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Kanter: 'Cuando salgo de la cancha, comienza la lucha'

UNO DE LOS primeros pendientes en la agenda de Enes Kanter cuando se incorporó a los Portland Trail Blazers en febrero pasado fue una reunión con agentes de la oficina local del FBI; siendo apenas una de muchas formas en las cuales la vida de Kanter es totalmente diferente a la de cualquier otro jugador de la NBA.

Kanter comentó a los agentes sobre la alerta roja de la Interpol que lo hace un hombre buscado y le impide viajar de forma segura más allá del territorio de los Estados Unidos. Habló del hombre que él considera un dictador: el presidente turco Reccip Tayyip Erdogan y el deseo casi patológico por parte de Erdogan de ver a Kanter en prisión o muerto. Les mostró algunas de las amenazas de muerte que recibe frecuentemente.

Algunas amenazas son específicas; la mayoría no lo son. Muchas se originan en redes sociales, creciendo como gas metano en esos pozos sépticos, creando escepticismo. ¿Las tomas en serio? es la pregunta que se le hace a Kanter más frecuentemente y es una de las pocas cosas con poder suficiente para exasperarlo. "Tengo que hacerlo", responde. "¿No lo harías tú?". Esto no es lo mismo, según afirma Kanter, que ignorar a alguien que critica su defensiva o que disiente de una opinión. "Uno nunca sabe", afirma. "¿Y si la persona que ignoro es un lobo solitario o algún tipo loco que intente hacer algo?"

(Para ser justos, quizás sea la forma en la cual Kanter expresa su situación que hace que la gente pierda la preocupación. Habla de estas amenazas, de la misma forma como habla de los eventos importantes de su pasado reciente, como los cuatro años que éste no ha podido hablar con sus padres y hermana en Turquía, por ejemplo. Lo hace como si recitara detalles de la vida de otra persona. Habla de escribir un mensaje probablemente inútil en el Día de la Madre. "No creo que haya oportunidad de que lo vea", dice con una sonrisa de resignación. "Todo el dolor vive dentro de ti", indica, "pero no lo puedes exteriorizar").

Kanter indicó a los agentes del FBI que Erdogan revocó su pasaporte en 2017 y el año pasado utilizó a un tribunal turco para acusarlo por terrorismo, implicándolo por su pública oposición al régimen y su devoción al clérigo turco Fethullah Gulen exiliado y crítico con Erdogan, visitado por Kanter cada dos semanas en el complejo de Gulen en Pennsylvania, en la época en la que Kanter jugaba con los New York Knicks. Explicó cómo las amenazas de muerte se aceleraron a principios de la presente temporada, cuando no pudo viajar a Londres con los Knicks. Mencionó lo difícil que es lidiar con las amenazas cuando tu cronograma de trabajo es visible y fácil de localizar por cualquier persona en el mundo con dos golpes de teclado en Internet.

Y les dijo, como respuesta a una pregunta no hecha, que no tiene plan alguno de silenciar su explícito desafío al líder de su país natal.

"Tengo una voz", indicó. "E intento utilizarla como la voz para todos los inocentes que no la tienen".

Afirma que los agentes escucharon y escribieron las palabras de Kanter, haciendo otras preguntas adicionales. Jamás preguntaron si tomaba las amenazas en serio y antes de partir, los agentes instalaron un dispositivo cerca de su cama. "Si se siente incómodo con algo, presione ese botón", le dijeron. "Si escucha algo que no le agrada o tiene motivos para pensar que se trata de una amenaza, presione el botón y alguien estará aquí en cuestión de minutos".

Y así, Enes Kanter se acuesta a dormir todas las noches y despierta todas las mañanas con una prueba tangible de su propia mortalidad (y los designios que posiblemente otros tengan sobre ella) a distancia alcanzable por uno de sus brazos. Ha tenido que aceptar, tal y como lo dice Kanter de forma desapasionada, que un botón de pánico en su mesa de noche, conectado a los cuerpos policiales, se trata simplemente de una amenidad moderna más, como un termostato de alta tecnología. Ha aprendido a aceptar lo absurdo como normal.


