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Royce Young | ESPN.com 6y

Westbrook, George y Anthony tratan de mantener la perspectiva como nuevo súper equipo

Se ha convertido en una especie de escenario incómodo, ejemplo tangible de la integración y proceso de estrechamiento de lazos con el cual debe lidiar el trio estrella del Thunder. El equipo contrario es sancionado con una falta técnica, y alguien debe lanzar el tiro libre.

El tiro libre por faltas técnicas muestra la jerarquía del roster en acción, y típicamente recae al hombre alfa en la cancha (si, obviamente, es un buen encestador de tiros libres). Russell Westbrook los asumió todos durante la pasada temporada; Carmelo Anthony y Paul George estaban acostumbrados a hacerlo con sus equipos de antaño.

Pero, cuando los tres están juntos en la cancha y un defensor está en la línea por más de tres segundos o un entrenador oponente habla un poco de más, deben decidir: ¿Quién lo asume?

"Tuve una conversación con Russell al respecto y se lo dejé a él", dijo el entrenador del Thunder Billy Donovan.

Este carrusel en la línea de tiros libres se debe en parte a que Westbrook comenzó la temporada experimentando dificultades con sus tiros después de haberse producido faltas, algo extraño en él (causado por un cambio en las reglas sobre los retrasos en partidos que afectaron su rutina, según el propio jugador lo afirmó), más ha recuperado la senda durante los tres partidos más recientes, con 24 aciertos en 26 intentos.

Sin embargo, Westbrook cede la responsabilidad ocasionalmente. Indicó que simplemente depende de la situación del partido, y él le hará un gesto a Anthony o George para que hagan sus intentos, o él da el paso por iniciativa propia. Debido a él, es su responsabilidad, y todo encaja dentro del relato que actualmente tiene el Thunder presente mientras se acostumbra a este nuevo roster: Depende de él que las cosas funcionen.

"Forma parte de mi trabajo asegurarme que ellos (se sientan cómodos)", dice Westbrook. "Son grandes jugadores y mi trabajo es asegurarme que se sientan bien, en sus puestos, y cómodos con las cosas que benefician a su juego".

Cuando el Thunder ha tenido momentos de congestión, se ha pensado que quizás Westbrook volvería a su versión de 2016-17, acumulando triples-dobles de 40 puntos, y después se entendería con George y Anthony, pero que no estaría dispuesto a sacrificar las victorias por ese proceso de acoplamiento. Ha resistido la tentación, al menos hasta ahora, de abandonar sus planes bien intencionados y desatarse sin restricciones.

"No, eso fue el año pasado", dice Westbrook. "Este es un nuevo año, un nuevo equipo".

Es un equilibrio muy delicado de conseguir para el actual MVP, tratando de asumir su propio estrellato y la capacidad de dominar un partido, mientras ayuda a George y a Anthony a florecer. Esto ha conducido a cierta intranquilidad en la ofensiva a principios de temporada, especialmente en partidos por margen cerrado, con el Thunder tratando de reducir esas posesiones que hacían ver que sus jugadores trataban de dividirse las responsabilidades de forma equitativa, todo mientras se aprovecha la plenitud de talentos y destrezas con las cuales cuentan los tres, particularmente en aislamiento.

"Nos comunicamos, hombre. Esto no nos preocupa", dice Westbrook. "A quien le vaya bien, allí irá el balón. Jugamos unos con otros y así nos entendemos. El juego nos dirá qué hacer".

Todo esto ha sido positivo en teoría, y suena bien entre comillas, pero el juego en la cancha ha sido dispar. El trio de estrellas ha producido un rating ofensivo de 107.8, mejorando constantemente durante el primer mes. El Thunder ha ganado tres compromisos al hilo, todos en casa y todos contra equipos con récord inferior a .500. Creen que están mejorando, sin embargo, mientras consiguen entender cuál es su identidad, el desechar la idea de equilibrio podría convertirse en un elemento que mantiene el suspenso sin ser relevante al objetivo principal, un MacGuffin, como lo decía Alfred Hitchcock. El Thunder pudo haber entendido eso tras el punto más bajo de la temporada hasta ahora, un mitin en el vestidor a puertas cerradas en Denver tras la cuarta derrota al hilo. El mensaje, principalmente de Westbrook: Paul George, tienes libertad de ser la estrella que eres.

"Tras nuestra derrota en Denver, nos sentamos y conversamos con Russ", dice George. "Le pregunté que necesitaba de mí, qué deseaba que yo mejorara. Y durante las dos noches (siguientes) implementé lo que me pidió, y eso era que fuera yo mismo, que fuera agresivo y me mantuviera en modo de ataque".

George anotó 42 y 37 tantos en los próximos dos partidos (Y asumió la responsabilidad de lanzar los tiros libres tras faltas técnicas). La ofensiva del Thunder se vio más diversa y explosiva que lo mostrado durante toda la temporada. Westbrook se asentó aún más dentro de un rol con el cual se sentía cómodo durante la mayor parte de su carrera, ayudando y alimentando a un ala con alta eficiencia en encestes.

Anthony regresó tras no intervenir en un partido por molestias en su espalda, y el Thunder tuvo 36 por ciento de encestes y George anotó 13 puntos con marca 4-15 en encestes. Anthony es quizás el punto en el cual aún se está elaborando. Tiene una forma particular de jugar y eso complica la relación más natural entre Westbrook y George. Sin embargo, puede ser el factor que eleve al Thunder al nivel al cual desean llegar. Su llegada fue un riesgo calculado, pero fue asumido con la visión de competir con los más grandes en la NBA.

El Thunder se apresta a cumplir su primer mes juntos. Parece que las cosas están mejorando, pero eso podría ser producto de sus oponentes y menos de tratar de entenderse bien. Westbrook claramente ha intentado hacer ajustes, tomando menos posesiones y sin exigir el balón tan seguido. A principios de la campaña eso parecía ser un esfuerzo en conseguir la equidad cada noche entre todos, pero la evolución del juego de Oklahoma City durante el último par de semanas indica que todo se trata de apoyarse en la estrella a quien le esté yendo mejor. Y eso puede cambiar durante el curso del mismo partido.

"Creo que a este punto, ya no estamos tratando de adivinar a donde estarán los muchachos, donde recibiré el balón, donde hay buenas oportunidades de anotar", dice George. "Creo que, a principios de temporada, todo es tan nuevo, no mostramos cuando atacar o cual era la forma apropiada de crear espacios, como operar ofensivamente. En este momento, todo está fluyendo. Comprendo cuál es mi rol y dónde puedo ser agresivo y dónde puedo ser de ayuda en impulsar a nuestra ofensiva. Todo está empezando a encajar".

Esas palabras son muy bonitas. Y tras unas cuantas victorias, es muy probable que George se haya sentido muy bien al expresarlas. Pero, con el Thunder en ruta a San Antonio el viernes, luego a Nueva Orleans el lunes y de regreso a Oklahoma City para un duelo el miércoles contra el equipo por el cual armaron un roster a fin de atacar su supremacía (los Warriors), esas frases serán puestas a una prueba muy exigente.

¿Qué tanto han alcanzado en un mes de juego? Están a punto de averiguarlo.

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