CLEVELAND – Luego de la derrota 118-108 sufrida por los Cleveland Cavaliers ante los Golden State Warriors en la noche del lunes, varios jugadores de la franquicia subcampeona de las pasadas Finales de la NBA han reconocido una sensación de descontento, la cual crece con el paso de los días; además de una fuerte preocupación al sentir que, contrario a lo sucedido en pasadas campañas, el equipo no parece contar con la capacidad de resolver sus problemas y así regresar a la senda que les conduzca a ganar un título.
Varios jugadores prominentes de los Cavaliers, quienes hablaron bajo condición de anonimato a ESPN, Cleveland.com y The Athletic, expresaron dudas con respecto a la posibilidad que los problemas actuales de la franquicia (a saber: un roster veterano, personal con retos a la defensiva y un exceso de jugadores de reparto) puedan ser resueltos solamente mostrando paciencia, a la espera de la oportunidad en la cual todo fluya, cuando todos estén en plenas condiciones.
La fecha límite para hacer cambios del 8 de febrero se aproxima y los Cavaliers tienen varias opciones, incluyendo negociar a su puesto de selección en primera ronda del draft 2018; lo cual podría despertar cierto interés dentro del mercado libre. Además, cuentan con un puesto de selección sin proteger en primera ronda del draft de este año, adquirido en la operación que despachó a Kyrie Irving a los Celtics. Sin embargo, varias fuentes ligadas a la NBA revelaron a ESPN que los Cavaliers preferirían quedarse con este puesto de selección como una manera potencial de iniciar un reinicio dentro de la franquicia en caso que LeBron James deje el equipo en julio próximo a través de la agencia libre.
Esta ha sido una campaña llena de altibajos para los Cavaliers, quienes arrancaron con marca 5-7, luego arrollaron con 18 triunfos en 19 compromisos y después se hundieron en su crisis actual, con récord 3-9 desde el 19 de diciembre.
Peor aún, muchos de los triunfos de Cleveland se produjeron ante rivales de nivel inferior. La derrota ante los Warriors del lunes redundó en la caída del récord de Cleveland ante los tres principales equipos de cada conferencia a 1-6, con marcas 0-2 ante Golden State, 0-1 contra Houston, 0-1 ante Minnesota, 0-1 contra Toronto y 1-1 contra Boston.
Previa a la jornada de la noche del lunes, Cleveland estaba ubicado en el puesto 29 en eficiencia defensiva, permitiendo 109.3 puntos por cada 100 posesiones. Durante las últimas 20 temporadas, ningún equipo que haya terminado en los últimos dos puestos en la categoría de eficiencia defensiva ha alcanzado los playoffs de la NBA y menos las Finales, de acuerdo a cifras de ESPN Stats & Information. Los Cavaliers intentan hacer su cuarta aparición consecutiva en las Finales tras mostrar registro de 1-2 en la ronda de campeonato contra los Warriors en los últimos tres años. En lo personal, James intenta llegar a su octava final al hilo y novena en general, mostrando récord de 3-5 en las Finales hasta ahora.
Naturalmente, la decepción producida por la derrota más reciente sufrida por los Cavaliers se mantenía fresca en la mente de sus jugadores al conversar con los medios el lunes. Fue un encuentro competitivo durante cierto momento, con los Cavaliers teniendo ventaja por siete tantos al ir al medio tiempo; sin embargo, los Warriors los abrumaron en los momentos cumbre, superando a Cleveland 61-44 en la segunda mitad y atando a los Cavaliers a mostrar 6-23 en encestes (26.1 por ciento) durante el cuarto periodo.
“Parecía que el aro se hacía cada vez más y más pequeño”, dijo James. “Me gustaron nuestros esfuerzos de esta noche. Si seguimos así, me gusta la situación en la que nos encontramos con miras a nuestros próximos partidos”.
A principios de semana, James expresó: “Me encanta nuestro potencial”, al ser preguntado con respecto al estado en el que se encuentran los Cavaliers. La interrogante es si ese potencial se convertirá en hechos.
Si bien la racha encendida de los Cavaliers sirvió para bajar tensiones a principios de temporada, la fórmula del éxito de Cleveland no era sostenible en el tiempo, utilizando primordialmente una rotación conformada por nueve hombres; sin incluir dos jugadores de primer orden como lo son Tristan Thompson, quien estaba fuera de acción por una lesión en su pantorrilla, e Isaiah Thomas, quien no había hecho su debut con los Cavaliers y se recuperaba de un desgarre en su labrum en las caderas, el cual le representó una ausencia por más de siete meses de las canchas.
Thomas, adquirido a los Boston Celtics junto con el puesto de selección en primera ronda del draft originalmente propiedad de los Nets, Jae Crowder, Ante Zizic y un puesto de selección adicional en segunda ronda, producto de la negociación por Irving producida en agosto, jugó su mayor cantidad de minutos (32) en los cinco partidos desde su debut con lo Cavaliers. Sin embargo, tuvo marca de 8-21 en encestes (incluyendo 1-7 en triples).
“Sólo deseo que haga los tiros cuando se le dé la oportunidad”, afirmó el entrenador de los Cavaliers Tyronn Lue. “No se trata de forzar los tiros. Sin embargo, si alguien, sea quien sea dentro del equipo que pueda encestar el balón, si están abiertos 21 veces, entonces hagan el tiro. No se trata de la cantidad de tiros, es la cantidad de tiros efectivos. Si te pertenecen, entonces debes estar listo para hacerlos”.
Se han producido comparaciones naturales dentro del vestuario de los Cavaliers entre Thomas e Irving, debido a que ambos juegan la misma posición y fueron intercambiados uno por otro. Irving, quien comanda a los Celtics, actuales números 1 de la Conferencia del Este con una actuación arrolladora, fue conocido por ser la bujía que encendió a los Cavaliers a fin de salir de sus dificultades anuales y que ayudaba a elevar los niveles de intensidad del resto, incluyendo el propio James. Irving igualmente brillaba en los momentos más importantes, con promedio de 29.4 puntos y 47.2 por ciento de encestes en las Finales contra los Warriors en junio pasado.
Si bien es natural que se produzca cierto periodo de evaluación a fin de entender lo que Thomas aportará en definitiva a la causa de los Cavaliers (con el propio Thomas sugiriendo el fin de semana pasado que requerirá “de 15 a 20 juegos, o quizás un mes” antes de “volver al nivel al cual estoy acostumbrado a jugar”), su cronograma está coincidiendo, para bien o para mal, con las semanas cercanas a la fecha límite para ejecutar cambios.
Mientras tanto, los Cavaliers cuentan con dos jugadores en proceso de recuperación (Derrick Rose e Iman Shumpert) que podrían alterar el proceso de acoplamiento de la rotación actual, una vez se encuentren saludables y en capacidad de jugar.
Igualmente, se podría producir un periodo de ajuste inevitable tras la consecución de cualquier canje de alto nivel. Hay que tener en cuenta que los cambios a mitad de temporada son una tradición anual para los Cavaliers, tanto o más que sus rachas negativas de mitad de campaña, produciéndose negociaciones en años anteriores que resultaron en la adquisición de Shumpert, J.R. Smith y Timofey Mosgov en 2015; Channing Frye en 2016 y Kyle Korver en 2017.
“No estoy anticipando nada”, expresó Lue en declaraciones previas al cotejo contra los Warriors, al ser interrogado con respecto a la posibilidad de integrar nuevas piezas dentro de su rotación.