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Chris Forsberg | ESPN.com 7y

Kyrie Irving busca dejar una huella indeleble con los Celtics

BOSTON – “¿Wall-tham?, ¿Wall-thumb? ¿Lo estoy diciendo bien?”, se preguntaba Kyrie Irving.

En dos ocasiones, durante su primera semana en su nuevo empleo con los Boston Celtics, Irving ha detenido conferencias de prensa a fin de preguntarle a los reporteros cómo decir de forma apropiada el nombre del suburbio de Boston en el cual está ubicado el complejo de prácticas del equipo. Para ser exactos, el nombre del pueblo de Waltham se pronuncia “Woll-tham”, aunque la historia nos sugiere que eso tiene más que ver con los acentos característicos de Nueva Inglaterra que con la intención original.

Pues bien, este es el tipo de cosas que actualmente rondan sobre la mente de Irving en estos momentos. Este es el hombre que ha explicado reiteradamente su decisión de pedir ser cambiado de los Cleveland Cavaliers, sugiriendo que desea “perfeccionar su oficio” y que está igualmente obsesionado con la adaptación a su nuevo hábitat.

Pronunciaciones aparte, Irving sigue tratando de adaptarse a su nuevo hogar. De forma jocosa, detalló la frustración de tratar de amoblar su nueva casa, y el reto de escoger los colores de pintura correctos. Igualmente, le gustaría conseguir buenos restaurantes en los cuales pudiese fusionarse con el escenario y pasar desapercibido, aunque eso es muy poco probable, siendo Irving el nuevo rostro de la franquicia de los Celtics.

Sí, hay mucho que hacer aquí, dentro y fuera de la cancha, y hay una cosa que ha sido consistente en Irving desde que llegó por primera vez a Boston el mes pasado para una rueda de prensa introductoria: su sonrisa. Es omnipresente. Sonríe incluso al aplicar gasolina sin plomo en el nuevo motor diésel de su amado Jeep, el cual se averió en camino a su primera práctica con los Celtics.

Varios estudiantes de la Universidad Bentley estaban dispuestos a ayudar a Irving a reparar su auto, en la lluvia, nada menos. Entonces, Irving llamó a sus nuevos jefes para decirles que (1) iba a estar un poco demorado para la reunión con el coach Brad Stevens; y (2) pedir que alguien lo recogiese. No hay problema, se le contestó. Los Celtics enviaron al gerente de equipamientos John Connor a buscarle. Pero, ¿dónde estaba Irving?

“¿Wall-tham?, ¿Wall-thumb?”, dice Irving. “¿Lo estoy diciendo bien?”.

Al Horford es un cuatro veces All-Star y veterano a punto de comenzar su undécima campaña en la NBA, lo cual significa que es difícil asombrarle en la cancha de baloncesto. Aun así, Horford estaba perplejo al lado de la cancha en el complejo de prácticas de Boston el mes pasado, viendo a Irving tener su primer entrenamiento en el tabloncillo con el equipo.

“Estaba asombrado”, dijo Horford. “He jugado contra él a través de los años. Lo ves en la cancha, ves sus movimientos, estás impresionado pensando, sí, es un jugador de calibre All-Star. Es un jugador muy bueno. Pero, cuando lo ves trabajar como lo hace durante la práctica y la facilidad que tiene para anotar y manejar el balón, y hacer ciertas cosas, me dejó sin palabras”.

“No creo que la gente realmente comprende lo buen jugador que él. Lo va a demostrar este año. Necesita tiempo a fin de aclimatarse y entender lo que tenemos acá. Sus habilidades son irreales. Estoy muy interesado en ver cómo se va a desarrollar esta temporada. Será grandioso para nosotros”.

Horford admitió que fue complicado asimilar la forma en la cual los Celtics reconstruyeron una nómina que ganó 53 partidos este verano. Y mientras trataba de entender la oleada inicial de cambios, el presidente de operaciones de baloncesto de los Celtics Danny Ainge cambió a Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Zizic y un par de futuros puestos de selección en el draft (incluyendo el puesto en primera ronda sin protección del draft 2018) a los Cavaliers a cambio de Irving.

Boston trajo de vuelta apenas a cuatro jugadores. Incluso, tras agregar a los talentos estrella de Gordon Hayward e Irving, Horford necesitaba digerir bien un cambio tan dramático. Horford sabía de la calidad de Irving (Dios, si él tuvo un rol fundamental en poner punto final a la temporada de Boston en mayo pasado), pero habían dado mucho a cambio para obtener a Irving.

La emoción de Horford aumentó cuando vio a Irving de cerca. Ahora, Horford está claro que Irving va a llevar su juego a otro nivel de la mano de los Celtics durante esta temporada.

