<
>

Vince Carter: 'No estoy en una etapa en la cual me puedo sentar y sentirme tranquilo'

SACRAMENTO, California - El jugador más longevo de la NBA es un ocho veces invitado al Juego de Estrellas, campeón de clavadas, medallista de oro olímpico y comienza su vigésima campaña en la liga. Fue la sensación de la NBA a principios de su carrera cuando los fanáticos del mundo entero se enamoraron de su "Vinsanity" debido a su juego de alto vuelo. Lo único que le falta al currículum de Carter, con 40 años de edad, dentro del baloncesto profesional es un campeonato de la NBA.

Entonces, ¿por qué Vince Carter firmó con los Sacramento Kings, actualmente en proceso de reconstrucción? Carter dijo: "Quiero jugar. Es fácil estar con un buen equipo y estar sentado. Sería maravilloso conseguir el anillo. Sí, me lo he ganado, porque estoy allí a diario ayudando a mejorar a mis compañeros. Lo entiendo. Pero quiero aportar".

"No estoy en una etapa en la cual me puedo quedar sentado y tranquilo, cuando sé muy bien que tengo aún cosas que darle a este deporte. He ahí el por qué. Cuando las cosas sean distintas y probablemente ya no pueda jugar por 10 minutos por partido o algo así, me quedaré tranquilo y lo aceptaré. No lo puedo aceptar ahora".

Carter conversó recientemente con The Undefeated, sitio hermano de ESPN.com, con respecto al hecho de que duplica la edad de varios de sus compañeros de los Kings, la importancia de contar con un mentor y de apoyar al novato sensación De'Aaron Fox, el futuro del concurso de clavadas, la posibilidad de su retiro y mucho más.


¿Cómo se siente ser el papá del vestuario hoy en día?

(Risas) Inconscientemente, se siente de esa forma. A la vez, me encuentro en un estado mental de compañero de equipo, hermano mayor o como un tío, ya que quiero hacer todo lo posible para que los muchachos se sientan bien, lo más cómodos posibles y aclimatados. Me he permitido asumir esa labor y me permitieron hacerlo. Estos chicos escuchan. Quieren ser buenos, lo cual facilita la transición y la oportunidad muchísimo.

¿Quién fue tu mentor cuando llegaste por primera vez a la NBA en 1998 con los Toronto Raptors?

Es complicado decir solamente uno. El primer día, fue (Charles) Oakley. Después, fue Antonio Davis y luego Doug Christie. Después fueron Dee Brown y Kevin Willis. Contábamos con cinco veteranos que jugaron todos con superestrellas. Kevin Willis jugó al lado de Dominique (Wilkins), Oak jugó con M.J. (Michael Jordan), Doug hizo lo propio con Magic (Johnson), Dee Brown estuvo con (Larry) Bird y Antonio con Reggie Miller. Recibí lo esencial de ellos con respecto a cómo ser un profesional, como asumirlo y la mentalidad para lidiar con las presiones de ser el rostro de la franquicia y tener que responder a diario.

¿Aceptaste que estos veteranos fuesen tus mentores?

Sí. Primero pensé: "quiero conseguir mis objetivos. Quiero mostrar al mundo quién soy". Ahora, no sé si quiero hacerlo a esa capacidad. Quiero pasar desapercibido. Así siempre he sido yo. A la vez, facilitaron las cosas. Escuché y me prepararon y exigieron, por decirlo de una forma. Se querían asegurar de mí desde el primer día que puse un pie en la cancha durante la temporada regular, y fue una temporada abreviada porque era 1998, el año del paro patronal, y querían estar seguros que estaba preparado.

Y te diré, cuando puse pie en la cancha me sentí cómodo enfrentándome a tipos contra los cuales nunca había jugado, como los Grant Hill del mundo. Había visto a Grant. Una cosa es verle en video y en televisión desde casa, y otra, obviamente, era tener que pararse frente a él (defensivamente). Me sentí cómodo contra hombres de su talla.

Entonces, ¿no tuviste que enfrentar celos o envidia por parte de los veteranos por haberte convertido en estrella desde muy temprano?

No. Saben que quería aprender y mejorar. No hubo por mi parte la idea que me merecía algo o que era más grande que la franquicia. Había tantas cosas ocurriendo a la vez y yo sólo intentaba comprender el momento. Mi idea era: "Oye, entiendo lo que ustedes han hecho. He estado aquí. Estoy escuchando". Y eso me rindió frutos.

Y, ¿cómo manejaste a esa edad todo el fenómeno de "Vinsanity"? (Luego de ganar el concurso de clavadas de la NBA en el 2000 en Oakland, California, Carter se convirtió quizás en la primera sensación de Internet de la NBA, con su súbita popularidad global fue denominada como "Vinsanity").

Es difícil expresarlo. Sólo estaba viviéndolo. A la vez, me seguía divirtiendo. Que chévere. Esta aquí. Es algo real. Algo vivo. Lo puedo ver. Me seguía divirtiendo en la cancha y T-Mac (Tracy McGrady) estaba aprendiendo a mi lado. Estábamos en Canadá. No había presiones. A la vez, había un fenómeno escondido que seguía creciendo.

