Es dudoso que ninguno de los 37 puntos de Chris Paul hiciera feliz a Damian Lillard, pero los dos últimos realmente encendieron al armador de los Portland Trail Blazers el miércoles por la noche.
Con los Houston Rockets arriba por siete y la posesión del balón con unos 12 segundos por jugar, Paul entró por una bandeja sin oposición en lugar de dejar correr el reloj para el final del partido.
Lillard siguió a Paul por la cancha mientras el reloj daba vuelta y cruzó palabras con él después del timbre final. Eventualmente, Lillard intentó quitarle la pelota a Paul de las manos antes de salir de la cancha.
"Simplemente le pregunté: '¿Qué sacaste de eso?'", dijo Lillard a los periodistas después del juego. "Él dijo, 'ustedes no estaban defendiendo'. Pero volvimos. Habían dos hombres de regreso. Volvimos. Estaba corriendo por la cancha para conseguir la bandeja y CJ [McCollum] lo estaba persiguiendo. Me sentí como en esa situación, si tienes que hacer eso vas a buscar la bandeja, ¿de qué sirve?
Lillard dijo que los Blazers perdieron el juego "justo y limpio", pero estaba frustrado porque Paul había roto una regla no escrita atacando el aro en los últimos segundos cuando ya el partido estaba decidido.
"Creo que en lo que respecta al espíritu deportivo y el respeto, si los roles se invirtieran, no creo que les guste", dijo Lillard. "Tenían a dos hombres en el piso. Creo que [Shabazz Napier] regresó, volví corriendo por esa razón... Recuperamos a dos muchachos y él corrió por la cancha para conseguir la bandeja. En ese punto, solo te preguntas, ¿qué va a hacer por ti? ¿Qué intentabas conseguir allí mismo? Y eso es lo que le pregunté".
Paul restó importancia al incidente después del juego.
"Todavía estaban intentando atraparme", dijo Paul, quien recibió un bloqueo doble para que se le negara el pase interior después de la bandeja de McCollum.