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Jorge Morejón | ESPN Digital 6y

Racha de los Celtics se derrite en el calor de Miami

MIAMI – Con más suerte que habilidad, el Miami Heat resistió una frenética embestida de los Boston Celtics en los minutos finales del partido para llevarse un triunfo inesperado por 104-98 y cortar una racha de 16 triunfos seguidos de los visitantes.

“Creo que no nos preocupamos en ningún momento como debíamos, pues siempre pensamos que tendríamos la capacidad de recuperarnos”, reconoció el novato Jayson Tatum, quien en su breve estancia en la NBA ya ha visto a los Celtics remontar marcadores adversos y convertir en triunfos derrotas inminentes.

“Pienso que hay que darle al Heat todo el crédito. Nosotros hemos estado jugando en fuego en los últimos partidos, siempre encontrando la manera de ganar, pero es difícil mantener ese paso, sobre todo en la carretera”, señaló por su parte el dominicano Al Horford.

“Todos los equipos tratan de sacar lo mejor ante nosotros. Tuvimos un arranque lento y eso nos costó. Ellos quisieron demostrar que eran capaces de vencernos y lo probaron”, consideró Kyrie Irving, el mejor anotador de Boston en la noche, con 23 unidades.

Goran Dragic anotó 29 puntos, 20 de ellos en la primera mitad, y Dion Waiters sumo 26, ocho de ellos en las postrimerías del encuentro, para liderar la ofensiva del Heat, que estuvo delante en el marcador prácticamente desde el pitazo inicial.

“Fue un juego medio loco. En momentos jugamos muy bien, en otros muy mal, pero estamos satisfechos con el resultado. Necesitábamos ser más agresivos en la pintura y poner presión en sus hombres grandes. Lo hicimos y cosas buenas pasaron”, dijo el Dragón.

“Lo menos importante es el resultado en sí, sino la actitud, la conducta y los hábitos”, manifestó Erik Spoelstra, el coach del Heat cuyo trabajo ha estado en entredicho en los últimos días.

“Obviamente, vencimos a un gran equipo, pero el mayor examen será en 48 horas, cuando volvamos a jugar y demostremos que somos capaces de mantener el nivel exhibido esta noche”, añadió Spoelstra.

“Creo que merecieron el triunfo. Jugaron de una manera en que no nos dieron oportunidad alguna. La manera en que condujeron la pelota y como supieron resistir nuestros intentos…hay que darle todo el crédito a ellos”, reconoció el coach Brad Stevens, de los Celtics.

Irving anotó dos canastas seguidas en los tres primeros minutos del juego y esa ventaja de 4-0 fue la única que disfrutó Boston en la noche.

El Heat dominó el primer cuarto 27-16 y llegó a tener ventaja de hasta 18 unidades, para irse al descanso intermedio con pizarra de 54-41.

Los Celtics intentaron reaccionar en el tercer parcial, también dominado por Miami 25-22, pero el partido reservaba sus mejores emociones para los finales.

Parecía que al Heat se le acababa la gasolina. Luego de entrar al último parcial con 16 cartones delante, los visitantes desataron una ofensiva frenética, combinada por varios errores y pérdidas de balón seguidos, que llegaron a poner diferencia de un solo punto en la pizarra, 91-90, a falta de 3.14 minutos por jugar.

Si los Celtics no igualaron y se fueron arriba fue por sus propios errores, más que por los aciertos del rival.

“No creo que hayan tenido suerte. La suerte se la crearon ellos mismos con el ritmo que le imprimieron al juego desde el principio. Los buenos jugadores como Waiters van a hacer los tiros en los momentos cruciales y nosotros no supimos defendernos”, aclaró Stevens, quien restó importancia al hecho de ver rota la seguidilla de 16 triunfos.

“En algún momento pasaría. No íbamos a ganarlos todos. Esto apenas está comenzando”. agregó el entrenador visitante.

Pero Waiters le devolvió el alma a los fanáticos en el American Airlines Arena con dos triples seguidos que volvieron a despegar al equipo a una distancia que Boston fue incapaz de recortar nuevamente.

“Ellos estaban haciendo una gran corrida y estábamos desangrándonos. Necesitábamos detener el sangramiento. Más allá de los dos triples míos, creo que pudimos reorganizar la defensa a tiempo”, explicó Waiters.

“Dion mostró gran confianza. Todo se trata de tomar las mejores decisiones y la responsabilidad de qué hacer con el balón en los momentos cruciales. Creo que estuvo leyendo mejor la defensa rival y jugando de manera más agresiva, paciente y persistente al mismo tiempo”, elogió Spoelstra, quien también celebró la actuación de Dragic.

“Goran es un guerrero, un ganador. De él tenemos que aprender sus hábitos ganadores, que lo hacen no sólo uno de los jugadores más consistentes del equipo, sino de toda la liga”. concluyó el entrenador de Miami.

Con este resultado, el Heat mejoró su récord a 8-9, mientras que los Celtics tienen ahora 16-3, la mejor marca de toda la NBA.

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