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Derrick Rose, motivado por demostrar su juego con Wolves

MINNEAPOLIS - Mientras Derrick Rose se prepara para otro regreso a la NBA, esta vez como jugador de los Minnesota Timberwolves, el ex JMV admite que está motivado por mostrar a los escépticos que todavía puede jugar a un alto nivel.

“A lo grande”, le dijo Rose a ESPN después de la práctica del sábado. “Tengo 29, están actuando como si tuviera 39. Todavía soy capaz de empujar el balón por la duela, ellos actúan como si estuviera en una silla de rudas. Todas estas lesiones -incluso vine aquí a realizar mi examen físico (el personal médico de los Wolves) vieron mi físico y no podían creer cómo mi cuerpo estaba en buena forma. Cosas pequeñas como esas me empujan a salir y trabajar aún más duro, porque en el exterior miran hacia adentro, probablemente piensan que camino cojo, probablemente pienses que llevo bolsas de hielo cada día, esto y lo otro. Hombre, esto es totalmente lo opuesto.

“Me siento bien. Me cuerpo se siente bien. Y esta última vez, incluso lastimado, mi periodo de lesiones, la última vez que me lesioné fui empujado, sacado del aire. ¿Cómo puedo detenerlo? Traté evitar caerme, me torcí el tobillo, pero las personas fuera, los fans ahora en Snapchat, en Twitter, Instagram, lo que sea, solo ven las jugadas, ven los reportes ‘oh, él se lesionó a sí mismo de nuevo’. ¿Viste la jugada? No. Tú escribes un comentario antes de ver la jugada, ni siquiera miraste todo el juego, así que no puedo tomarte en serio”.

Desde que se convirtió en el más joven JMV de la historia a los 22 años durante la campaña 2010-2011 como jugador de los Chicago Bulls, Rose ha sufrido varias lesiones, incluido la rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda durante la temporada 2011-2012. Él sabe que todavía hay fanáticos que lo apoyarán pero también sabe que hay una gran mayoría de fans que quieren verlo fracasar y no pueden creer que todavía esté en la liga.

“Así es cómo me siento al respecto, con toda la perspectiva”, dijo Rose.

“Podrías tener tu perspectiva sobre mí, por lo que soy un vago, no puedo jugar, no puedo disparar, esto y lo otro, está bien, no tengo resentimiento sobre eso. Estoy bien con eso. Si es como te sientes, así es cómo te sientes, pero a mismo tiempo, no necesito tu validación. Sé quién soy, sé qué tipo de jugador soy. Así que lo respetas y respeto ese (punto de vista) y debemos ser buenos. Así es como me siento al respecto”.

Rose inició el año como integrante de los Cleveland Cavaliers pero sufrió una lesión a principios de la temporada y se tomó un descanso para reflexionar su futuro en la liga. Una vez que decidió regresar, solo jugó en unos pocos partidos antes de ser cambiado al Utah Jazz, que decidió dejarlo libre en la fecha límite de cambios. Si se tiene en cuenta lo que ya ha pasado y las lesiones que ha sufrido, Rose se contenta con ignorar a todas las personas que dicen que no debería estar de vuelta en un equipo de la NBA.

“Es una broma”, dijo Rose a ESPN. “Es una broma. No puedo tomarlo demasiado en serio, como dije antes, si no sabes quién eres, fácilmente podrías quedarte atrapado en la mezcla de querer defenderte pero no necesito hacerlo porque muchas personas me guardan rencor o les desagrado. Es como por razones personales, ¿sabes lo que quiero decir? O celosamente o algo así, así que lo tomo cómo es y solo me río y sonrío porque no necesito ese karma para siquiera hablar sobre ellos o incluso desperdiciar mi energía tratando de defenderme con gente así”.

A los 29 años, y después del reciente nacimiento de su segundo hijo, Rose tiene más confianza de decir lo que piensa y tratar de dejar que su juego en la duela haga las paces. Él cree que tendrá la oportunidad de tener éxito bajo los ex Bulls, y ahora el entrenador de los Timberwolves, Tom Thibodeau, dada la familiaridad entre ellos desde que el éxito de los Bulls. Al jugar junto a sus antiguos compañeros de equipo de los Bulls, como Taj Gibson, y cuando regrese de una lesión en el menisco, Jimmy Butler, y varios ex entrenadores, Rose parece estar cómodo en su entorno otra vez y es optimista sobre su futuro.

“Siento que no tengo que demostrar nada”, dijo Rose. “Me siento más feliz jugando baloncesto y sé que di todo de mi. Esta siguiente fase de mi vida me estoy preparando para la vida después del baloncesto, pero mientras tanto estoy en eso, el baloncesto es mi todo. Nunca pienso en nada más. No tengo una fundación, no tengo todas esas cosas que tienen otros jugadores porque el baloncesto es mi número 1. Siento que no puedes amar dos cosas a la vez. La forma en que amo el baloncesto y cuánto me sacrifiqué por el juego, estoy totalmente de acuerdo. Estoy dentro hasta el día de mi retiro o cuando ese día llegue, me iré del juego. Estoy dentro”.