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Manager de Mets, Collins, entró en shock tras muerte de Fernández

NUEVA YORK -- Terry Collins todavía estaba en shock con la triste noticia del fallecimiento de José Fernández, la madrugada del domingo, minutos después de haber participado en un evento con sus jugadores en el cual se le regalaba las camisetas que vistieron a unos afortunados aficionados que presenciaron el último juego de la temporada regular en Citi Field.

Casi fue imposible ponerle una buena cara a la paliza de 17-0 que los Mets de Nueva York le habían propinado a los Filis de Filadelfia mientras los chicos dirigidos por Collins trataban de comprender el trágico accidente de bote que le costó la vida a una de las grandes estrellas de las Grandes Ligas y a dos de los amigos de fenómeno de los Marlins de Miami, Emilio Macias, de 27 años, y Eduardo Rivero, de 25 años.

En vez de pensar cómo iba a manejar sus estrategias para el primer partido de una serie de tres duelos en Marlins Park que inicia la noche del lunes, Collins anticipaba una importante reunión que ya se había programado antes de salir al terreno en lo que sin lugar a duda será una noche emotiva no sólo para los neoyorquinos, sino para la organización de los Marlins y sus aficionados, quienes se encuentran profundamente afectados por la muerte súbita y trágica del joven de 24 años.

Para los campeones defensores de la Liga Nacional, ''en juego'' está su retorno a la postemporada aunque estaban muy conscientes de lo que estaban a punto de experimentar en Miami.

La novena de Collins inició la jornada del lunes al tope de la batalla por los dos comodines del viejo circuito con una ventaja de un juego sobre los Gigantes de San Francisco. Los Cardenales de San Luis se encuentran a medio juego de los Gigantes.

Al menos que haya un triple empate por los dos comodines, los Mets anhelan ser anfitriones del partido el próximo miércoles que decida quien tome el reto de enfrentar a los Cachorros de Chicago en la Serie Divisional que inicia el próximo viernes en Wrigley Field.

Además de estos tres encuentros que disputarán en Miami, Nueva York tendrá una cita de tres juegos en Filadelfia para concluir la campaña regular de 2016.

''Es mucho lo que está en juego. Conozco a José Fernández bastante bien para saber que la única cosa que él quiere es que se juegue el partido y que el juego se juegue de la manera correcta porque así fue que él se acometía'', indicaba Collins momentos después de que los Mets habían hilvanado su tercera victoria en cuatro juegos sobre los Filis tras ser barrido en una serie de tres duelos ante los Bravos de Atlanta a principio de la semana pasada.

''En honor a él, vamos a salir y jugar el juego de la manera correcta''.

Miami aplazó la salida de Fernández que estuvo programada la tarde del domingo ante los Bravos, colocando entonces a Adam Conley en lugar de la querida estrella.

Fernández entonces recibió la encomienda de lanzar el lunes en Marlins Park ante el veterano dominicano de 43 años, Bartolo Colón, una celebración apodada ''Jose's Day'' o ''El Día de José'' por la atención que generaba cada salida del muchacho cubano.

Los Mets tendrán atada en el dugout visitante la misma camiseta de Fernández que el cubano Yoenis Céspedes había decidió colgar contra la pared del dugout en Citi Field antes de iniciar el juego del domingo.

Como de costumbre luego de cada triunfo, la música sonaba a alto volumen en el vestidor de los Mets pese al decaído estado de ánimo en el ambiente.

''Estos chicos solamente no son gran atletas, ellos tienen sentimientos y personalidades y estuvieron sorprendidos... Pero la cosa que ellos realizaron es que tenemos un trabajo por hacer'', dijo Collins.

''Es un tributo al tipo de personas que tenemos en ese camerino, sus habilidades de poner las cosas hacia un lado y enfocarse. Nosotros comentamos en cuanto a cómo estos chicos tienen problemas fuera del campo como todo el mundo, argumentos, multas de conducir, facturas por pagar. Cuando caminan por esas puertas, es como un lugar seguro''.