LAS FINALES DE LA CONFERENCIA DEL OESTE no han ido de la forma como Kanter y los Blazers esperaban. Están en desventaja de tres juegos a cero y el rol de Kanter ha disminuido con cada partido. Ya no es titular y apenas jugó por espacio de siete minutos en el Juego 3 del pasado sábado. Luego de un decreto del gobierno turco, los partidos no son transmitidos por la cadena deportiva nacional, así que éste se imagina a su familia "visitando un sitio web extraño, usando una VPN, para poderlo ver".

Nada de lo ocurrido en la cancha ha sido algo verdaderamente novedoso -los Golden State Warriors son muy superiores y cuentan con el hábito de hacer ver como tontos a los jugadores de 7 pies (2.13 metros) de estatura que no pueden marcar bien el pick-and-roll-, pero la inevitable derrota de los Blazers hace imposible lo que bien pudo convertirse en una situación sin precedentes. Si los Blazers y los Toronto Raptors llegaran a disputar las finales de la NBA, Kanter tendría que tomar una decisión sumamente notable: tener que jugar los partidos como local en una serie de campeonato o arriesgarse a ser arrestado al viajar fuera de Estados Unidos. No es una exageración decir que pudo ser (o bien podría seguir siendo) una decisión de vida o muerte.

La alerta roja de Interpol, definida como una "alerta de persona buscada" y no como orden de captura, parece ser un pago final importante (debido a ello, los Blazers optaron por no llevar a Kanter a Toronto el 1 de marzo). El senador del estado de Oregon Ron Wyden, exjugador de baloncesto de 6 pies, 4 pulgadas de estatura de la Universidad de California Santa Bárbara, escribió una misiva dirigida al primer ministro canadiense Justin Trudeau, pidiéndole al gobierno de Canadá que asegurara el paso seguro de Kanter al entrar y salir del país. Desde su llegada a los Blazers, Kanter y Wyden se han hecho amigos; Wyden no sólo llevó el caso de Kanter a manos de Trudeau, también hizo lo propio en el Senado de Estados Unidos, donde advirtió a Erdogan en el vasto pero poco visto aire de la cadena C-SPAN, dedicada a transmitir las sesiones del Congreso estadounidense, que ese país estaba prestando atención al "juicio espectáculo" previsto para el mes de abril en contra del padre de Kanter. Desde entonces, según afirma Kanter, el juicio fue postergado al menos hasta el mes de junio. Considera al senador demócrata como "un amigo y un tipo realmente sensacional".

Durante la cena en un restaurante dentro del Moda Center antes del Juego 3, Wyden explica lo que le llevó a conocer a Kanter.

"Lo que Enes está haciendo es tan importante. Se trata de decir: 'Soy un atleta, soy visible. Puedo hablar por la libertad. Puedo hablar por la dignidad humana. Tengo una voz que todas esas personas que sufren en mi país no tienen'. Y él está haciendo todo esto, asumiendo un riesgo sumamente grande. Está expresando su posición a favor de los derechos humanos con dignidad, con hechos, con compasión por otros que no pueden ser escuchados de la misma forma que puede hacerlo un atleta profesional. Erdogan, bajo mi punto de vista, es un acosador arquetípico. Se adhiere a la idea de que puede intimidar a Enes de cualquier forma posible".

"Y no hay duda de que toda esta carga acumulada termina pesando mucho sobre Enes. Piensen en las cosas que le están pasando: Debe ir a la cama por las noches pensando que uno de los dictadores más poderosos del mundo no lo quiere vivo".

Wyden hace una pausa para enfatizar lo que está sugiriendo.

"Erdogan no quiere a Enes vivo. Punto final".

Como respuesta al golpe fallido, la BBC estimó que el año pasado más de 500,000 personas habían sido arrestadas y más de 100,000 fueron cesanteadas de empleos en el sector público. Erdogan atribuye el intento de golpe a Gulen, quien Kanter afirma que "me enseñó que no importa tu religión, tu color, tu origen, etcétera. Necesitamos dejar todas nuestras diferencias en la mesa y conseguir lo que tenemos en común. Una cosa que la gente no entiende: mi problema no es con mi país. Amo a mi país. Amo a mi pueblo. Mi problema es con el régimen y el gobierno de Turquía".

Los compañeros de Kanter no tenían idea de la existencia del botón de pánico. No escuchan mucho con respecto a las amenazas de muerte o la separación forzada de su familia. La idea de que un compañero de equipo podría ser enemigo jurado de un líder mundial es algo con lo cual se pueden identificar solo de forma abstracta.

