NBA Selecciones
Ian Begley | ESPN.com 6y

¿La estatura de Kristaps Porzingis dificulta su recuperación?

La cirugía de Kristaps Porzingis en su ligamento cruzado anterior está competa. El alero estrella de los New York Knicks se sometió al procedimiento el martes pasado en el Hospital for Special Surgery de Manhattan.

Entonces, ¿cuándo volverá Porzingis a la cancha? Eso aún no está claro.

La expectativa, en estos momentos, es que Porzingis permanezca fuera de acción, por lo menos, durante 10 meses, de acuerdo con lo indicado por fuentes a ESPN. Sin embargo, no se podrá contar con un cronograma más específico antes que Porzingis inicie su rehabilitación.

¿Cómo se verá este proceso de rehabilitación? ¿Podrá Porzingis volver a la forma mostrada antes de su lesión?

Para tener algunas respuestas, hablamos con la experta en lesiones de ESPN, Stephania Bell. En las siguientes líneas, Bell nos da luces con respecto a estos tópicos y otros ligados con la recuperación de Porzingis. (Hay que aclarar que Bell habla de este caso desde una perspectiva generalizada sobre la clase de lesión sufrida por Porzingis; no habla específicamente de la situación de Porzingis ya que ella no lo ha tratado como paciente).

¿Cuál podría ser el cronograma potencial de recuperación de Porzingis?

Bell: “En promedio, los atletas de la NBA regresan a jugar en un rango entre 10 a 12 meses posteriores a la reconstrucción del ligamento cruzado anterior. Es importante destacar que las características específicas de la lesión, las cuales incluyen de manera más importante, si es una lesión aislada (sólo sufrida en el ligamento) o no (lo cual significa que hay múltiples estructuras involucradas, tales como los meniscos, cartílagos u otros ligamentos), son las que determinarán la complejidad de la cirugía y del ritmo de rehabilitación. (Nota: se considera que la lesión de Porzingis se produjo únicamente en el ligamento). Mientras haya más cosas que tratar en la cirugía, la rehabilitación se hará más compleja. Dependiendo de los detalles de la cirugía, el proceso de rehabilitación puede desacelerarse a propósito en ciertos puntos a fin de proteger tejidos que aún están curándose, incluso si el jugador siente que está haciendo buenos progresos”.

“Hay otros factores que pueden potencialmente influir en el proceso de rehabilitación, incluyendo la capacidad del propio atleta de sanar, seguir fielmente el programa de rehabilitación, lesiones previas, variables anatómicas, desequilibrios musculares o déficit de fortaleza, control neuromuscular. Existen

también las exigencias específicas de su posición, el rol que el atleta tiene dentro del equipo, etcétera. Cuando se comienzan a considerar todos los factores diferentes que tienen potencial para influir en la recuperación de un atleta, se hace más fácil apreciar la resistencia mostrada por una organización en dar un cronograma firme, basándose simplemente en un diagnóstico”.

¿Esta lesión podría afectar las habilidades atléticas de Porzingis?

Bell: “Seguramente… si intenta volver antes que se encuentre totalmente listo para su regreso. Parte del proceso de rehabilitarse por completo tras una lesión de este tipo va más allá de la capacidad básica de poder efectuar actividades relativas al baloncesto, y se trata de poder regresar al nivel previo de desempeño. Eso no significa necesariamente que un atleta se muestre igual a como estaba antes de la lesión cuando pise una cancha por primera vez. El regreso al juego a menudo es denominado como la fase final de la rehabilitación porque no hay nada que pueda simular la competencia en la cancha al más alto nivel. La mayoría de los atletas dirán que no se sentirán de vuelta al nivel de desempeño mostrado antes de la lesión en un periodo no menor a seis meses o hasta un año luego de su regreso a la acción”.

