Una leyenda hecha a base de jonrones

SADAHARU OH en su visita a Santo Domingo (AP)
En sus primeras tres temporadas en el béisbol profesional, Sadaharu Oh fue un jugador común y corriente. Fue a partir del cuarto año vistiendo el uniforme de los poderosos Gigantes de Yomiuri, considerados los Yanquis de New York de Japón, que Oh comenzó a llamar la atención en el béisbol de Japón.

"Al principio de mi carrera no pude batear jonrones y entonces comencé a estudiar la forma de hacerlo. No fue hasta mi cuarta temporada con los Gigantes, en 1962, cuando pegué 38 y me convertí en un jonronero consistente", dijo Oh.

Oh, el mayor jonronero en la historia del béisbol profesional, con 868, estuvo de visita en República Dominicana como invitado especial del presidente del país, Hipólito Mejía. "Los jonrones hicieron que los fanáticos se fijaran en mi y cambiaron mi vida. Creo que los jonrones son ideales porque ayudan a ganar juegos para el equipo y traen prestigio a quien los conecta. También mantienen felices a los fanáticos y ayudan a ganar más dinero a los jugadores", dijo Oh.

Oh, quien fue firmado por Yomiuri en 1961 después de una exitosa carrera como inicialista y lanzador zurdo en la escuela secundaria, solamente bateó .161 con siete jonrones en 94 turnos en su primera temporada en las Grandes Ligas de Japón.

Entonces comenzó a trabajar fuerte en su preparación física y mental para convertirse en un jugador estelar. Además se olvidó de las doble labor de bateador y lanzador y se quedó jugando exclusivamente como defensor de la primera base.

Después de dos temporadas más con números poco llamativos, Oh finalmente explotó en 1962, cuando bateó .272 con 38 jonrones y 87 carreras remolcadas. Desde entonces, nunca pegó menos de 30 jonrones el resto de su carrera y se convirtió en una leyenda de alcance mundial.

"Tuve que trabajar duro para convertirme en ese tipo de jugador. Los japoneses tenemos que compensar la diferencia física de los jonroneros americanos, con entrenamiento y disciplina", dijo Oh.

Oh, hijo de madre china y padre japonés nació hace 62 años en Tokio y recibió un bono de 60 mil dólares para pasar al profesionalismo. Además de todos sus jonrones, él terminó su carrera de 22 temporadas como el líder de todos los tiempos de la pelota japonesa en carreras anotadas (1,967), remolcadas (2,170), total de bases (5,862) y bases por bolas (2,390).

Oh ganó 15 lideratos de jonrones (13 consecutivos), 13 de carreras remolcadas, nueve Guantes de Diamante, 11 campeonatos nacionales y apareció en 18 Juegos de Estrellas a lo largo de su carrera con Yomiuri.

Oh, quien actualmente se desempeña como manager de los Daiei Hawks de Fukuoka (Liga del Pacifico) de las mayores de su país, estableció la marca de jonrones en una temporada en Japóm, con 55 en 1964. El récord fue empatado por Tuffy Rhodes en en el 2001 y Alex Cabrera este año.

Oh cumplió uno de los propósitos de su viaje cuando se reunió con el estelar jonronero Sammy Sosa, en la villa que tiene el dominicano en el dominicano en el exclusivo y lujoso centro Turístico Casa de Campo de La Romana, al este de Santo Domingo.

"Estoy siguiendo al señor Sosa desde que desafió a Mark McGwire por el título de jonrones en las Grandes Ligas en 1998 y creo que es especial", dijo Oh.

Sosa bateó 66 jonrones en 1998, la tercera mayor cantidad de la historia en una temporada, pero McGwire lo superó con 70, que fue la marca de las Grandes Ligas hasta que Barry Bonds pegó 73 el año pasado.

Sosa necesita un jonrón para llegar a la anhelada cifra de 500, algo que solamente han realizado otros 16 jugadores. El dominicano ha pegado 292 jonrones en las últimas seis temporadas, tramo en que tuvo tres años con más de 60 (1998, 99 y 2001) y ganó dos lideratos de la especialidad (2000 y 2002).

"Lo más admirable del señor Sosa es la gran condición en que mantiene su cuerpo. Esa es la clave para un buen atleta", dijo Oh.

Al día siguiente de reunirse con Sosa, Oh conversó por media hora con el derecho de los Medias Rojas de Boston,Pedro Martínez, quien lo visitó en su palco en el estadio Quisqueya, donde el legendario jonronero observaba un partido entre los Tigres del Licey y las Aguilas Cibaeñas del béisbol invernal dominicano.

