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¿James Harden y los Rockets vencerán a los Warriors sin Chris Paul?

¿Pueden los Houston Rockets vencer a los Golden State Warriors sin la presencia de Chris Paul?

La lesión de Paul en su corva impuso una larga sombra sobre la emocionante victoria de Houston 98-94 del jueves pasado para así alcanzar el liderato de las finales de la Conferencia del Oeste, que se celebra a un máximo de siete encuentros. Los Rockets debieron jugar los últimos segundos del encuentro sin Paul, quien salió cojeando y no pudo volver a asumir una posición defensiva para una posesión crucial en el momento decisivo.

Como resultado, no sorprendió a nadie cuando Paul fue descartado para el sexto encuentro a celebrarse este sábado en la Bahía de San Francisco, gracias a un esguince en su corva. Será evaluado nuevamente a la llegada del equipo a Houston, posiblemente para el séptimo y decisivo compromiso de la serie. ¿Los Rockets necesitan a Paul para poder contar con oportunidades viables para conseguir esa necesaria victoria ante Golden State? ¿O son capaces de triunfar sin él?

Los Rockets han ganado sólo con Harden

Las buenas noticias para Houston es que han jugado (y ganado) sin Paul en ocasiones anteriores. Paul estuvo ausente por espacio de 14 encuentros tras sufrir una contusión en su rodilla en el partido inaugural de la temporada, en el cual los Rockets vencieron a los Warriors en el Oracle Arena, y Houston tuvo récord de 10-4 en dicho periodo. Los Rockets quedaron 5-5 en los otros 10 partidos en los cuales Paul estuvo ausente debido a otras lesiones menores, la mayoría de estas producidas al final de la temporada luego que el equipo tenía prácticamente asegurado terminar con el mejor registro de la NBA.

Houston puede darse el lujo de depender de James Harden, fuerte candidato al Premio al Jugador Más Valioso cuando Paul está fuera de la alineación, jugando un estilo centrado en Harden, similar al utilizado por el equipo cuando tuvo marca de 55-27 en 2016-17, antes de adquirir a Paul.

A pesar de las preocupaciones con respecto a la forma en la cual dos manejadores de balón dominantes encajarían juntos, los Rockets estaban en su mejor forma durante la temporada regular cuando Harden y Paul están juntos en la cancha, arrollando a sus oponentes por 13.6 puntos por cada 100 posesiones, según la data de NBA Advanced Stats. Sin embargo, Houston fue un equipo de gran calidad con Harden solo, sumando un rating neto de plus-7.8, similar al plus-8.0 obtenido por Golden State durante la zafra regular.

En el muestreo limitado que representan los playoffs, las alineaciones que incluían solo a Harden han tenido mejor desempeño, superando a sus rivales por 8.8 puntos por cada 100 posesiones, ligeramente mejor que los quintetos conformados por ambos bases dignos de un futuro puesto en el Salón de la Fama.

Los Warriors pueden esperar ver incluso más cortinas para Harden, que le permitan cazar posibilidades de enfrentamientos desiguales en aislamiento. Durante los playoffs, el promedio de uso de Harden ha sido un monstruoso 39.3 por ciento de todas las jugadas de Houston con Paul en la banca (fue un 38.6 por ciento durante la temporada regular).

De acuerdo con las cifras de rastreo recolectadas por Second Spectrum, Harden recibió 70.6 picks por 100 posesiones como manejador del balón durante la temporada regular cuando Paul estuvo en la banca, comparado con 47.3 cuando jugaron juntos. Eso representa 18.2 jugadas de aislamiento por cada 100 posesiones sin Paul presente, en contraste con las 15.7 que se registran sin él. Entonces, la carga sobre los hombros de Harden será muy pesada, pero similares a los de la pasada zafra, cuando Harden tuvo 70.8 picks por cada 100 posesiones, según Second Spectrum.

¿Qué ocurre cuando Harden descansa?

Hasta ahora, nos hemos concentrado en los minutos que Harden juega sin Paul presente, ignorando el tiempo que pasa Paul manejando la ofensiva mientras Harden descansa. El uso vertiginoso de Mike D’Antoni de sus dos bases ha asegurado que o uno u otro se encuentre en la cancha prácticamente a todo momento cuando ambos se encuentran plenamente sanos. En la postemporada, los Rockets han jugado apenas 22 minutos con Harden y Paul en la banca, exclusivamente en tiempo considerado como “basura”.

