<
>

Miguel Cabrera: Una cosa es celebrar y otra es faltarle el respeto al rival

play
"Entre celebrar y faltar el respeto, existe una gran diferencia", asevera "Miggy" (2:01)

Entre códigos y estilos de comunicación, Miguel Cabrera es objetivo y preciso, a la hora de elegir como profesional. (2:01)

Nota del editor: Pueden ver la versión en inglés de esta historia aquí.

El résumé de Miguel Cabrera en el béisbol tiene dos premios de JMV, 11 apariciones en Juegos de Estrellas, la única Triple Corona ofensiva en el deporte desde 1967 y un anillo de Serie Mundial en 2003. Pero cuando llegó a los Estados Unidos a jugar, llegó a un mundo completamente diferente al de su país natal, Venezuela, y tuvo problemas hasta ordenar comida y encontrar su camino desde liga menor hasta el circo grande.

En esta entrevista, Cabrera habla sobre las diferencias entre el béisbol venezolano, cuánto extrañaba su hogar y por qué eligió hacerse ciudadano de Estados Unidos.

¿Cómo influyó el béisbol en tu decisión de venir a Estados Unidos?

"La primera idea de venir a Estados Unidos fue para jugar béisbol. Por la influencia de mis padres, mis tíos y mi familia, cuando me enseñaron a jugar béisbol, me inculcaron que el mejor béisbol del mundo se juega en Estados Unidos.

¿Veías diferencias notables entre los clubhouses (vestidores) en Estados Unidos y Venezuela?

"Es muy diferente. Son dos mundos, dos tipos de béisbol muy diferentes. La pelota invernal, latinoamericana, y la de Estados Unidos son diferentes. Allá jugamos más arriesgado, en Estados Unidos se juega con más cautela y más apegados a las reglas. Son diferentes. Al final del día, sigue siendo béisbol y al final del día, uno tiene que ponerle el sabor de la tierra de uno, y eso es lo que nos hace diferentes".

¿Cuáles fueron los tres mayores shocks culturales que tuviste fuera del terreno? Algunos ejemplos: abrir una cuenta bancaria, ir a restaurantes, de compras...

"Una de las cosas que me enseñaron mis padres cuando me enseñaron a jugar béisbol fue sobre la disciplina, llegar a tiempo, respetar los horarios. En Estados Unidos eso es importante, en Venezuela y nuestros países latinoamericanos es algo común llegar retrasado.

Las reglas de aquí hacen que uno se sienta un poco cohibido de las cosas que puede hacer. En nuestros países somos más liberales, hacemos más cosas, y eso se refleja en el terreno de juego. En nuestros países siempre arriesgamos en el juego.

Una de las cosas más difíciles para uno [cuando llega a Estados Unidos] es el no saber pedir a la hora de ir a comer. Siempre uno se guiaba por los números [del menú] y al final del día ordenaba más de la cuenta o no ordenaba lo que quería comer. Fue difícil acostumbrarse a la cultura, la comida de Estados Unidos, no poder encontrar el sabor latino, especialmente en esos pueblitos pequeños donde están los equipos de ligas menores.

En esos años no había la comunicación que existe ahora, no teníamos el internet como ahora, que tenemos la facilidad de buscar un traductor o pedirle ayuda a una persona. En ese momento, uno tenía que resolver por uno mismo, tratar de luchar con ese inconveniente que era el no hablar inglés".

"Nunca me he sentido cómodo hablando inglés. No me siento cómodo dando entrevista en español. Nunca me he sentido cómodo frente a una cámara, frente a un micrófono, frente una grabadora. Me ha costado toda mi carrera hacer eso y siempre trato de mantenerme al margen de eso." Miguel Cabrera

¿Cuándo sentiste que habías "llegado" al mundo del béisbol?

"Fue cuando llegué a Estados Unidos. En ligas menores uno pasa por momentos que nos marcan por el resto de nuestras carreras.

Yo digo que esos son los momentos más difíciles del jugador profesional de béisbol, esos cuatro o cinco años que uno está en el camino a Grandes Ligas, que es donde uno pasa trabajo y siente más la falta del calor familiar. Ahí es donde están los hermanos latinos, donde nos agarramos de las manos y nos damos apoyo mutuo".

¿Cómo afecta "el código" tu forma de jugar, en lo que a celebraciones respecta? Hay gente que piensa que no se debería celebrar en el terreno.

"Una cosa es celebrar y otra es faltarle el respeto al contrincante. Pienso que hay muchas maneras de celebrar y transmitir tus emociones sin faltarle el respeto al equipo contrario o al béisbol, a una cultura que no está acostumbrada a eso. Ahora se ven muchas cosas que no se veían antes debido a las redes sociales. Antes se celebraba igualito.

Antes uno celebraba de una manera y de inmediato recibía el mensaje de un jugador más veterano que decía que no hiciera mucho eso y que uno tenía que ganarse eso, ganarse el respeto para celebrar sin ofender a nadie.

Pero ahora es otro béisbol, la gente tiene que entender que estamos viviendo otra era. Hay muchos peloteros jóvenes que quieren sobresalir y que celebran, y esas cosas. No critico eso, pero les pido que celebren lo que tengan que celebrar, pero con el debido respeto".

¿Qué importancia tuvo para ti hacerte residente de Estados Unidos?

"Mucho. Uno no se hace residente porque quiere ser residente. No sé cómo lo tomarán las personas. Pero mientras cada pelotero latino se pueda hacer residente o ciudadano de Estados Unidos, le está creando un puesto de trabajo a otro pelotero latinoamericano.