“Creo que, jugando al lado de LeBron, probablemente Kyrie no podía ser todo lo que podía llegar a convertirse”, dijo Horford. “Porque LeBron es un jugador de tal calidad que, bueno… Kyrie podía tener un gran partido y todos estaban pendientes de LeBron porque hizo un triple-doble y estuvo asombroso”.

“Pienso que ahora Kyrie estará en una posición en la cual la gente lo verá y pensará, ‘Este tipo tiene cualidades de élite’. Así lo siento con él”.

Luego de tres días en Newport y un par de prácticas en su complejo de entrenamientos, los Celtics acudieron al TD Garden el domingo a fin de sostener una práctica a puertas abiertas frente a sus abonados. Cerca de 5.000 aficionados llenaron la parte baja de la arena en un domingo en el cual se jugaba el fútbol americano de la NFL, para presenciar cómo estos nuevos Celtics tenían una serie de rutinas de tiros y entrevistas en la cancha.

Los Celtics habían completado su verdadero entrenamiento en el parqué del Garden antes que se permitiera la entrada de los aficionados en el edificio. Mientras esperaban que la multitud tomara asiento, se le preguntó a Irving qué se sentía vestir el uniforme verde dentro del edificio.

“No hay nada igual”, dijo Irving. “La energía que hay aquí, puedo sentirla”.

Otra pregunta giró en torno a lo que Irving consideraba destacaba más en el Garden. Es el tipo de pregunta a la cual cualquier recién llegado respondería con referencias a los 17 banderines de campeonato o el aura de la historia de los Celtics que llena la cancha. Sin embargo, con su respuesta, Irving se concentró más en el piso que en el techo.

“La forma en la cual los cuadros (del tabloncillo) están puestos en el piso. Van en direcciones opuestas, el perpendicular, si sabes a qué me refiero”, dijo Irving. “Aprecio todo eso. Y las mallas también, el aura íntima que hay. Me gusta todo el ambiente”.

El reto frente a Irving es entender como todos los nuevos cuadros en Boston encajan para formar el patrón correcto. Pidió un poco de paciencia, reconociendo que Boston pasará por ciertos dolores esta temporada. No obstante, al mencionársele el potencial que tienen y en qué se podrían convertir y su sonrisa se hace cada vez más grande.

Ocurrió el viernes pasado tras un entrenamiento vespertino. Tras hablar con respecto a los retos que representa el hacer que el nuevo trío en Boston (Irving, Hayward y Horford) se compagine, un reportero preguntó si Irving había visto ciertas jugadas en las cuales él y los demás podían brillar juntos.

Sonrió aún más.

“Pues, sí”, dijo Irving, prácticamente extasiado. “Es divertido”.

Cuando se le hace una pregunta similar a Horford poco después, su rostro se iluminó de forma similar. Horford reconocer que el equipo ha tenido momentos en el campamento en el cual, brevemente, tienen un adelanto de lo que eventualmente podrán ser.

No se confundan. Igualmente ha habido momentos muy frustrantes. Y no hay garantía alguna que las cosas salgan exactamente como el equipo aspira. Ese es el riesgo más grande en la remodelación gigantesca de la plantilla de Boston este verano.

Pero, si funciona, y las piezas del parqué están en los puestos correctos, hay una gran oportunidad que Boston haya dado un gran paso adelante en su búsqueda de volver a ser contendores por el título.

“Creo que vemos el potencial con este grupo, con muchos de ellos”, dice Horford. “Un hombre de la talla de Jaylen Brown, quien siempre parece estar mejorando constantemente. En cada práctica, está cada vez mejor. Y Gordon, me he impresionado muy positivamente con él y su capacidad para anotar. Sé que puede hacer los pases, rebotes, juega bien a la defensiva. Su capacidad anotadora, lo fácil que lo hace ver”.

“Cuando se revisa la profundidad de nuestro grupo, eso me emociona mucho. Y además tenemos a aquellos que ya son guerreros, como (Terry) Rozier y (Marcus) Smart. Pues ahora sí estamos hablando”.

Durante su debut de exhibición en la noche del lunes, Irving veía como el balón volaba por la cancha, siendo él un facilitador dispuesto. Los Celtics fallaron en muchos tiros, pero eso no importaba. El equipo no espera que todo esté bien en el primer partido. Tienen una visión mayor, con respecto a lo que bien podría ser una campaña con 100 triunfos.

“Fue maravilloso, hombre”, dijo Irving después de su debut. “Fue hermoso formar parte de esto. Fue hermoso poder verlo”.

Sí, es cierto. No será tan fácil como aprender la pronunciación de los pueblos que rodean a Boston, Irving está determinado como nunca antes en hacer que todo salga bien.

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