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Es temprano. El sol se pone a las 5:00 p.m. el día después de que el tiempo cambió suave. Pero Max Scherzer comienza a verse como un integrante del Salón de la Fama. En caso de que aún no tengas la información, Scherzer ganó el Trofeo Cy Young de la Liga Nacional 2016 el miércoles. Es la segunda vez en cuatro años que se lleva el galardón a casa y es el pitcher número 18 que gana múltiples trofeos. De los otros 17 compañeros, cuatro todavía están en activo o no son aún elegibles a la votación al Salón de la Fama (Clayton Kershaw, Roy Halladay, Tim Lincecum y Johan Santana). De los 13 que son elegibles, uno tiene una gran marca en el jersey (Roger Clemens), los otros 10 ya están como reliquias en Cooperstown. Los otros dos son Denny McLain, quien se retiró a sus 20 años, y Bret Saberhagen, quien ganó ambos Cy Young a los 25 años y terminó con 167 victorias en su carrera. ¿Dónde deja esto exactamente a Scherzer? Podemos olvidar la posibilidad de que se retire a los 20 porque ya tiene 32 años. Podemos tener la certeza de que no será un fracaso, al ver cómo ha pasado los últimos cuatro años siendo uno de los abridores más dominantes, sin dar señales de perder sus condiciones. Tampoco hay una razón para creer que un ‘asterisco’ manche su carrera. La pregunta es, entonces, dado el relativo lento inicio de la carrera de Scherzer, quien no alcanzó las 50 victorias antes de su cumpleaños 28, ¿tendrá suficientes créditos para Cooperstown en el momento en el que se retire? La respuesta comienza a verse más y más como un sí. En 126 aperturas en sus primeros cinco años de carrera en Grandes Ligas, tuvo efectividad de 3.94 y 1.30 de WHIP. Pero en 132 aperturas desde entonces, su promedio de carreras limpias admitidas ha ido hacia abajo (2.95), y su WHIP, de 1.01, es el mejor para cualquier abridor que no sea Clayton Kershaw. En otras palabras, el as de los Washington Nationals, parece estar en la etapa media de su mejor momento. El contrato de Scherzer con Washington tiene cinco años más de vigencia, lo que lo llevaría hasta la temporada 2021 y su cumpleaños número 37. Por otro lado, parece un poco tonto pensar que a los 37 años la versión de Scherzer se aproxime a lo que hizo en sus 20 o el inicio de sus 30. Además, todas las señales apuntan a Mad Max, quien no se ha perdido una apertura y ha aumentado su número total de ponches en los últimos cinco años. Si eso pasa, si Scherzer se mantiene en el nivel y le ofrece a su equipo otros cinco años como los más recientes, tendrá un buen expediente para aspirar a Cooperstown. Desde 2012, el derecho promedia 17 victorias y 257 ponches por temporada. Si continúa haciendo esto hasta 2021, dejará su carrera en 210 triunfos y 3,166 ponches, que parecen muchos, porque lo son. Sólo 12 hombres en la historia de Grandes Ligas tienen más y cada uno de ellos (excepto Roger Clemens) están en el Salón de la Fama. Aunque las 210 victorias no gritan ‘Salón de la Fama’, es fácil imaginar a Scherzer jugando su actual contrato y terminando en algún otro lugar en el rango de 250. Aún si eso no pasa, hay muchos puntos en su curriculum que pueden ayudar a su causa. - Ha lanzado dos juegos sin hit. - Ha sido líder de victorias en su liga en tres ocasiones. - Ha sido líder en WHIP en su liga en dos oportunidades. - Ha encabezado la liga en ponches e innings. - Empató el récord de Grandes Ligas de más ponches en nueve innings (20). - Ha terminado en el Top Five de votaciones para el Cy Young en las últimas cuatro temporadas. - Es un pitcher de gusto universal. (Si piensas que eso no es importante, sólo pregúntale a Curt Schilling). - Sus ojos son de color diferente. Ok, esto último no importa en realidad, pero ¿qué tan agradable sería tener a un Salón de la Fama heterocromático? ¿Cómo captaría exactamente Tom Tsuchiya (el escultor que realiza las placas del Salón de la Fama) esa condición en el bronce? “Las placas son monocromáticas, pero todo depende de cómo esculpas las pupilas, el ojo oscuro puede cortarse en un relieve más profundo que el del ojo claro”, dijo Tsuchiya. La buena noticia es que es temprano. Como diez o 15 años antes de que el nombre de Scherzer llegue a una papeleta. En otras palabras, Tsuchiya tiene tiempo suficiente para resolverlo.
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