Beisbol Experience
Marly Rivera | ESPN Digital 7y

Nelson Cruz: 'En la República Dominicana, nosotros nos vivimos el béisbol'

Como parte del proyecto de Béisbol Experience, estaremos publicando una entrevista cada día desde el 15 al 25 de junio. Las podrán encontrar todas en espndeportes.espn.com/beisbol/beisbolexperience/. 

Esta entrevista se hizo en español y se tradujo al inglés. Se puede leer aquí.

¿Cuál fue la parte más dificil de hacer la transición a los Estados Unidos?
Creo que lo más difícil es la alimentación, acostumbrarse a la comida y a sazones nuevos. Eso fue lo más difícil para mí. El idioma es, obviamente, un proceso por el cual todos tenemos que pasar. Sin embargo, creo que a la vez te enseña la cultura. Creo que el idioma y la cultura, los dos van de la mano.

¿Alguna vez te has arrepentido de haberte ido a Estados Unidos?
No tanto, en lo que a la cultura respecta. Pero en un viaje que hicimos de Vancouver a Boise, fueron como 12 horas, y ya estaba mentalmente cansado. Me dije, 'Si vamos otra vez, no voy a jugar pelota. No resultó esto'. No era en Estados unidos, era en Canadá, que era un poquito diferente. Pero como todo en la vida no es fácil y uno persevera, y con un poco de suerte, tienes que enfocarte en lo que creas que te pueda ayudar como jugador.

¿Cómo te acostumbraste a la comida estadounidense?
Ya yo venía con un poco de experiencia como cocinero en República Dominicana. Cuando jugué en el verano, mi hermana trabajaba. Estudiaba de noche luego de firmar con los Mets; jugaba en la liga de República Dominicana. Estudiaba de noche para obtener el bachillerato. Mi hermana trabajaba hasta la 7 de la tarde y yo llegaba del estadio a las 4. ¿Iba a sufrir 3 horas pasando hambre? Entonces llamaba a mi mamá para ver qué tenía en la cocina, así que vine con un poco de experiencia. Entonces para ahorrar dinero lo que hacíamos era que dondequiera que íbamos a jugar íbamos al Walmart o a lo que estuviera más cerca y comprábamos arroz y vegetales. Compramos unos coolers, les pusimos hielo y ahí metíamos la carne. Teníamos una ollita de esas eléctricas y ahí cocinábamos, y nos ahorrábamos un poco de dinero también.

¿Cómo aprendiste el idioma inglés?
Mi primer año que vine a Estados Unidos mis compañeros de cuarto eran americanos; mi segundo año también fue así en spring training. El inglés se me hizo rápido aprenderlo. Cuando se acabó el segundo spring training ya yo podía conversar con los americanos. No fue tan fácil, pero al tener a los compañeros todo el día en el cuarto hablándome inglés, eso me ayudó y pude aprender inglés un poco más fácil de lo normal. Al segundo año ya me comunicaba con los coaches. Incluso en el segundo año, en la liga que yo estaba éramos sólo dos latinos. Para comunicarte con los coaches no había nadie. Eras tú con el coach. No había otra forma en la cual te podías comunicar. Fue porque el primer año que yo viajé fue que se armó el lío de las edades en República Dominicana. Entonces fui el único dominicano que viajó a Estados Unidos.

¿Le pedirías una cita a una chica?
Sí, sin problema. Yo tuve una pareja por cuatro años y ella era canadiense. Aunque al principio era mi segundo año aquí en Estados Unidos y casi no la entendía.

¿Cuál fue la primera cosa que te compraste luego de firmar?
No me compré nada. Terminamos de arreglar la casa en República Dominicana y necesitábamos un carro allá. Compramos un carro, un Camry para la familia.

¿Qué tipo de entretenimiento ves -- en español o en inglés?
Depende. La música es en español. Las películas, si son graciosas, tienen que ser en inglés porque la traducción no es lo mismo. Pero normalmente si las películas son de acción o de las que incluyen mucho diálogo, yo las prefiero en español.

¿Cómo ha cambiado la gente en RD desde que estás en MLB?
La gente te ve diferente y piensa que no soy el mismo. Después que vienen y conversan con uno, dicen 'no has cambiado, eres la misma persona'. Entonces las opiniones son diferentes; es difícil controlar lo que las otras personas piensan de ti.

¿Cuáles diferencias ves entre los camerinos de EEUU y los de República Dominicana?
Totalmente diferente. Uno es más abierto porque es sola una cultura. La música que pones no le va a molestar a nadie porque es una música de donde nosotros somos y tal vez si hay uno o dos extranjeros, no se van a sentir mal porque estamos en nuestro país. Eso mismo sucede aquí. A veces uno pone música latina y no puede dejarla todo el día porque hay personas que quieren escuchar otra cosa. En República Dominicana hay más bulla; todos voceando a la misma vez. Creo que el Clásico [Mundial de Béisbol] fue una buena experiencia. Estando en Estados Unidos parecía que estaba jugando en República Dominicana; se sentía como si fuera una liga de invierno porque todo el mundo estaba hablando tan abierto.

¿Qué tal los fanáticos?
El tono es diferente. El dominicano es más expresivo; siempre te deja saber cuando haces las cosas mal. El americano es más comedido. Claro que hay fanáticos [en EEUU] que tratan de que te sientas mal, especialmente el fanático contrario. Si estás en un lugar que no eres bienvenido porque tal vez les ha dado muchos jonrones, ellos se aseguran que te trates de sentir mal. Pero cuando estás jugando en la casa eso no sucede.

¿Te imaginabas que habrían tantos dominicanos en Grandes Ligas?
Son muchos. Se ven porque en República Dominicana están todas las academias; las oportunidades son mucho más amplias que, digamos, en Puerto Rico o Venezuela. En República Dominicana se vive el béisbol, eso es lo que se practica todos los días. Cuando un niño nace en República Dominicana, su padre dice primero que todo que quiere que sea beisbolista. Le compra su bate y su pelota. Así que no me sorprende. Confiemos en Dios que siga desarrollándose porque en realidad la República lo necesita. Es un motor que mueve muchas familias. Muchas familias viven del béisbol. No solamente aquellos que tienen sus hijos firmados como peloteros, sino lo que trabajan en las academias. El béisbol crea tantos empleos que mueve la economía del país.

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