Dave Martínez encara la temporada 2024 al frente de los Washington Nationals con el ánimo de mantener la reconstrucción del equipo.
WEST PALM BEACH, Florida -- Los Washington Nationals comenzarán la próxima temporada un poco más allá de la mitad del proceso de reconstrucción que comenzaron dos años después de haber ganado el primer campeonato de la franquicia, en el 2019.  Del roster que derrotó a los Houston Astros en la Serie Mundial solamente quedan el jardinero dominicano Victor Robles y el lanzador Tanner Rainey. El manager puertorriqueño Dave Martínez pasó de anotar en su lista de disponibles para el día de jugadores como Max Scherzer, Stephen Strasburg, Juan Soto, Trea Turner, Anthony Rendon y Ryan Zimmerman a otros llamados Joey Meneses, Carter Kieboom y Jackson Rutledge. Pero Martínez, quien entra a su séptima temporada al frente del club, uno de los más veteranos de las Grandes Ligas, no está incómodo con su rol de reconstructor en Washington. “Para mí esto es un sueño, seguir haciendo esto y tener siete años con los Nationals”, dijo Martínez a ESPN Digital, luego de una jornada de entrenamientos en el campamento primaveral del club en West Palm Beach, Florida. “Trabajo duro con los muchachos, ellos son mi principal motivación”, dijo Martínez. “Gracias a [el gerente general] Mike Rizzo y a los Lerner [los propietarios del equipo] por darme la oportunidad de hacer lo que me gusta. Era un sueño que tenía de hacer de dirigente [en Grandes Ligas] mi trabajo”, agregó. Martínez, quien fue contratado por Washington en noviembre del 2017 y en su segunda temporada se convirtió en el tercer latino que conquista la Serie Mundial (el venezolano Ozzie Guillén lo hizo con los Chicago White Sox en el 2005 y el puertoriqueño Alex Cora con los Boston Red Sox en 2018), firmó el año pasado una extensión por dos temporadas (2024-25) con una opción para el 2026. Martínez, de 59 años, jugó por 16 temporadas en las ligas mayores, antes de ser nombrado coach de banca para Joe Maddon con los Tampa Bay Rays en el 2008. Martínez se fue con Maddon a los Chicago Cubs en 2016 y fue parte del grupo que quebró la racha de 108 años sin ganar que tenía el club de La Ciudad de los Vientos. No hay que ser un científico para vaticinar que con su actual roster, los Nationals tendrán problemas para ganar regularmente y que sus cuatro rivales de la División Este de la Liga Nacional (Atlanta Braves, Philadelphia Phillies, New York Mets y Miami Marlins) están mucho mejor posicionados. La mayoría de las proyecciones indican que sería una gran sorpresa si Washington no pierde más de 90 juegos por tercera temporada seguida. “Para mí hay que jugar duro todos los días. Tenemos un equipo muy joven, es un proceso y vamos a seguir con el proceso, pero vamos a jugar duro todos los días, un juego a la vez”, dijo Martínez sobre un equipo que perdió 107 juegos en el 2023, la mayor cantidad desde que está en Washington y la segunda peor cifra desde el año de debut de la franquicia en Montreal (110) en 1969. La buena noticia es que el grupo que lidera el torpedero CJ Abrams, el receptor venezolano Keibert Ruiz, el jardinero Lane Thomas y los lanzadores Josiah Gray y McKenzie Gore, entre otros, jugó muy cerca de .500 (35-27) en la segunda mitad y puso un impresionante 17-11 en agosto, aunque se desplomó en septiembre (8-18). “Si ves lo que hicimos el año pasado. Nuestros jóvenes jugaron muy bien los últimos dos meses y creo que este año seguiremos igual. Nosotros jugamos duro y todo el mundo reconoce eso. Vamos a seguir trabajando”, dijo Martínez. “Todos los equipos arrancan la temporada en 0-0”, dijo el piloto. Dos jugadores clave en el futuro a corto y mediano plazo de los Nationals son Abrams, de 23 años, y Ruiz, de 25. En dos años, Abrams ya se está colocando entre los mejores de su posición. En el 2023, en su primera temporada completa desde que fue adquirido desde los San Diego Padres en el cambio de Soto y el 1B Josh Bell, Abrams pegó 18 jonrones y se robó 47 bases, mientras aportaba una defensa decente. Ruiz, quien fue adquirido desde los Los Angeles Dodgers junto a Gray y otros dos peloteros en el movimiento que mandó a Scherzer y Turner a Hollywood en el 2021, bateó .300 con 22 extrabases y OPS de .809 en la segunda mitad de la temporada (.260 con 24 dobles y 18 jonrones en 523 turnos en todo el torneo), pero su desempeño defensivo, clave para su posición, estuvo por debajo al 2022. “El año pasado lo hizo muy bien en la segunda mitad y mostró que puede ser un líder. En estos entrenamientos está feliz, un poco más relajado, y está trabajando duro. Este año, Keibert podría poner todo junto”, dijo Martínez, quien, en sentido general, está feliz con el grupo que tiene en el campamento de entrenamientos. “Me encanta el progreso del equipo, la forma en que estos chicos están jugando la pelota. Creo que vamos en la dirección correcta”, dijo.
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