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Canadá y España, al frente de la rebelión para destronar al Dream Team

Dream Team 2016. EFE

La chicharra sonaba hace casi exactamente un año, más precisamente el 21 de agosto del 2016, y decretaba que Estados Unidos se consagraba como campeón olímpico por tercera vez consecutiva tras vencer a Serbia en la final de los Juegos Olímpicos de Río 2016 por 96-66. Kevin Durant nos demostraba su eventual forma de MVP de las Finales de la NBA con 30 puntos en 30 minutos de acción, y el resto del mundo se quedó pensando en si EE.UU. no estaba tomando literalmente a eso que alguna vez dijo LeBron sobre “no cinco, no seis, no siete…”.

Es que el nuevo Dream Team definitivamente ha salido de la maleza que atravesaba en la primera mitad de la década pasada con papelón tras papelón en los Mundiales del 2002 y 2006 y los JJ.OO. de Atenas 2004 para volver a ser lo que el Dream Team original supo ser hace 25 años. O sea, los abanderados del básquetbol más magistral con el resto del planeta como meros partennaires de lujo.

Lo que comenzó con una paliza por 119-62 a China culminó con otra paliza por 30 puntos en la final.

Es cierto que Australia, Serbia y Francia en la fase de grupos, y luego España en semifinales, cayeron ante el eventual campeón invicto por 10 puntos o menos. Serbia estuvo a un triple en la chicharra de mandar el partido a la prórroga, pero la diferencia de categoría entre ambos era sideral y se notó en el encuentro decisivo.

Si consideramos que, además, ese conjunto de las barras y las estrellas no contó con un MVP de la NBA como Russell Westbrook, ni con LeBron James, Stephen Curry, James Harden, Anthony Davis ni Kawhi Leonard, entonces hay que llegar a la conclusión de que el abismo entre Estados Unidos y el resto del mundo volvió a abrirse de forma considerable.

Leonard y LeBron podrían querer disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 bajo la tutela de Gregg Popovich, nuevo entrenador del conjunto nacional, y eso obliga a diversas selecciones a verse al espejo para ver cómo pueden hacerle frente al Goliat del básquetbol.

España es el primer escollo que se te cruza por la cabeza considerando que siempre ha dado pelea contra su principal rival, por más que nunca le haya ganado. Perdió por 11 en una reñida final de los JJ.OO. de Beijing 2008, por siete en el 2012 y por seis en el 2016.

Sin embargo, los hermanos Pau y Marc Gasol tendrán 40 y 35 años de edad respectivamente en el 2020. Los dos siguen vigentes de cara al EuroBasket a fines de este mes, pero quien sabe cuanta cuerda les queda. Sus chances dependerán de los esfuerzos combinados de veteranos como Serge Ibaka y Nikola Mirotic junto al potencial de jóvenes que ya están y/o se destacan en la NBA como Alex Abrines y Willy Hernangomez.

Si quieren ver un rayo de esperanza en Europa, vayan hacia Francia y Serbia. La era post-Tony Parker ha comenzado para el conjunto galo y es prometedora con Evan Fournier, Kevin Seraphin y Joffrey Lauvergne. Todos ellos juegan en la NBA y tienen 27 años o menos. Queda por verse también cuanta cuerda le queda a Boris Diaw, quien disputará el torneo europeo a los 35.

En el equipo balcánico ya conocemos al base Milos Teodosic, quien pasó de ser ignorado en el Draft de la NBA del 2009 a ser campeón de la Euroliga en el 2016 y arribar en los LA Clippers para la temporada que viene. Nadie en Serbia te va a dejar boquiabierto, pero es su capacidad colectiva la que los tiene en el podio del ranking mundial junto a EE.UU. y España.

Grecia cuenta con Giannis Antetokounmpo y un veterano como Kostas Koufos. Si, contar con un talento trascendental como el de Giannis ayuda y mucho, pero el resto del equipo todavía no está a la altura de reeditar el batacazo del 2006. Pero dentro de unos años, quien sabe a qué alturas podrán llegar.

En nuestro continente debes apuntar hacia Canadá. Olvídense de Argentina por un tiempo, la reconstrucción del equipo sin Manu Ginóbili será ardua y extensa sin garantía alguna de que la Generación Dorada 2.0 jamás ocurra.

Lo de Canadá es prometedor no solo por la existencia de Andrew Wiggins y Tristan Thompson, sino que por el hecho de que su selección Sub-19 se acaba de coronar como campeona mundial de la categoría en Egipto de la mano de una gran promesa como R.J. Barrett.

Barrett tiene apenas 17 años de edad, es un prospecto top y ya cuenta con ofertas de becas en las universidades de Arizona, Baylor, Kansas, UCLA y USC entre otras.

Ah, por cierto, ese equipo juvenil derrotó al de Estados Unidos dirigido por John Calipari por 99-87 en las semifinales del torneo, y lo hizo con contundencia. ¿Acaso el David que desafiará a Goliat ha llegado?