Esa visa de trabajo que era tuya, se la darán a otro pelotero venezolano o latinoamericano".

¿Cómo te sientes cuando regresas a tu país, cómo te tratan?

"Lamentablemente en los últimos tres o cuatro años no he podido ir mucho a Venezuela, salvo los encuentros de mi fundación. Debido a la situación en Venezuela, que es bastante difícil, el ir al país es un plan de corto plazo, una semana o dos semanas, y uno no puede disfrutar su país como antes.

Pero a la gente le emociona. Uno necesita de su tierra. La gente se siente orgullosa de lo que uno ha hecho en Estados Unidos y que sea de Maracay, de Venezuela".

¿Qué tal tus visitas a casa? ¿Cómo te tratan? ¿Qué significa ser pelotero, quizás un futuro miembro del Salón de la Fama?

"En realidad no pienso en eso. Me gusta mantener las cosas simples. Prefiero mantener bajo perfil y pasar desapercibido. Le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado, por la salud para mantenerme en el terreno. Tocará el tiempo de ver lo que uno ha hecho, una vez termine mi carrera".

¿Está al tanto de lo que ocurre en tu comunidad, en tu ciudad, en Estados Unidos?

"Sí, claro que sí. Aparte de que juego en Detroit y vivo en Miami, uno tiene que devolver algo y agradecerle a una comunidad que te recibió y te adoptó. El apoyo que nos dan los aficionados, el estar atentos, es una muestra que uno le importa. Creo que como persona y jugador, uno tiene que dar algo a cambio a la comunidad".

El nuevo presidente de EEUU Donald Trump ha hecho algunos comentarios anti-inmigración. ¿Qué piensas al respecto?

"Fue un tema importante, que se hablaba en todos lados, en los camerinos, en las casas, en las calles. Fue un tema que nos afectaba a todos nosotros los latinos. Este es un país libre donde podemos decir lo que uno quiera, con el debido respeto y cordura.

Pero el tema migratorio fue importante porque fue uno de los enfoques de la campaña. Espero que, como hacen todos los políticos, que nunca cumplen lo que dicen en sus campañas, y él [Trump] no cumpla [sus amenazas de deportar inmigrantes ilegales] eso.

En realidad no me afectó el discurso de Trump porque yo vengo de una situación bastante grave en Venezuela, una situación política bastante dolorosa que nos afecta a todos los venezolanos, pero sí sentí la angustia de mucha gente, sí sentí la angustia de muchos latinos, sí sentí la preocupación de muchos. Eso sí me afecta, no lo que diga una persona, si no lo que sufran muchos, sobre todo si son latinos".

¿Cuán distintos son los aficionados en los Estados Unidos, comparados a los venezolanos?

"Muchísimo. Igual que no se puede comparar un fanático dominicano con un venezolano. Todos los aficionados tienen sus culturas, diferencias, formas de celebrar, maneras de enojarse. Prefiero jugar el partido siete de una Serie Mundial mil veces en Estados Unidos y no en Venezuela o República Dominicana.

La pasión de los aficionados de nuestros países no se compara con otros".

¿Qué tan distinta es la cobertura de los medios norteamericanos a la de tu país?

"El periodista latino tiene más sentimientos hacia los peloteros de su tierra. No es que lo protejan más, pero al hablar o escribir del latino, se siente orgulloso de lo que están haciendo. El norteamericano lo hace por trabajo, por crear una polémica. Un periodista norteamericano que está en el Salón de la Fama, Peter Gammons, sí se expresa con sentimientos hacía la persona [cuando habla de los peloteros latinos] como lo hacen los periodistas latinos".

¿Cuándo te sentiste cómodo hablando inglés?

"Nunca me he sentido cómodo hablando inglés. No me siento cómodo dando entrevista en español. Nunca me he sentido cómodo frente a una cámara, frente a un micrófono, frente una grabadora. Me ha costado toda mi carrera hacer eso y siempre trato de mantenerme al margen de eso.

Cuando hay que hacerlo lo hago, pero es algo que no es parte de mí, aunque es parte de mi trabajo. Con el paso de los años he aprendido que tengo que hacerlo".

"En ligas menores uno pasa por momentos que nos marcan por el resto de nuestras carreras. ... Yo digo que esos son los momentos más difíciles del jugador profesional de béisbol, esos cuatro o cinco años que uno está en el camino a Grandes Ligas, que es donde uno pasa trabajo y siente más la falta del calor familiar. Ahí es donde están los hermanos latinos, donde nos agarramos de las manos y nos damos apoyo mutuo."
Miguel Cabrera

¿Cuánto de tu día a día cultural está aún afianzado en tu propio país? ¿Consumes mucha cultura norteamericana, como televisión, cosas así, o aún ves muchas cosas de tu país? Me refiero a tus hábitos de televisión, cine...

"Con el internet y los servicios de películas, me he alejado de los programas de noticias. No veo programas de noticias. Estamos en una era en donde mucha gente no está viendo televisión, excepto películas y transmisiones de partidos en vivo de basket, fútbol americano y béisbol. Pero programas, ya casi no veo".

¿Cuánto en tu círculo social hay de jugadores norteamericanos comparado con los latinos, con respecto a la gente con la cual socializas frecuentemente?

"Donde vivo, la mayoría de los vecinos son norteamericanos, los amigos de mis hijos son norteamericanos, tengo muchos amigos norteamericanos, es una relación que he hecho, dentro y fuera de la pelota. Vivo en Estados Unidos y en su cultura y tengo que ser parte de él".