador como para espantar a cualquiera. Un resucitado Luol Deng como Corey Brewer y Kentavious Caldwell-Pope también ofrecerán su apoyo desde la banca como parte de la rotación.

Los dirigidos por Luke Walton contaron con la tercer peor defensa de la NBA la temporada pasada, lo que los llevó a poseer la tercer peor marca (26-56) y la posterior segunda selección del Draft. Aquel plantel contaba con Timofey Mozgov, D’Angelo Russell y hasta Metta World Peace diciendo presente en instancias clave. Este plantel debería ser mejor casi por default.

La buena noticia es que, por primera vez en mucho tiempo, el sacar pasaje a los playoffs solo tomó una marca de 41-41 la temporada pasada y la anterior.

UN PANORAMA ALENTADOR EN HOLLYWOOD

Ball no será el bastión de mejoría defensiva, todo lo contrario, pero entre él y Lopez deberían sacar al equipo de la mediocridad ofensiva de los últimos años (17, 30 y 17 en las tres temporadas más recientes).

Además, el ala pivot titular Julius Randle ha elevado su promedio de puntos y rebotes cada año. Es hora de que él promedie un doble-doble en su cuarta campaña como profesional tras contar con 13.2 puntos y 8.6 rebotes en la temporada 2016-17.

Ahora bien, cuando LaVar Ball proclamó su vaticinio temerario todavía no habían ocurrido un montón de cosas que cambiaron al panorama de la Conferencia Oeste.

Chris Paul no se había ido de los Los Ángeles Clippers a los Houston Rockets (eso es bueno para los Lakers, ya que debilita a los Clippers. Los Rockets ya eran el tercer mejor equipo de la conferencia sin Paul).

Paul George no había arribado a Oklahoma City (eso es malo. Un rival que estaba en la segunda mitad de los contendientes a los playoffs se fortaleció considerablemente)

Y Gordon Hayward no había elegido hacer las valijas y partir del Utah Jazz a los Boston Celtics (extremadamente bueno para los Lakers. El Jazz perdió a su jugador franquicia, que de paso se fue al Este).

Sin embargo, unos Minnesota Timberwolves que habían culminado la temporada pasada apenas un puesto por encima de los Lakers con 31 victorias la temporada pasada se fortalecieron considerablemente gracias al canje que los reforzó con Jimmy Butler.

Entonces nos quedamos con que los Golden State Warriors, San Antonio Spurs, los Rockets y el Thunder son exponencialmente mejores que los Lakers. Luego están los Memphis Grizzlies y unos Clippers que se deberían poder mantener a flote mientras los Denver Nuggets amenazan con superarlos y los Portland Trail Blazers mantuvieron su base.

Tampoco hay que olvidarnos del combo Anthony Davis/DeMarcus Cousins en Nueva Orleans o los previamente mencionados Timberwolves.

Esos son 10 equipos superiores a los Lakers en los papeles, y la NBA tiende a ser una liga predecible. Eso no significa que la mejoría no sea un objetivo loable. En el Este serían serios aspirantes a una octava plaza, pero en el Oeste 37 victorias serían su techo.

Siento decirlo, pero todo parece indicar que Jack Nicholson deberá ver a los playoffs por TV y no en el Staples Center una vez más en el 2018.