Lo hermoso de contar con Paul y Harden es que el posible JMV se ha visto obligado a sumar más de 40 minutos de acción en apenas dos oportunidades durante los playoffs, con cifra tope de 43:26 en el cuarto encuentro de la serie, en el cual Houston se impuso en California ante Golden State. Los Rockets probablemente deberán planificarse con miras al Juego 6 con la expectativa de que Harden juegue más de 40 minutos si el partido se mantiene cerrado.

Houston se mostró sorpresivamente competitivo durante la temporada regular con Paul y Harden en la banca, superando a sus oponentes por 5.5 puntos por cada 100 posesiones durante los 331 minutos en los cuales Eric Gordon estuvo presente en la cancha (buena situación en minutos que no fueron basura, ya que Gordon prácticamente siempre jugó entre Harden y Paul).

D’Antoni comentó a los periodistas tras la conclusión del Juego 5 que Gordon asumiría el rol de creador, responsabilidad de Paul, si éste no podía jugar. De hecho, su promedio de uso se ha disparado hasta un 37.7 por ciento digno de Harden cuando éste jugó sin Harden ni Paul a su lado. (En general, Gordon fue utilizado en apenas 24.9 por ciento de las jugadas de los Rockets) Es poco probable que eso funcione tan bien con los Warriors como lo hizo ante competidores más débiles en la zafra regular, siendo esa la única razón por la cual D’Antoni ha evitado alineaciones así.

También existe el tema de quién asumirá los 38 minutos que Paul ha promediado durante encuentros competitivos en las Finales de Conferencia. Gordon, quien ya ha jugado 36 minutos en el Juego 5, solo puede asumir parte de esa carga. D’Antoni parece no contar con otra opción aparte de extender oportunidades a otros jugadores, siendo el caso que su rotación se ha reducido hasta contar con sólo siete jugadores en los últimos dos partidos.

Gerald Green, el único jugador suplente de Houston aparte de Gordon que ha jugado en cada encuentro de esta serie, será posiblemente el próximo en asumir minutos. Sin embargo, D’Antoni tendrá que depender de Luc Mbah a Moute, un as de la defensiva quien ha confrontado dificultades para encestar tras su regreso luego de una lesión en sus hombros, o resucitar al veterano Joe Johnson. Johnson ha jugado apenas 18 minutos desde el segundo compromiso de la primera ronda, en encuentros decididos por palizas. Se puede decir con toda certeza que las opciones que maneja D’Antoni son limitadas.

Hay que sumar la desesperación que debe sentir Golden State por extender esta serie en casa y los Rockets parecen estar desfavorecidos por amplio margen en el Juego 6. Los Warriors se encuentran favorecidos por el increíble margen de 11.5 puntos para la noche del sábado (hasta 12 en algunas casas de apuestas), lo cual iguala su spread más alto de la postemporada hasta ahora (Juego 5 vs. Nueva Orleans en casa, según Covers.com).

Si bien es poco probable que cualquier entrenador permitiría manejar semejantes ideas, con toda franqueza, Houston haría mejor si guarda sus mejores energías y esfuerzos para el Juego 7 a ser disputado en casa. Incluso si Paul no puede regresar a pesar de dos días adicionales de descanso, la ventaja de jugar en casa le daría a los Rockets mejores probabilidades de conseguir ese triunfo necesario para avanzar a las Finales.

Históricamente hablando, la diferencia entre disputar el sexto juego en la carretera y el séptimo y decisivo en casa, ha sido prácticamente un péndulo por margen de 10 puntos desde que los playoffs se expandieran en 1984 para llegar a su formato actual. Es más que suficiente para hacer de Golden State los favoritos por pequeño margen en el Juego 7, dependiendo de la disponibilidad de Andre Iguodala.

Ciertamente, es posible para Houston poder ganar esta serie sin Paul, aunque los Warriors deben ser considerados favoritos en caso de que éste no pueda regresar a la cancha a tiempo.