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PORT ST. LUCIE, Florida - El manager de los New York Mets, Terry Collins, no ha revelado oficialmente a su abridor para el Día Inaugural, esperando en cambio dar ese anuncio entrado en el entrenamiento de primavera. El secreto más mal guardado alrededor de los Mets es que será Noah Syndergaard quien tomará el montículo en la primera entrada en Citi Field cuando New York abra la temporada contra los Atlanta Braves.
Eso no significa que el derecho se considere el as del cuerpo de pitcheo. "Realmente no diría que soy el líder del cuerpo de lanzadores, creo que todos somos líderes a nuestra manera y todos estamos impulsándonos unos a otros", comentó Syndergaard el domingo por la mañana en la sede de los entrenamientos primaverales del club, un día antes de que los lanzadores y los receptores se reporten. "Es como una hermandad dentro del equipo, es realmente genial ser parte". Sin embargo, Syndergaard tiene importantes factores que juegan a su favor para ser el primer abridor de los Mets este año.
Para empezar, es joven, fuerte, confiable y duradero. En un clubhouse que presentó una rotación considerada como la mejor de MLB pero que a la vez fue la que sufrió mayor número de lesiones el año pasado, Syndergaard se destacó y fue el único lanzador que permaneció sano mientras cerraba la larga temporada. Sus compañeros Jacob deGrom y Matt Harvey tuvieron problemas desde el principio, ambos se lesionaron en la primavera y sus temporadas fueron cortadas por cirugías. El zurdo Steven Matz tuvo un persistente esputo de hueso y vio como llegaba su final de temporada debido a un problema de hombro que se desarrolló. 
El destacado derecho Zack Wheeler tuvo una cirugía de Tommy John en marzo de 2015, hizo una aparición en un juego de la Liga Estatal de la Florida para High A St. Lucie y fue descartado.
Syndergaard, que lleva el apodo de Thor, en última instancia podría tener otro sobrenombre: 'El sano'. "En cuanto Terry mencione (el abridor del primer día), eso es sólo un gran honor para mí. Estoy aquí para responder a la llamada", dijo Syndergaard, quien irónicamente se está recuperándose de una bronquitis y la gripe que le ha provocado perder algo de peso. "Lo que el equipo necesite, estoy aquí para hacer ese trabajo". Cuando Collins necesitaba un abridor para el juego de Wild Card de la Liga Nacional contra los San Francisco Giants, el manager se volvió hacia su caballo de batalla. Syndergaard, de 24 años, se enfrascó en un duelo de lanzadores con el zurdo Madison Bumgarner. No permitió un hit de San Francisco hasta el sexto y trabajó siete entradas sin anotaciones, ponchó a 10 Gigantes en una salida poderosa como viene siendo cada vez más común para New York. Los Mets finalmente perdieron 3-0 en la segunda blanqueada consecutiva de Bumgarner en un juego de muerte súbita. Syndergaard ha aumentado algo en la temporada baja, entrenando en una nueva instalación, dándole seguimiento a su dieta y consumiendo más proteínas. Dijo que los nuevos entrenamientos están más a la medida de lo que está tratando de lograr, que es mejorar su marca de 14-9 con un 2.60 E.R.A. y 218 ponches la temporada pasada. Casi inconcebiblemente, también quiere lanzar más duro. La temporada pasada alcanzó rutinariamente 100 millas por hora en su bola rápida, y promedió 97.9 durante la temporada.
Ese número fue el mayor en MLB entre los pitchers abridores calificados. "Siempre quiero lanzar más duro y hacer el juego más fácil. Sentí que mi velocidad aumentó el año pasado en comparación con mi temporada de novato. Voy a tratar de aumentar ese límite", dijo. Sin embargo, se da cuenta de lanzar no siempre es sobre impulsarse y tirar lo más duro que se pueda. Indicó que su trabajo fuera de temporada y su preparación deberían ayudarlo a sentirse más cómodo en esta tercera campaña. "Espero que me permita con más facilidad ir más lejos en los juegos, pero también enfocándome y manteniendo mi flexibilidad", apuntó. "El lanzamiento no es sólo máximo esfuerzo, sino que se trata de ser fluido".
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