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LOS ANGELES - Cuando Andre Ingram ingresó a su primer partido de la NBA al final del primer cuarto ante los Houston Rockets, la estrella Chris Paul se acercó a él con un mensaje rápido. Paul, como muchos otros, estaba impresionado por la historia inspiradora de Andre, que se volvió viral el lunes. Después de pasar una década en la G-League, Ingram fue llamado por Los Angeles Lakers para el resto de la temporada. “Le dije que me enteré de su historia y que la rutina es increíble”, dijo Paul, quien, como Ingram, tiene 32 años. “Le dije ‘mucho respeto’. Diez años luchando en la G League y finalmente tener la oportunidad y jugar así, eso es muy especial”. Si el debut de Ingram en la NBA terminó ahí mismo, hubiera sido más que suficiente para él. Después de una década de viajar por el país en autobús y avión, hospedarse en hoteles asequibles en ciudades pequeñas y tener que enseñar a jóvenes en matemáticas para mantener su sueño vivo de la NBA, Ingram finalmente jugó un partido de la NBA a los 32 años. Ingram no imaginó este tipo de debut en la NBA, incluso en sus sueños más locos. “Fue una vez en la vida”, dijo Ingram, quien todavía está asombrado después del juego. Ingram, un base de 6-3, quien tiene el récord de todos los tiempos en la G-League de más triples, anotó sus primeros cuatro tiros el martes por la noche, incluyendo tres desde la línea de triples, y terminó con 19 puntos, tres bloqueos en la derrota 105-99 de los Lakers ante los Rockets. Él se fue de 6-8 desde el campo, incluyendo 4-5 en triples. Y él provocó un frenesí en la multitud en el Staples Center con cada disparo, incluso recibió cánticos de “JMV” ante el favorito para el JVM, el base de los Rockets, James Harden, que estaba en la misma duela. “Todo el mundo decía ’hombre, cuando lo tengas, déjalo ir”, dijo Ingram. “Todos fueron así. Todos los jugadores, todos los entrenadores. “Desde los calentamientos, el ambiente era eléctrico. Podrías sentir algo por ahí. Los cánticos del JMV (mientras estaba en la línea de tiros libres), eso es una locura. Como dije (a mí mismo), ‘haz el tiro libre, haz el tiro libre, haz el tiro libre’”. El debut de Ingram casi se sintió histórico, especialmente cuando inició caliente. Sus 19 puntos fueron los más alto para un Laker en su primer juego de su carrera desde que Nick Van Exel anotó 23 en 1993. Entre los Lakers debutantes desde que la franquicia se trasladó a Los Ángeles, la actuación de Ingram queda equlipsasa solo por el Magic Johnson (26 puntos en 1979), Van Exel y Jerry West (20 puntos en 1960), según Elias Sports Bureau. Johnson y West están inmortalizados con estatuas fuera del Staples Center. Y en cuanto a los jugadores que hacen su debut en la NBA después del receso del Juego de Estrellas, los 19 puntos de Ingram fueron los más altos en un debut en las últimas 50 campañas, solo detrás de los 28 puntos de Danny Finn en 1953. El compañero de los Lakers, Isaiah Thomas, y el base de los Brooklyn Nets, Jeremy Lin -que podría ser el protagonista de que los jugadores que emergieron de la liga menor de la NBA e hicieron un debut inolvidable en la NBA- estuvieron entre los jugadores de la NBA que tomaron nota de la noche “impresionante” de Ingram. “Ha sido una alegría”, dijo Ingram, cuya esposa e hijos estuvieren presentes para ver su tan esperada noche. “Diez años en la D League, pero no fue como 10 odiosos años o años que no disfruté. Disfruté mi tiempo en la liga y de todos mis compañeros y escuché a cada uno de ellos”. La noche de ensueño de Ingram terminó con un viaje al estudio de ESPN al otro lado de la calle del Staples Center para una entrevista más. De la G League a los Lakers, a SportsCenter. Y ese fue solo su primer juego. Ingram tiene que destacar de alguna manera en el último partido de la temporada de los Lakers contra los LA Clippers el miércoles. “Por supuesto hubo momentos en los que ‘no estoy seguro de si este día va a suceder o no’”, dijo Ingram acerca de las dudas que a menudo surgían durante su rutina. “Pero tan agradecido que pasó”.
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