Luego del concurso de clavadas podía ver la diferencia. Antes de febrero (de 2000), pensaba: 'Muy bien, todo estará bien'.

Luego del concurso de clavadas pensaba: 'Oh, hay medios por todas partes. ¿Qué está pasando?' No podía entenderlo. Pues, las expectativas pasaron de (ser promedio) a (muy altas). Necesité de algo de tiempo para poder entenderlo. Sin embargo, tuve a (compañeros de equipo veteranos) cerca de mi oído poniendo mis pies sobre la tierra. Eso facilitó todo y pude asumirlo mejor. Estuve al lado de hombres que me decían: 'Mira, hombre, actúa como si ya has estado antes acá'.

Eso es algo difícil de hacer, especialmente cuando no se ha estado en una situación similar. Es una cosa estar en la universidad y ser un miembro de un equipo muy bueno y acudir al Final Four. Pero, cuando se está al nivel más alto y se reciben reconocimientos así, te puede afectar de formas buenas y malas. Y mis compañeros no permitieron que lo malo ocurriese.

¿Cuál es el mejor consejo que recibiste como joven jugador?

Hay muchas joyas escondidas que uno recibe siendo joven en ese entonces. Fue uno muy simple y quizás suena a lugar común. Fue este: "Siéntate y disfruta el momento, porque a algunos no les dura mucho tiempo". Tienes un año. O tienes dos. Algunos, afortunadamente, disfrutan una carrera completa. Fui capaz de reconocer la realidad de muchas cosas. Una de ellas fue: 'Esto es algo que no es prometido'. Hay muchas cosas a la vez... Y yo quería más. Sólo quería jugar y siempre hice preguntas.

Nunca sentí que era demasiado y más grande que este deporte. En mi mente, yo no siento que lo sé todo. Hay muchas cosas más por lograr. No tengo un campeonato. Me pueden considerar uno de los mejores jugadores, pero no soy el mejor. Entonces, hay aún más trabajo que hacer y así asumo esto y lo seguiré haciendo. Todos lo aprecian y me preguntan: 'Hombre, ¿cómo lo haces?' Es la misma mentalidad.

Sigo aprendiendo. Me queda mucho por aprender. Sigo respetando este deporte. Y no lo voy a irrespetar, porque ha sido muy bueno conmigo. Me encanta jugar, me encanta aprender y me gusta hacer preguntas.

Cinco hombres te albergaron en Toronto. Ahora, tienes cinco hombres a quienes albergar en Sacramento. ¿Nos puedes hablar con respecto a ese reto?

Lo disfruto. Uno personaliza a cada individuo. Cada uno de ellos está lidiando con cosas diferentes. Se piensa en De'Aaron y las presiones que tiene encima. Uno lo hace un poquito distinto que con los demás. Ayuda contar con varios veteranos. Sin embargo, intento sentir por lo que están pasando, ver qué hay y que les estimula y partir desde allí. Uno puede darles todo a varios de ellos. Hay que darles otras cosas a otros chicos porque están pasando por cosas distintas.

Hay una cosa que me gusta y es que estos chicos quieren aprender, están dispuestos a escuchar y hacer preguntas. Uno no lo percibió a primera vista. Esto no es el baloncesto universitario. No, hermano, este es un juego de hombres... Me permiten hablar con ellos. He pasado por muchas cosas.

¿Hay algo que te haya dicho alguno de ellos que te haya hecho sentir viejo?

La realidad te hace sentir mayor. (Fox) tiene solo 19 años. Esta es mi vigésima temporada. Eso ya te dice mucho. (Justin) Jackson tiene 21. Vimos bien (el roster). Harry Giles tenía 2 meses cuando me seleccionaron en el draft. Es una locura. Qué loco. Pero disfruto poder competir a este nivel.

¿Te sientes bendecido poder decir eso a los 40 años de edad?

Estoy muy agradecido por poder competir al lado de hombres a quienes duplico en edad. Si sumas las edades (de Fox y Giles), aún no me pueden alcanzar. ¿Entiendes lo que quiero decir? Es una locura. Para mí, es bueno para mí, porque aún me encanta jugar. Me hace trabajar más duro por la energía que tienen, debo trabajar más fuerte para alcanzar ese nivel. Y me siento bien por ello.

¿Por qué Sacramento?

Por la oportunidad. Me dieron una oportunidad para seguir jugando, enseñar y ser un mentor. No estaba preparado para sentarme en una banca y jugar por una cantidad limitada de minutos cuando sigo sintiendo que tengo mucho que aportar. Cuando no tenga mucho que dar, podré aceptar la realidad. Y aún no estoy listo para eso.

Quizás haya equipos y personas que vean algo así para mí. 'Un papel limitado. Queremos que quizás sirva de mentor'.

Probablemente lo vean así. Pero quería saber si todos los equipos sentían lo mismo. Cuando todos los equipos piensen igual, pues la mentalidad, la forma de ver las cosas y lo que uno busque sea diferente. Me ayudó poder estar con (el coach de los Kings Dave) Joerger y pasar un tiempo (con los Memphis Grizzlies). Se sintió como estar nuevamente en el vestidor de los Grizzlies a su lado. Fue una situación grandiosa.

