El dominicano Jean Segura llegó en el invierno a los Diamondbacks de Arizona y seis meses después puede blasonar de haber tenido la mejor temporada de su aún joven carrera.
Desde que se dio la voz de playball en abril, los nuevos aires le sentaron bien a Segura, quien cerró la última semana de la campaña a palo limpio, para conseguir, por primera vez en su vida, sobrepasar los 200 imparables.
En los últimos siete días, el campocorto de los Diamondbacks bateó diez cohetes en 23 turnos, para average de .435, con diez carreras anotadas y cuatro impulsadas.
Los hits de Segura fueron de todas dimensiones, pues hubo cinco sencillos, un doble, un triple y tres jonrones, para un promedio de slugging de .957.
De esta manera, cerró la temporada con 203 hits en 637 veces (.319), para su primera campaña con average superior a .300.
Además, logró sacar 20 pelotas del parque, ocho más que las 12 que consiguió en el 2013, cuando jugaba para los Cerveceros de Milwaukee.
Su compañero de equipo, el cubano Yasmany Tomás, también completó una gran temporada, su segunda en las Mayores.
El Tanque Tomás se fue de 19-7 (.368) en la semana final, con tres anotadas y ocho empujadas, un doblete, par de bambinazos y slugging de .737.
El cubano despachó en total 31 cuadrangulares, una cifra que superó por mucho todas las expectativas, luego de haber conseguido nueve en su año de novato en el 2015.
Otro dominicano que al igual que Segura se benefició con el cambio de equipo fue Jonathan Villar, quien pasaba sus días en la banca de los astros de Houston y se convirtió en titular con los Cerveceros.
Villar disparó en los últimos siete días diez hits en 24 oportunidades, para average de .417, con seis anotadas y siete remolcadas.
Como extrabases ligó tres biangulares e igual cifra de cuadrangulares, para un promedio de slugging de .917.
Buen final también tuvo el versátil puertorriqueño Javier Báez, pieza clave para los Cachorros de Chicago por su capacidad para desempeñarse en varias posiciones.
Báez bateó seis imparables en 18 turnos, para average de .333, con par de anotadas y ocho empujadas, un jonrón como único extrabases y slugging de .500.
Y su compatriota Ángel Pagán, de los Gigantes de San Francisco, también cerró bien el año, aunque se llevó severas críticas por derribar a un fanático que saltó al terreno y se le acercó a pedirle un autógrafo.
Pagán se fue de 22-9 (.409), con cinco anotadas y cuatro impulsadas, un doble, un triple, un jonrón y slugging de .682.
Y otro boricua con gran cierre de temporada fue Yadier Molina, cátcher de los Cardenales de San Luis.
Molina disparó 11 hits en 26 veces, para average de .423, con cinco anotadas e igual cantidad de empujadas.
Como extrabases sumó tres dobletes y un bambinazo, para slugging de .654.
Frío, frío
Al igual que en el 2015, el cubano Yoenis Céspedes cargó sobre sus hombros a los Mets de Nueva York y los metió en la postemporada.
Pero en la última semana se enfrió su bate y sólo consiguió tres imparables en 21 turnos, para average de .158 y par de abanicados.
Los Mets esperan que despierte a tiempo, ahora que comienza la postemporada.