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Los universos alternativos de Kyrie Irving y los Cleveland Cavaliers

La noche inaugural de una nueva temporada de la NBA está por comenzar, y de repente se escucha al anunciador por los altavoces. “Con el número 2, ¡Kyrieeee Irrrrviiiing!”. La pregunta del millón hoy en día es si eso ocurrirá en Cleveland como siempre ha sucedido desde el 2011, o si otra ciudad será la que escuche ese canto de sirena basquetbolístico acompañado por una ovación en vez de abucheos por primera vez.

Esa incógnita podría llegar a cambiar al panorama de la liga entera, pero ninguna franquicia se vería más afectada que unos Cleveland Cavaliers a los que encontramos caminando una cuerda floja y sin red protectora debajo suyo.

Existen dos universos alternativos: Uno con Kyrie junto a LeBron James y otro sin él. Procedamos a imaginarnos ambos en Cleveland.

LOS CAVALIERS CON KYRIE

Digamos que toda esta novela es apenas eso, un melodrama de verano producto de la distancia y demasiado tiempo libre para pensar. Esa circunstancia, obviamente, nos lleva al siguiente intercambio.

Kyrie: “Ojalá supiera como dejarte”.

LeBron: “Shhh. No hace falta que digas nada. Solo ve y atrapa mi alley-oop”.

Kyrie: “Ay, LeBron, tú sí que me entiendes después de todo”.

El “Súper Trío” de los Cavaliers permanece intacto en Cleveland tras una charla privada de dos horas entre Kyrie Irving y LeBron James con Tyronn Lue tratando de escuchar desde el otro lado de la puerta.

Luego ellos proceden a ganar 55 juegos motivados por haber salido subcampeones la temporada anterior y clasifican a los playoffs como líderes de la Conferencia Este, tal y como lo hicieron en el 2016 con una marca de 57-25.

El asunto de estos Cavs es que ellos se sienten más cómodos cuando se sienten resentidos, perseguidos e injustamente juzgados por la prensa y la afición (#FakeNews, ¿verdad, LeBron?). Si hay algo capaz de unir a dos compañeros distanciados, eso es un enemigo en común.

Kyrie procede a promediar 26 puntos por partido mientras eleva su porcentaje de efectividad en tiros de campo al 48 por ciento, el mejor porcentaje de su carrera, mientras descubre un nuevo grado de armonía con LeBron y Kevin Love durante su cuarto año juntos en la duela.

Mientras tanto, Derrick Rose se luce como sexto hombre y hasta se complementa a la perfección con él cuando comparten minutos en cancha rumbo a las Finales de la NBA.

Lo más importante de todo será que su productividad sin el mejor jugador del planeta a su lado será mucho mejor. Según Tom Haberstroh de ESPN.com, la temporada pasada vio a los Cavs perder por un total de 120 puntos en 635 minutos la temporada pasada cuando LeBron estaba descansando y Kyrie no.

Si Irving en verdad quiere ser un líder, un pilar de la franquicia, no necesita irse a ningún lado. Los buenos hábitos se empiezan a formar en casa.

LOS CAVALIERS SIN KYRIE

Bienvenido al infierno deportivo, Cleveland. Ah, perdón, me olvidaba que a esta altura del año ya lo habitan con los Indians eliminados de los playoffs de béisbol de las Grandes Ligas y los Browns siendo los Browns en la NFL.

En este universo, Irving se marchó a (inserte equipo aquí) y obviamente es difícil imaginar al plantel de los Cavaliers sin saber lo que recibirían a cambio en un hipotético canje. Lo que si sabemos con certeza son dos cosas muy, pero muy importantes.

1) Mientras LeBron no revoque la cláusula que le permite vetar cualquier canje, entonces los Cavs seguirán siendo los favoritos a acceder a las Finales por cuarta temporada consecutiva. Después él se va a ir a Los Ángeles, Miami o Nueva York en julio del 2018, pero ese es otro tema.

2) Al mismo tiempo, es razonable deducir que ningún canje incluirá a algún base que esté al mismo nivel o sea mejor que Irving. Me refiero a Stephen Curry, Damian Lillard, Chris Paul o Russell Westbrook. Si quieres especular con que Isaiah Thomas podría arribar proveniente de Boston, bien, aunque es sumamente dudoso que los Cavaliers negocien con su principal rival en la Conferencia Este.

Eso significa que Rose se volvería el armador titular del equipo, un concepto intrigante considerando sus 18 puntos, 4.4 asistencias y 10 puntos en la zona pintada por partido en Nueva York. Sin embargo, él no aguantaría el rigor de ese rol y las lesiones inevitablemente lo perseguirían tal y como lo vienen haciendo desde hace ya más de media década. La alternativa es José Calderón, y eso no alivia a nadie.

Irving no solo ha sido el segundo máximo anotador y asistidor de los Cavaliers desde que LeBron regresó a Cleveland en el 2014, sino que el balón pasa más tiempo en sus manos que en las de ningún otro jugador mientras su porcentaje de uso en cada posesión del 30.2 fue superior al 29.7 de LeBron la temporada pasada.

Eso simplemente no se reemplaza así nomás, y sería interesante ver como el ataque de los Cavs fluye exclusivamente a través de Love cuando LeBron está en la banca. Aunque cuando los dos están juntos, nadie se cansa de ver pases como estos.

La realidad indica que unos Cavaliers sin Irving se verían disminuidos, y que si no reciben algo que valga la pena a cambio, LeBron podría llegar a correr el riesgo de ver a las Finales no solo de la NBA, sino que también hasta de su propia conferencia por primera vez desde el 2010.

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