Siempre es bueno ganar dinero. Pero no se trataba de eso, para serte honesto. Cuando uno llega a esta edad y poder ganar esa cantidad de dinero, uno simplemente dice: 'Gracias'. Entendieron bien y, al haber estado al lado de Dave en el staff de coaches, conocen mi forma de hacer las cosas. Saben las cosas que puedo aportar a un equipo. No importa si me seleccionaron en las etapas altas del draft o no. Mi forma de asumir el baloncesto sigue siendo la misma. Nunca cambiará.

Me parece que esta no será tu última temporada. ¿O me equivoco?

Veo las cosas año por año. Esperaré hasta que la temporada termine y así ver cómo me siento. Y juro que, cada año, después que la temporada termina, me siento bien y me digo: 'Puedo hacerlo de nuevo'. Se hace cada vez más y más difícil en cada verano poder prepararme y llegar al nivel en el cual necesito estar. A la vez, aún siento el reto y la motivación para luchar.

No sé cuántos años me queden sintiendo eso. Pero, será maravilloso hacer eso mientras trato de establecerme en una segunda carrera. Quiero asegurarme que esté preparado para la segunda fase de mi vida. Quiero trabajar como comentarista. Eso me gusta. Lo disfruto. Trabajo duro para ello también. Por ende, aprendí a equilibrar ambas cosas y eso ha hecho que la preparación sea más difícil. No obstante, sé que, si deseo seguir jugando este deporte, debo seguirlo haciendo.

¿Qué piensas con respecto a De'Aaron Fox?

Primero que todo, es muy rápido. Pero su situación es la misma de cada joven que llega a esta liga. Tiene mucho talento, pero sigue aprendiendo. Ese chico hace preguntas. Quiere ser bueno y está dispuesto a hacer lo necesario a fin de conseguirlo. Quiero asegurarme que se haga una rutina y se convierta en algo natural. Todos estos chicos tienen habilidades innatas, pero, cuando se juega en la NBA, uno desea destacar.

Sigo pensando que tiene mucho que aprender, al igual que lo creo de muchos novatos en esta liga con habilidades y talento. Y él lo tiene y será un buen jugador por la labor que está haciendo y los compañeros que tiene a su alrededor. Contamos con suficientes veteranos en distintas posiciones al lado de los jóvenes. Harry Giles cuenta con Z-Bo (Zach Randolph). Por supuesto, estoy allí, además. De'Aaron cuenta conmigo, con George (Hill) y Garrett (Temple). Los alas me tienen a mí y a Garrett. Lo hacemos todo de forma colectiva.

Obviamente, he estado allí por mayor tiempo, pero todos contamos con la misma mentalidad y comprensión de lo que estamos tratando de lograr. Sabemos que nuestro tiempo es limitado. Este es el futuro. Recuerdo el haber estado en esa posición.

¿Qué consideras con respecto al estado del concurso de clavadas y volverías a participar en él?

No, definitivamente no lo haría. Hay mucho talento por ahí, por lo que se convierte en algo entretenido. Ha sido muy divertido en los últimos años, no ha muerto. Hay gente que quizás piense de esa forma, pero hay mucho talento. Por supuesto, uno quiere ver a los mejores hombres, las mejores habilidades, los trucos.

Hay muchos que pueden clavar el balón. Hay muchos que pueden entretener. Existe una diferencia entre ambas cosas. Hay quienes pueden hacer algunas cosas. Sigue habiendo esperanzas. No diría que lo eliminen. Muchos preguntan: '¿Qué piensas? ¿Crees que deberían eliminarlo?' No. Sigue siendo entretenido. Siguen haciendo algo diferente. Por el nivel en el cual han puesto al concurso de clavadas, lo que quieren ver allí es (grandeza).

Por ende, cuando hay jóvenes que pisan ese escenario, deben comprender que su participación es todo un honor. Llegan ahí y piensan: '¿En qué me he metido?'. En el pasado, entendían en qué se estaban involucrando y lo que significaba la jornada del sábado (del fin de semana del Juego de Estrellas). El sábado, el viernes y el domingo tienen cada uno significados distintos. Para mí, el sábado es el evento principal. Si vas a participar en el concurso de clavadas, vas a estar allí como representante y lo debes hacer bien. Creo que, a veces, los chicos no le dan gran importancia. Cuando pisé la arena esa noche, iba a hacer mi mejor trabajo.

Sí, es el "sábado del Juego de Estrellas", claro. Pero, lo asumí como si fuera el evento principal. Obviamente, el domingo es un día importante. Miro el domingo, y el sábado está ahí. Sí, hay un momento para divertirse. Pero, cuando se trata del concurso de clavadas, la mentalidad es diferente. Pueden percibir lo serio que es para mí, cuando llegan allí. Ya estaba preparado. Lo asumí de una manera algo distinta. Eso es lo que le aconsejaría a cualquier jugador que considere participar o que desee estar en el concurso de clavadas. Tómenlo seriamente. Obviamente, tienen la idea de salir a ganar. Y hay que asumirlo con esa mentalidad también.