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Darren Rovell | Escritor senior de ESPN 6y

Kevin Durant y el crecimiento de su imperio

El siguiente es uno de cuatro artículos de portada de la edición del 4 de junio de ESPN The Magazine, dedicado a la lista anual ESPN World Fame 100.

Cuando Kevin Durant se mudó de Oklahoma City al Área de la Bahía de San Francisco, no lo hizo solamente para ganar un título. Lo hizo para aprovechar los beneficios de residir en la capital mundial de la inversión en tecnología. Menos de dos años después, Durant ha pasado de ser el atleta con mayor cantidad de patrocinios en la NBA (llegó a sumar más de 10 en un momento determinado) a poseer uno de los portafolios de inversión más diversos de jugador alguno en la liga.

Su lista de intereses de inversión es amplia y testimonio de su ambición por buscar algo más que meramente ser famoso. Su lista de patrocinantes, ahora reducida, incluye a Nike, Alaska Airlines y la aseguradora American Family Insurance. La empresa Thirty Five Media, propiedad de Durant, no sólo produce su contenido para la plataforma YouTube, sino también se encarga de crear otro contenido original disponible en el portal. Recientemente, la compañía vendió a la tecnológica Apple su primera serie con libretos, llamada Swagger, basada libremente en los días de Durant en la Unión Atlética Amateur (AAU, por sus siglas en inglés), además de contar con otros dos proyectos en fase de desarrollo para grandes cadenas de televisión.

Su empresa inversora, llamada The Durant Company, ha hecho inversiones iniciales entre $250.000 hasta $1 millón en aproximadamente 30 compañías a través de una red de capitalistas de riesgo (conocida en la jerga financiera como Venture Capital), las cuales incluyen la plataforma de moneda digital Coinbase, la aplicación Acorns, que sirve para invertir dinero sobrante, la startup de computación en la nube Rubrik, la empresa de bebidas WTRMLN WTR, la cadena de pizzerías Pieology, la cual se mercadea dentro del concepto gastronómico fast-casual, la empresa LimeBike, dedicada al uso de bicicletas compartidas y la compañía de entregas a domicilio Postmates.

Claramente, Durant ha estado, literalmente, sirviendo asistencias con su propio dinero en un amplio rango de inversiones y ramos. Por ello, conversamos con él con respecto a su presencia en Silicon Valley, su creciente imperio y si su inversión definitiva sería como propietario de un equipo de la NBA.

ESPN: ¿Eres un inversionista más inteligente de lo que eras, digamos, hace dos años?

DURANT: Cuento con mentores de la talla de Ron Conway (inversor en las primeras etapas de Google y PayPal) y Ben Horowitz (cofundador de la empresa de fondos de riesgo Andreessen Horowitz, dedicada a financiar proyectos en Silicon Valley), aparte de tener una buena amistad con gente como Chris Lyons (jefe del staff de Andreessen Horowitz). Quiero decir, uno va a cenar con ellos, comparte con ellos. Comienzas a conocer gente así en los partidos. Es un poco más fácil estando aquí, en vez de decir: “Vamos a encontrarnos cuando venga de Oklahoma”.

¿Qué tan natural es el mundo de los negocios para ti?

Primero, uno entiende el negocio que representa ser uno mismo. Uno sabe la clase de imagen que quiere proyectar, las historias que deseas contar y cómo quieres utilizar tus recursos a fin de hacer que todo crezca. Por ello, primero vi bien el negocio de ser yo. Luego, contraté a personas de la talla de Rich (Kleiman, su socio de negocios), mi gente de finanzas, el personal de la fundación, todos contratados por mí, sabiendo que puedes darle poder a gente que colabore con el fin de llevar tu visión a cabo.

¿Cuál es la mejor forma de aprender sobre negocios?

Hay que quitarse el ego de encima y entender que uno no lo sabe todo. Quiero aprender más con respecto a esta vida, este negocio y este mundo. Por ello, debo hacer preguntas y debo tener una mente abierta a todo. Tu cerebro funciona de manera un poco distinta al hacerse mayor.

En épocas pasadas, el vestuario era un lugar para hablar sobre inversiones. No obstante, en muchos casos las inversiones “chéveres” eran malas inversiones. ¿Cómo son las cosas en el vestidor de los Warriors con tantos jugadores involucrados en inversiones?