“Pueden seguir siendo efectivos en el departamento de estadísticas, incluso mientras recuperan la forma. En un estudio publicado en 2013 que revisó los promedios de regreso al juego y el desempeño de jugadores de la NBA tras haber sido sometidos a reconstrucciones de sus ligamentos cruzados anteriores, varias métricas que miden el desempeño (puntos, rebotes, bloqueos, etc.) mostraron declive en los jugadores que regresaban tras dicha lesión. Sin embargo, ese descenso no tuvo diferencia significativa con las cifras previas a la fractura del ligamento”.

¿Se diferencian la lesión y el proceso de recuperación (o se dificulta este último) debido a la estatura de Porzingis de 7 pies, 3 pulgadas, o 2.16m?

Bell: “No existe suficiente data específica en cuanto a gigantes en la NBA comparados con otros jugadores dentro de la liga que nos pueda aportar suficiente evidencia en este caso, pero, a juzgar por lo meramente anecdótico, parece que su recuperación se hace un poco más lenta. La pregunta, entonces, es por qué. Los jugadores de menor estatura y más veloces tienen mayores exigencias en quiebres rápidos, pivotear y en cuanto a su agilidad; por ende, deben enfocar sus esfuerzos de rehabilitación en estas destrezas antes de regresar. Los jugadores más espigados cuentan con mayores retos a la hora de entrenar nuevamente su control dinámico muscular que ayuda a proteger la rodilla”.

“Las largas palancas de los muslos y la pierna inferior se cruzan en la rodilla y, si no son bien controladas por los músculos superiores (caderas) e inferiores (tobillos),

la fuerza que resulte de este movimiento puede amenazar al cartílago menos tolerante (la rodilla) en el medio. Lo interesante en el caso de Porzingis es que, cuando perdió el control en su tobillo (al caer sobre el pie de Giannis Antetokounmpo), su cadera no pudo evitar que la rodilla se doblara y el resultado fue la fractura del ligamento cruzado anterior”.

“Incluso, previo a la lesión, pudimos ver ciertas pistas que nos indicaban que Porzingis se encontraba en riesgo. Porzingis se lesionó el tobillo izquierdo a principios de noviembre. En diciembre (y nuevamente en enero), lidió con molestias en su rodilla izquierda. ¿Estas lesiones tienen que ver unas con otras? No hay forma de saber con certeza si es así, pero ciertamente todo lo anterior sugiere que Porzingis tendrá mucho trabajo que hacer de arriba abajo en su cuerpo a fin de fortalecerlo antes de regresar a la acción. De lo contrario, su riesgo de lesionarse nuevamente crecerá. Siendo Porzingis un trabajador joven con un futuro prometedor, Porzingis quedará mejor siendo sometido a un proceso de rehabilitación metódico y completo que trate todas sus debilidades en vez de intentar cumplir con un cronograma artificial”.

El camino por venir será largo y difícil para Porzingis. Al momento de su lesión, el All-Star de 22 años era líder de los Knicks en anotación (22.7 puntos por partido) y era líder en la NBA en bloqueos por partido (2.4). La forma en la cual la lesión del ligamento cruzado anterior de Porzingis afectará sus números de ahora en adelante aun no queda clara; sin embargo, Kevin Pelton de ESPN nos provee un importante contexto histórico con respecto a la manera en la cual las lesiones del ligamento cruzado anterior han afectado a los jugadores entre 21 y 23 años en un artículo anterior. Esa data sugiere que los números de Porzingis sufrirán mermas durante las dos temporadas siguientes a su regreso a la cancha. Pero la lesión de cada jugador (y su capacidad de recuperación) es distinta.

Y los más cercaos a Porzingis creen que la forma diligente en la cual asume su recuperación le ayudará a regresar a las canchas mejor que antes.

“Tiene una gran actitud al respecto. Sabe que va a regresar”, afirmó el coach de los Knics Jeff Hornacek durante la jornada del lunes. “Entiende que va a regresar mejor que nunca. Desea que las cosas no hubiesen ocurrido de esta forma; sin embargo, podrá aprender muchas cosas viendo los partidos durante el resto del año. Es un chico que desea convertirse en uno de los mejores. Sabemos que va a trabajar muy duro para poder regresar”.

^ Al Inicio ^