"No habla mucho al respecto", expresa el alero de los Blazers Jake Layman, uno de los amigos más cercanos de Kanter en el equipo. "Intenta mantener eso al mínimo. He escuchado que no es nada agradable y he oído que se trata de algo muy serio. Creo que lo ha manejado de forma maravillosa. Luchar por su país en cada oportunidad que tiene... es sumamente inspirador ver todo lo que tiene que lidiar para luchar por lo que cree".


KANTER NO SOLAMENTE ESTÁ JUGANDO en las finales de la Conferencia del Oeste y lidia con las implicaciones geopolíticas de su franqueza. También es un devoto musulmán que actualmente observa el Ramadán.

En un día típico, se despierta a las 3 a.m. para poder comer lo más que pueda antes del amanecer. Vuelve a dormir y no puede ingerir alimentos o beber absolutamente nada (ni siquiera agua) hasta el anochecer. A las 5 p.m. en un día de partido, mientras hace su rutina previa al encuentro en la cancha, su cuerpo no ha ingerido nada en 14 horas. Kanter tuvo un promedio superior a 30 minutos en los cuatro partidos disputados en Denver en las semifinales de la Conferencia del Oeste, en la altura de la capital de Colorado, sin romper el ayuno. Los aguadoresm, inconscientes de la situación, le ofrecían agua en cada receso.

"En cada receso, decía: 'No, estoy bien', 'No, gracias'", dice Kanter. "Están pensando: '¿Qué le pasa a este tipo'?

Luego de la conclusión del Juego 1 en Oakland, Kanter revisó su reloj: 8:18. Faltaban 10 minutos para el anochecer. Por ello, comenzó a juntar la mayor cantidad de alimentos y bebidas posible (varios filetes de salmón, una montaña de pasta, un pequeño océano de agua y Gatorade) y se lo comió todo en el bus de regreso al hotel. Después, al llegar allí, pidió servicio a la habitación y comió lo más que pudo otra vez. Uno de los partidos de la semifinal comenzó después del anochecer y Kanter ingirió seis sándwiches de mantequilla de maní y mermelada antes del pitazo inicial. "Mis compañeros estaban seguros de que terminaría vomitando", dijo entre risas.

La adhesión de Kanter a las reglas del Ramadan es el relato fácil para contar sobre Kanter esta postemporada; sin embargo, considerando todo lo que ocurre en su vida, el ayuno es una molestia menor. Uno de los hombres fuertes más notorios del mundo desea imponer su idea de justicia en él y a pesar de ello, sigue hablando. Sus palabras podrían poner en peligro a sus padres y hermana en Turquía y a pesar de ello, sigue hablando. Sus palabras (en una ocasión, Kanter llamó a Erdogan "el Hitler de nuestros tiempos") son la razón por la cual no puede salir de Estados Unidos y no se puede comunicar con su familia, y por las cuales no puede ignorar las amenazas de muerte. Sus palabras son la razón por la cual su padre habló en su contra en público (Enes está convencido de que su padre declaró bajo coerción) y a pesar de ello, sigue hablando.

"Nunca dejaré de expresarme", afirma. Se ríe nuevamente ante lo absurdo de esa oración y la necesidad de hacerla. "Entiendo que mi madre, padre y hermana están en Turquía pero, si dejo de hablar, ¿quién lo hará por los miles y miles de personas inocentes que están en la cárcel? Están torturando y matando gente, por ello, debo hablar sobre esos temas. No soy periodista o político, por eso, esta es mi plataforma".

El tono con el cual hace estas afirmaciones es tranquilo, casi feliz. Kanter tiene una voz que logra capturar a una habitación y un rostro (con sus ángulos cubistas y vello facial intensamente cuidado) digno de un comercial de cuidado masculino. Se encuentra a un lado de una cancha de baloncesto en San Francisco y la práctica comenzará en minutos. "El baloncesto es mi escape", afirma, "y no puedo traer mis problemas a la cancha. Pero, después de dejar la cancha, la lucha comienza".

Kanter está consciente de todo lo que arriesga y la seriedad con la cual algunas personas asumen su desafío. Cuando va a dormir por las noches o despierta en las mañanas, tiene un recordatorio de todo ello al alcance de su mano.