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Al regresar a Filadelfia con una desventaja de 2-0 ante los Boston Celtics, los Philadelphia 76ers súbitamente fríos tienen algunas ideas rápidas par corregir el barco. Después de ganar 16 partidos seguidos para cerrar la temporada regular y eliminar al Miami Heat en cinco juegos en la primera ronda, los 76ers ahora regresan para enfrentar a Boston en el Wells Fargo Center a las 5pm en un juego el sábado con su primera racha perdedora de dos juegos desde finales de febrero. Boston recortó la ventaja de los 76ers en el Juego 2 con una ola propia para regresar de una desventaja de 22 puntos y ganar el jueves 108-103. El entrenador de los 76ers, Brett Brown, recibió críticas por su manejo en la ventaja ante Boston. Cuando perdía 48-26 al inicio del segundo cuarto, Boston finalmente cortó la ventaja a cinco a la mitad y tomó el control con un 28-19 en el tercer cuarto. Brown eligió no pedir tiempos de espera cuando su equipo era dominado. A pesar de las crítica que enfrenta Brown, el base novato Ben Simmons podría enfrentar su batalla más complicada el sábado. Simmons tuvo probablemente su peor juego como profesional y anotó un punto con un 0-4 en tiro con cinco rebotes y siete asistencias. Lo que es peor: su radio negativo 23 más/menos. Terry Rozier y su compañero Marcus Smart, mientras tanto, se combinaron para 39 puntos, 12 asistencias y 12 rebotes, y Boston recibió 13 puntos de Jaylen Brown desde la banca. A diferencia de los 76ers que terminaron la temporada regular con una gran explosión, los Celtics fueron descartados durante gran parte de la última parte del calendario, después de perder a Kyrie Irving por toda la temporada y perder cuatro de sus últimos seis juegos. La serie de siete juegos de los Celtics con MIwaukee en primera ronda hizo muy poco para calmar el canto fuera de Boston, especialemente con Filadelfia tan caliente. Pero la estrategia de Brad Stevens de descansar a sus titulares en la recta final podría estar dando sus frutos ya que Al Horford y Rozier promedian 35 minutos o más en esta serie. Para ambos equipos, el juego de sábado será un estudio de memoria corta. Para los Celtics, deben borrar de sus mentes la desventaja de 22 puntos en la que se metieron el jueves. Para Filadelfia, deben olvidarse del mal gusto de una ventaja de dos dígitos desperdiciada. Pero no, espera Brown, las lecciones que aprendieron.
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