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Pitcher dominicano Edinson Vólquez sigue en deuda con Marlins

MIAMI – El dominicano Edinson Vólquez llegó a los Marlins de Miami en el invierno con la tarea de encabezar una rotación a todas luces endeble.

Después de seis salidas, el abridor del Juego Inaugural de los Marlins aún no ha podido aportarle la primera victoria al equipo, en tanto suma ya cuatro derrotas.

Este martes tuvo una de sus mejores faenas del año, pero no contó con apoyo ofensivo de sus compañeros, envueltos en un slump colectivo desde hace días.

Volquez propinó nueve ponches en 4.1 innings ante los Rays de Tampa Bay, pero regaló asimismo ocho pasaportes, en tanto permitió tres carreras limpias en el juego que terminó 3-1 y en el que los visitantes completaron la barrida en una mini serie de dos partidos en Marlins Park.

El veterano quisqueyano ha tolerado 15 limpias en 28.2 episodios, para una efectividad de 4.71. Ha propinado 32 ponches, pero concedido 22 bases por bolas.

Volquez toleró cuadrangular solitario de Logan Morrison en el tercero y dos más en el quinto, cuando abandonó el partido después de un out por una ampolla en un dedo.

''Salí a dar lo mejor de mí y me sentía bien, pero desde el principio me molestó la ampolla. No quiero justificarme, pero intenté diferentes tipos de agarres de la pelota y siempre me molestaba'', explicó Volquez, quien no cree que debido a esto se vaya a perder su próxima apertura.

''Me ha pasado otras veces y nunca he perdido un turno en la rotación por eso. Habrá que esperar un par de días para ver cómo evoluciona, pero creo que estaré listo para mi próximo juego'', añadió.

''Me siento bien físicamente, el brazo está fuerte, pero hoy no pude controlar bien mis envíos. Creo que nunca en mi carrera había dado tantas bases por bolas''.

De hecho, el dominicano es el primer lanzador desde 1900 en ponchar a nueve y regalar ocho boletos en menos de cinco entradas de labor.

''Bueno, ya estoy en los libros'', señaló resignado, medio en broma, medio en serio.

En la trinchera opuesta, el derecho Álex Cobb combinó muy ien su bola rápida con el cambio de velocidad y dejó sin carreras en seis innings a Miami, con cuatro imparables, dos abanicados y par de boletos.

En los dos partidos ante Tampa Bay, los lanzadores de Miami concedieron 19 bases por bolas, mientras sus bateadores apenas fabricaron tres carreras, con 10 hits.

''De pronto todo ha dejado de funcionarnos'', reconoció el manager Don Mattingly.

''Tenemos que hablar con los muchachos y reagrupar fuerzas para salir del mal momento. Esta fue una breve estancia en casa y nos fue mal'', dijo Mattingly, refiriéndose no sólo a los dos juegos ante los Rays, sino a los tres anteriores frente a los Piratas de Pittsburgh, de los cuales los Marlins perdieron dos.

''A veces tratamos de hacer más y nos ponemos demasiada presión. Tenemos que buscar la manera de regresar al ritmo de los primeros juegos y encontrar nuestro juego'', dijo por su parte Giancarlo Stanton, quien remolcó la única carrera de los peces con doblete en el octavo episodio.

Con esta derrota, Miami deja su marca en 11-14, empatado con los Bravos de Atlanta en los lugares tres y cuatro de la división Este de la Liga Nacional, apenas medio juego por delante de los Mets de Nueva York (11-15).

Los Rays, por su parte, mejoraron su récord a 14-14, cuartos en el Este de la Liga Americana.

Ambos conjuntos continuarán la llamada Serie de la Toronja con otros dos partidos, pero en el Tropicana Field de St. Petersburg.