A pesar de que en el juego estaba accionando Miguel Tejada, Raúl Mondesí, Tony Batista, José Offerman, D'Angelo Jiménez y Timoniel Pérez, Oh se quedó con las ganas de ver al toletero del Licey, Izzy Alcántara, quien podría ser firmado por Fukuoka para la temporada japonesa del 2003.

"Tenía una pequeña molestia y no pude jugar. Creo que si Oh me va a firmar no será por lo que haga en un partido", dijo Alcántara.

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¿CUESTION DE AÑOS?: Pocas veces Miguel Tejada lee lo que se escribe sobre él y casi nunca responde a algún cuestionamiento de los periodistas. Sin embargo, en esta ocasión tomó un turno al bate.

"No es verdad que las negociaciones entre los Atléticos de Oakland y yo estén detenidas porque el equipo tiene dudas sobre mi edad", dijo Tejada.

"Mi agente y los Atléticos acordaron que no hablarían de negocios hasta que la gerencia tenga definido el equipo del 2003. Yo tengo contrato para la próxima temporada y puedo esperar un poco", dijo.

Desde que ganara el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana en noviembre pasado, Tejada se ha convertido en el centro de varios rumores.

Primero se daba como un hecho que sería premiado con el contrato más grande en la historia de los Atléticos, al menos un medio de prensa citó la inseguridad del club sobre la verdadera edad de su estelar torpedero y en el fin de semana se reportó sobre un posible cambio de Tejada a los Diamondbacks de Arizona.

"Trato de no poner atención a ninguna de esas cosas. Estoy confiado en mi talento y en las cosas que puedo hacer en el terreno, no importa si juego en Oakland o cualquier otro lugar. Tampoco importa que crean los otros sobre mi edad, estoy muy seguro de mi mismo", dijo Tejada.

La edad de los jugadores dominicanos se convirtió en un tema de béisbol la primavera pasada cuando se descubrió que una gran cantidad de ellos habían sido firmados con actas de nacimientos irregulares para aparentar ser más jóvenes. Sin embargo, Tejada no estuvo entre los quisqueyanos que "envejecieron" repentinamente.

Tejada, de 26 años, bateó .308 con 34 jonrones y 134 carreras remolcadas en el 2002. El también pegó 204 hits, anotó 108 carreras y decidió 19 juegos, mientras participaba en cada partido del calendario regular y la Serie Divisional para Oakland.

El dominicano, que tiene un contrato de cuatro años y 11 millones de dólares que expira luego de la próxima temporada, dijo en octubre que firmaría una extensión de contrato con los Atléticos que le reportaría entre 130 y 160 millones de dólares por ocho años.

"Mi intención es seguir jugando con los Atléticos por mucho tiempo, pero eso no depende de mi ahora mismo. Si Oakland tuviera alguna duda sobre mis condiciones como jugador, pues entonces cumpliré con el año que queda en mi contrato y luego exploraré otras opciones", dijo Tejada.

MATEO TRAS JMV: Rubén Mateo, de los Leones del Escogido, fue seleccionado como el Jugador de la Semana del béisbol invernal de República Dominicana, después de batear .429 (21-9) con tres jonrones y nueve carreras remolcadas en cuatro juegos.

Este podría ser apenas el primer reconocimiento que obtiene Mateo esta temporada. El jardinero de los Rojos de Cincinnati ha sido uno de los mejores bateadores en la temporada invernal, a pesar de estar jugando con molestias en ambas piernas todo el campeonato.

Mateo batea .337 con 10 jonrones y 27 carreras remolcadas en 92 turnos (26 partidos) y desde su entrada el Escogido logró subir del quinto al segundo lugar en la tabla de posiciones.

DECEPCIONADO ORTIZ: Al igual que mucha gente en el béisbol, David Ortiz quedó sorprendido cuando se enteró que había sido despedido por los Mellizos de Minnesota esta semana. Un inicialista de 27 años que bateó .272 con 20 jonrones y 75 carreras remolcadas en 125 partidos la pasada temporada, Ortiz quedó decepcionado con el movimiento.

"Entiendo que ahora mismo los equipos hacen esfuerzos por reducir gastos, pero lo último que podía imaginar era que sería despedido a los 27 años y luego del año que tuve. Me siento mal por salir de la única franquicia con la que he jugado en las mayores", dijo Ortiz, quien fue firmado por los Marineros de Seattle al profesionalismo.

"Creo que en un aspsecto me conviene haber salido de Minnesota. Allí nunca me pondrían a jugar en la primera base, solamente como bateador designado, pero ahora puedo hacerlo en otro equipo. No tengo dudas de que conseguiré trabajo bien pronto", dijo Ortiz.

ENRIQUE ROJAS es redactor deportivo del Diario Hoy de Santo Domingo, República Dominicana y corresponsal stringer de AP en República Dominicana.

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miércoles, 18 de diciembre