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Dave McMenamin, ESPN.com 7y

Lamar Odom detalla su vida y su batalla con las drogas

Lamar Odom, ex jugador de la NBA, luchó contra las drogas que casi acabaron con su vida – pero que no lo privaron de su capacidad para hablar sobre su peligrosa danza con sus propios demonios personales.

Él ahora está sobrio, según lo que escribió en una historia reveladora publicada en el “Players Tribune”, pero admite que es “una lucha diaria” mantenerse así.

Odom llegó a perder casi todo de una forma muy pública por culpa de su adicción -- principalmente su carrera en la NBA y a Khloe Kardashian, su esposa por cuatro años – tras ser encontrado en un estado de coma en octubre del 2015 mientras estaba en un cabaret de Las Vegas. Odom detalló lo que lo llevó a terminar en el hospital, donde sufrió de 12 paros cardíacos y dos infartos.

“En algún momento, el doctor a cargo vino y me contó lo que sucedió”, Odom escribió. “Él dijo ‘Sr. Odom, usted ha estado en un coma durante los últimos cuatro días. ¿Usted lo entiende? ‘ Yo no podía hablar, así que solo asentí. Él dijo ‘Es un milagro que estés aquí. Nosotros no pensábamos que seguirías con vida”.

Odom dice que estaba en shock y que se sentía indefenso por primera vez en su vida. Sin embargo, en realidad no es ninguna casualidad que él haya terminado allí.

“Yo estaba consumiendo cocaína todos los días a esa altura de mi vida. Lo hacía durante cada segundo de tiempo libre que tenía. No lo podía controlar”, escribió Odom.

Él se ha responsabilizado por todo lo sucedido y admite que todavía sigue peleando contra sus demonios. Él y Kardashian se reconciliaron tras el incidente pero volvieron a separarse después de que un video de Odom tomando se hizo público en el 2016.

Según Odom, la cocaína lo hacía hacer cosas que nunca se imaginó. Pero más que nada, él escribió, se preguntaba cómo terminó allí y sobre aquellos que perdió.

“Cuando yo estaba en la cama del hospital, me seguía haciendo esa pregunta. Y seguía pensando en toda la gente que formó parte de mi vida y ya no están aquí. Más que nada, pensé en mi madre. Mi papá no estuvo muy presente cuando yo era un niño. Él contaba con sus propios problemas de adicción. Pero mi madre era mi mejor amiga en el mundo. Me cuidaba tanto”.

Odom contó en su historia que él tenía a todo su futuro planeado desde una edad temprana.

“Ya ven, yo solía tener una visión en mi mente desde los 10 años. Podía ver a David Stern diciendo mi nombre y mi equipo desde el podio mientras yo besaba a mi familia. Ya lo podía visualizar”

Pero una vida tocada por la tragedia lo llevó por un camino que él planeaba evadir. Todo comenzó con la enfermedad de su mamá y una visita al hospital poco antes de su muerte.

“Ella se enfermó cuando yo tenía 12 años. Yo sabía que ella tenía cáncer de colon, pero no que tan mal estaba. Ella intentó protegerme al no contarme”, él escribió. “Yo me acuerdo que fui al hospital por un rato, y cuando entré a visitarla parecía que ella se estaba volviendo más… pequeña. Como si estuviese desapareciendo, ¿me entienden? Yo no creo que nada te puede preparar para perder a tu madre a los 12 años. Te deja una marca. No me importa que tan fuerte seas”, él escribió.

Odom escribió en ese artículo como a esa edad se juró a si mismo que nunca tocaría a la cocaína.

“No la probé hasta los 24, cuando estaba de vacaciones de verano en Miami. Y… me encantaría poder decirte que hubo una razón por ello. No la hubo. Fue simplemente una decisión estúpida de mi parte. Si hubiese sabido que afectaría a mi vida como lo hizo, nunca lo hubiese pensado. Nunca. Pero lo hice, y me alteró la vida”, él escribió.

Luego murieron su abuela y otros miembros de su familia, como su hijo Jayden de apenas seis meses de edad por un síndrome de muerte súbita. Él tapó al dolor con más cocaína, lo que conllevó a un comportamiento todavía más peligroso y, si, vergüenza.

“Eso es lo que la gente no entiende”, él escribió. “Cualquiera que haya vivido una vida complicada y afectada por las drogas como yo conoce el ciclo -- con las mujeres, engañando a mi esposa…¿acaso piensan que no me sentía avergonzado? ¿Piensas que yo era ciego ante mis acciones? No, no era ciego”.

Odom dijo que su cerebro estaba “roto” y que a medida que pasaron los años su carrera como basquetbolista profesional fue la que acusó el daño mientras él se drogaba a si mismo cada vez más lejos de la liga. Él dijo que perdió su voluntad para ejercitar, entrenar y practicar. Su descenso al fondo tomó velocidad, hasta que sucedió.

“Yo quería drogarme todo el tiempo a los 32, 33 años. Eso es todo, drogarme. Y todo se volvió infernalmente oscuro”, Odom escribió. “Uno de los lugares más oscuros en los que jamás estuve fue en una habitación de hotel cuando yo me estaba drogando con una chica y mi esposa (en aquel entonces) entró. Eso probablemente fue como tocar fondo”.

Pero el incidente en el cabaret de Las Vegas lo dejó conectado a demasiados tubos para contar y en estado de coma – y luego lo pasaron a visitar sus hijos. Tal y como cuando él había ido a visitar a su madre.

“Los doctores me dijeron que mis hijos habían venido justo antes de que me despertara del coma. Y eso me rompió el corazón ya que yo había visto a mi propia madre a punto de morir con tubos saliendo de su boca”, él escribió.

“Mis hijos son lo único que me mantienen yendo adelante. Yo siempre he sido un tipo grandote y fuerte toda mi vida, así que es definitivamente duro para mí cuando me ven así de débil -- hasta es difícil hablar de eso ahora”.

Odom terminó de rehabilitarse y aprendió a “someterse a todo”, él escribió. Aprendió a lidiar con la ansiedad que él no sabía que le causaba tantos problemas. Él admite su adicción y que sabe que ella no está por irse a ningún lado. Él acredita a sus hijos por mantenerlo en el buen camino. Él está haciendo lo mejor que puede, escribió, y lidia con las consecuencias.

“Yo le dí la mano a la muerte. ¿Pero saben qué? No se puede regresar de eso”, él expresó.

“A pesar de que mi funeral probablemente sería un buen funeral y que probablemente habría mucha gente que no se veía hace mucho tiempo, todavía no es la hora de eso… todavía tengo a mis hijos. Yo todavía estoy aquí. Y, maldición, sigo siendo bastante guapo”.

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