No hablamos al respecto todos los días, aunque uno sabe lo que hacen los demás. Andre (Iguodala) ha sido un potentado durante toda su vida. Antes de llegar aquí, ya uno escuchaba de las cosas que estaba haciendo Andre, lo que hacía Harrison Barnes, Andrew Bogut estaba evaluando en qué meterse. Al igual que Steph (Curry). Aprendí al estar aquí que muchos de ellos sólo se concentran en “batear sencillos” y si uno se concentra en ello, eventualmente la botará de jonrón.

¿Cuál es la cosa más loca que no sabías con respecto al mundo de las inversiones?

Solía pensar que estas firmas multimillonarias de capital de riesgo sólo se involucraban en una empresa, invertían en ella y esta crecía. No sabía que reciben 100 ofertas a evaluar en un solo día y escogen las 9 o 10 mejores a considerar. Eso es mucho trabajo. Es un proceso diario de evaluación. No puedes mirar a la ligera. Deben comprender cuáles son las compañías, hablan con sus presidentes, con la gente que hace y crea código. Tienen que hacer la tarea por completo.

Fuiste parte de lo que llegó a ser una de las mayores batallas por conseguir un patrocinio en la historia de los deportes cuando, en el verano de 2014, eras agente libre en cuanto a zapatillas de baloncesto. Al final, Nike se impuso a Under Armour con una oferta por 10 años y $300 millones. ¿Cómo fue ese proceso?

Ese proceso fue demasiado en lo mental porque amo muchísimo a Nike. Sabia que yo contaba con destrezas superiores que se merecían cierto nivel de compensación y sabía que había hecho mi esfuerzo para estar en esta clase de negociaciones. Pero no quería empezar de nuevo con Under Armour o Adidas. Sabia dónde quería estar y $300 millones era más que suficiente. Ya llevo mi undécimo modelo con Nike.

Sé que tienes muchas inversiones. Entiendo que unas son estructuradas de forma distinta a otras. ¿Cómo funciona?

Es así. Lo único en lo cual no nos involucramos es en patrocinios. No hay nada malo en ellos, sin embargo, el tiempo es lo más importante para mí. Y cuando patrocinas un producto, eso te quita mucho tiempo.

Sin embargo, si te sientes orgulloso de una compañía en la cual has invertido, ¿piensas en correr la voz?

Oh, claro que sí. Si bien no puedo hacerlo a diario, siento que he dejado una huella en las cosas. Por eso, preferiría hacer esa labor a convertirme en vocero de un producto, lo cual implica filmar comerciales, hacer sesiones fotográficas y asistir a eventos. Quiero creer en otra persona, que cuenta con una gran idea y trato de apoyarla financieramente lo mejor que pueda. Y si necesitan cierto apoyo de mi parte, ¿sabes?, no quiero decir que soy el nombre más grande del mundo del deporte o del negocio del entretenimiento. Sin embargo, muchas personas me siguen en redes sociales y mucha gente conoce y ve el baloncesto.

Has expresado que te gustaría ser dueño de un equipo de la NBA.

Desearía tener dinero suficiente. Es una locura. Obviamente, el aspecto financiero será, sin duda alguna, el más difícil. He formado parte de dos grandes organizaciones. Conozco el juego de adentro hacia afuera y conozco a sus jugadores. Y siento que estas franquicias de la NBA cambian vidas. Cambian ciudades. Me encantaría hacer algo así. Todos los aspectos de ser propietario de un equipo, me gustaría involucrarme: desde el lado financiero y de mercadeo hasta armar un equipo, la camaradería y entrenamiento.

¿Cuál es el mejor consejo financiero que has recibido?

Que no haga las cosas sólo por dinero. Que no haga las cosas sólo por conseguir la fama. Que haga las cosas porque se siente que es lo correcto y que es algo sincero.

Es interesante, porque siento que la gente dice que eres falso, cuando sientes que eres sincero.

La falsedad gobierna el mundo hoy en día. Todo lo que importa es armar un relato. La percepción es lo importante. Entonces, cuando tienes a la mayoría de las personas que viven en este mundo preocupándose por la percepción y las apariencias, entonces parecen ser falsos a los ojos de la gente a la cual no le importan esas cosas.

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