Enrique Rojas | ESPN.com 6y

Juego de Estrellas: Liga Americana luce más superior que nunca

WASHINGTON -- La Liga Americana, que ha dominado ampliamente a la Liga Nacional por las últimas dos décadas, luce más superior que nunca para la edición #89 del Juego de Estrellas de las Grandes Ligas, que se jugará el martes en el Nationals Park de Washington.

La Liga Americana, que será dirigida por AJ Hinch, de los campeones Astros de Houston, ha ganado cinco consecutivas y 17 de 20 decisiones, con un empate, en las últimas 21 versiones del Juego de Estrellas. Esa gran racha ha empatado 43-43 (2 empates) la serie de por vida en el evento.

La escuadra de la Liga Nacional, que dirige Dave Roberts, de los Dodgers de Los Ángeles , busca no caer en desventaja en la serie desde 1963, cuando la Americana se puso arriba 17-16.

El zurdo Chris Sale (10-4, 2.23 y 188 ponches en la primera mitad), de los Medias Rojas de Boston, abrirá por el joven circuito por tercer año consecutivo en su séptima aparición seguida en el choque de los estelares. El derecho Max Scherzer (12-5, 2.41 y 182 ponches), de los Nacionales de Washington, enfrentará a Sale por segundo año seguido.

"Tuve muchas decisiones difíciles", dijo Hinch. Tenía a muchos lanzadores para considerar, pero honestamente, la prueba son los números y él ha sido el abridor más consistente de la liga", agregó.

"Aprecio esto. Es un gran honor y sé que no sucede muy a menudo y desde hace tiempo. Voy a tratar de divertirme, para eso es que estamos aquí", dijo Sale, quien se unirá a Lefty Gómez y Robin Roberts, dos miembros del Salón de la Fama, cuando abra su tercer partido de estrellas consecutivo.

"Cuando [el mánager] Dave me dijo que me daría la pelota, muchas emociones me asaltaron. Es grandioso saber que estarás abriendo en tu casa. Es un honor mayor con el Juego de Estrellas aquí", dijo Scherzer, un triple ganador del premio Cy Young que ha sido convocado al clásico de mitad de temporada por los últimos seis años.

Scherzer es el sexto lanzador en la era de la expansion (desde 1961) que abre el Juego de Estrellas en su casa y el primero desde que Matt Harvey lo hizo en el Citi Field en el 2013.

Mientras la Liga Nacional tendrá la ventaja de comenzar con Scherzer y estar en casa, la Liga Americana tiene el poder y la ventaja para el quinto Juego de Estrellas en Washington y el primero en la capital del país desde 1969.

La alineación que ofreció el manager AJ Hinch, de los Astros, es tan salvaje, que los últimos tres bateadores de la misma son el antesalista dominicano Manny Machado, de los Orioles de Baltimore; el inicalista cubano José Abreu, de los Medias Blancas Chicago, y el receptor venezolano Salvador Pérez, de los Reales Kansas City.

Arriba están Mookie Betts, de los Medias Rojas; el venezolano José Altuve, de los Astros; Mike Trout, de los Angelinos de Los Ángeles; el cubano J.D. Martínez, de Boston; el dominicano José Ramírez, de los Indios de Cleveland, y el jardinero Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York.

"Es un privilegio participar y estar junto a todos esos grandes jugadores; una oportunidad que la vida nos da. Agradecido eternamente a todos los fans que votaron por uno", dijo Abreu.

Los nueve abridores de la Americana se combinaron para acumular 36.9 de WAR en la primera mitad, contra 21.3 de la Nacional, que tiene una alineación atractiva, liderada por Nolan Arenado, de Rockies de Colorado; Paul Goldschmidt, de Diamondbacks de Arizona; Freddie Freeman, de Bravos de Atlanta, y Bryce Harper, de los Nacionales, pero para nada parecida a la de su rival.

El Juego de Estrellas en cierta forma es una pequeña muestra de la primera mitad de la temporada, cuando Boston (68-30), Yankees (62-33), Houston (64-35) y Marineros de Seattle (58-39), cuatro clubes de la Liga Americana, tuvieron los mejores récords del béisbol. El equipo más exitoso de la Liga Nacional, los Cachorros de Chicago (55-38), están 10.5 juegos detrás de los Medias Rojas.

Afortunadamente, para ambos equipos, el resultado del Juego de Estrellas no decide la ventaja de la casa para la Serie Mundial, como ocurrió entre 2003 y 2016.

"Es pelota y no hay nada escrito. En un juego de béisbol cualquier cosa puede pasar y la Liga Nacional tiene un tremendo equipo", dijo el puertorriqueño Javier Báez, de los Cachorros, quien estará de bateador abridor por el viejo circuito.

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