Un par de murales decoran el pasillo del Toyota Center fuera del vestuario de los Houston Rockets, dos collages de fotos y clips de periódicos desde el piso hasta el techo que celebran los logros más memorables de la franquicia.
El primer mural muestra a los equipos de Rockets que ganaron los títulos seguidos en 1994 y 1995. Honra al pívot Salón de la Fama Hakeem Olajuwon, al entrenador Rudy Tomjanovich y al resto de los jugadores de los equipos que acuñaron el apodo de "Clutch City" y entregaron a la franquicia los dos únicos campeonatos de la NBA.
El segundo mural está dedicado a la racha ganadora de 22 juegos, récord de la franquicia, y que en su momento fue la segunda más larga en la historia de la NBA. La protagonizaron los Rockets de 2007-08, liderados por Yao Ming y Tracy McGrady. Pero no se mencionan los playoffs de esa temporada, cuando una fractura por estrés en el pie de Yao lo marginó y el Utah Jazz eliminó a Houston en primera ronda.
Si es necesario, esos murales podrían servir como un recordatorio del panorama general, por así decirlo, de la edición actual de los Rockets. No es necesario, ya que los Rockets se encogen de hombros colectivamente ante la relevancia de la racha de 17 victorias consecutivas con la que entrarán al juego de la noche del viernes frente a los Toronto Raptors, un enfrentamiento entre equipos en la cima de sus respectivas conferencias.
Es bueno tener la racha ganadora más larga en la NBA esta temporada, pero estos Rockets no quieren que nada asociado con la temporada regular sea un punto focal de su futuro mural. Ciertamente no están de humor para celebrar en este momento.
"Sabemos que todo se trata de construir para los playoffs", dijo el escolta de los Rockets Chris Paul a ESPN, un sentimiento del cual se hizo eco del resto de los Rockets. "Todo esto es lo que es. Es parte del proceso. Sabemos lo que realmente nos importa".
Paul, cuya decisión el verano pasado de unir fuerzas con James Harden dio la oportunidad a los Rockets de emerger como legítimos desafiantes de los Golden State Warriors, puede apuntar a la experiencia personal. Los LA Clippers tuvieron una racha de 17 victorias consecutivas durante la temporada 2012-13, la primera de Paul en Lob City, pero cayeron en la primera ronda, con la lesión de tobillo de Blake Griffin como un factor inoportuno.
Paul ha hecho referencia a la racha de victorias de los Clippers, la implícita desilusión resultante de los playoffs, en algunas ocasiones recientemente. Pero esas conversaciones fueron con los miembros de los medios, no con los compañeros de equipo, como una forma de explicar por qué Paul no quedará atrapado en ninguna exageración sobre la racha.
"No creo que hablemos de eso en absoluto", dijo el alero Trevor Ariza antes de rechazar un cuestionario sorpresa sobre la racha ganadora de los Rockets, suponiendo que había un juego bajo.
"Ni siquiera se me pasa por la cabeza, lo juro", dijo P.J. Tucker.
"Atacamos el aro, tratamos de mantenernos sanos, tratamos de divertirnos y pase lo que pase, sucede", dijo Paul. "Simplemente tratamos de permanecer en el momento. Quédense en el momento, no intenten pensar en todo eso. Solo sigan esperando y dejen todo lo demás para que todos los demás hablen".
Para aquellos que quieren mirar hacia adelante, los Rockets están a medio camino de romper el récord de 33 victorias consecutivas de Los Angeles Lakers en 1971-72, la cual es la racha ganadora más larga en la historia de la NBA. El triunfo No. 34 vendría contra los Lakers en el Staples Center el 10 de abril.
Ese registro no es el objetivo de los Rockets, pero no hay razón para descartar la posibilidad. Después de todo, Houston presenta un ridículo 34-1 cuando Harden, Paul y el centro Clint Capela juegan juntos, con la única derrota por un margen de dos puntos ante los New Orleans Pelicans.
Y un equipo que está "simplemente fuera de juego" y "bailando", como dijo Harden después del triunfo del miércoles sobre los Milwaukee Bucks, cree que es capaz de hacerlo.
"Si superamos estos próximos juegos sin perder...", dijo el sexto hombre Eric Gordon antes del viaje por carretera que comenzó el martes en Oklahoma City, "Realmente no nos veo perder".
Los Raptors, ganadores de 13 de los últimos 14 juegos, representan un obstáculo formidable. El Índice de Poder de Baloncesto de ESPN (BPI, por sus siglas en inglés) considera que Toronto es ligeramente favorito en el juego del viernes debido a tener la ventaja de local. Este es el único momento en que los Rockets no serán los favoritos para el BPI el resto de la temporada regular, de acuerdo con ESPN Stats & Information Research.
Houston ha sido favorito del BPI en todos los juegos en lo que va de la temporada, con la excepción de sus dos victorias sobre los Warriors.
La racha ganadora de los Rockets les ha permitido mantener una estrecha ventaja sobre los Warriors en la lucha por la ventaja de locales en las finales de la Conferencia Oeste, si finalmente los equipos con los dos mejores récords de la NBA se encuentran. Houston (51-13) tiene una ventaja de medio juego sobre los Warriors, y los Rockets poseen la ventaja del desempate en virtud de ganar la serie de temporada regular.
Sin embargo, el consenso de los Rockets es que su enfoque debe ser la firmeza en sí mismos, en mejorar detalles más finos, en ponerse en posición de llegar a la cima en la postemporada. Sin mirar hacia la historia. Y sin mirar por encima de sus hombros a los Warriors.
"Cuando te digo que ni siquiera hablamos sobre eso, no lo hacemos. Realmente no lo hacemos, amigo", le dijo Tucker a ESPN.
"El entrenador [Mike D'Antoni] habla de nosotros, obviamente, queriendo ser el primer lugar y tener ventaja de local [en los playoffs], pero aún más que eso, queremos estar en la misma página como equipo. Queremos tener esa sensación de llegar a los playoffs, que realmente pensamos que podemos entrar, y ganar todos y cada uno de los juegos que jugamos.
"Creemos que tenemos el mejor equipo, de arriba a abajo, en la NBA. Si podemos controlarnos, todo lo que queremos va a suceder".
