Un juego de reprogramado sólo ha causado problemas entre los Orioles y los Nacionales, con el gerente general de Washington, Mike Rizzo, diciendo a sus vecinos que "dejen de lloriquear".
El problema deriva del juego del jueves, ganado por Washington 6-1, que fue reprogramado desde el 11 de mayo debido a una tormenta que nunca llegó.
Después de la derrota del jueves por la noche, el manager de los Orioles, Buck Showalter bromeó que el tiempo era "ligeramente mejor" que en mayo.
Rizzo no estaba interesado en los comentarios sarcásticos de Showalter, ya que el juego del jueves reemplazó a un día libre que venía después de un viaje de nueve partidos por la Costa Oeste para Washington. Los Orioles habían jugado el miércoles en casa - a menos de 40 millas de distancia de D.C.
"Llovió todo el tiempo aquel día y el pronóstico dijo que llovería hasta las 9:30 o 10", dijo Rizzo al Washington Post, recordando los acontecimientos del 11 de mayo. "Me senté en la oficina de Buck a las 6:30, y hablamos sobre eso por 20 minutos, estaba 100% a bordo, no dijo nada sobre no cancelar el juego.
"Su Gerente General [Dan Duquette] no se encontraba en ninguna parte durante tres o cuatro horas. Queríamos jugar al día siguiente. Ellos se negaron a jugar, por lo que el siguiente día [libre] era el jueves. Ellos manejaron 32 millas para llegar allí. Nosotros volamos 3.000 millas, y los vencimos. Así que deja de lloriquear. Deja de lloriquear.
Mientras que una derrota de temporada regular interligas que dio lugar a una división de la serie a menudo no conduciría a mucho drama, Showalter golpeó más en la naturaleza del juego reprogramado del equipo.
"Muchos de los subproductos de la cancelación", dijo Showalter, probablemente refiriéndose a que su equipo no tuvo a dos titulares (Adam Jones y Manny Machado) debido a lesiones y un lanzador menos anunciado en el montículo para el juego reprogramado (Alec Asher el jueves, en contraposición a Dylan Bundy en mayo).
Los Nacionales, ganadores de ocho de sus últimos 11 partidos, están ahora en medio de un serie de siete partidos, mientras que los Orioles han perdido cuatro de sus últimos seis y están trabajando a través de un oscilación de ocho juegos. Los dos equipos no están programados para jugar de nuevo esta temporada.