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Javier Báez sobre el arte de cubrir la base

Esta es una historia exclusiva para digital de nuestra edición de 'Body Issue' 2017 de ESPN The Magazine.

¿Ganador de la Serie Mundial? Listo. ¿Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional? Listo. ¿Medallista de plata del Clásico Mundial de Béisbol? Hecho. Listo. Tachado. Después de un tremendo año (oye, ¿cuándo fue la última vez que ha ganado un título esperado por 108 años?), Javier Baez decidió coronarlo todo (y quitárselo todo) posando para la novena edición del 'Body Issue' de ESPN The Magazine. La periodista Marly Rivera habló con Báez, de 24 años, con respecto a sus dones atléticos únicos, el arte de cubrir la base y cómo consigue inspiración en sus raíces puertorriqueñas. Aquí está Báez, en sus propias palabras:


Cuando llegué a la Serie Mundial, empecé a tratar de intentar más de lo que era capaz de hacer. Quería batear un jonrón en el primer pitcheo. Comencé a ponerme nervioso, y quise hacer más de lo humanamente posible. Pienso que eso es algo que uno no puede controlar. Durante la Serie Mundial, todo el ruido, la motivación, los sentimientos que te embargan en el terreno... Y todo el mundo te está viendo. Eso me abrumó. Cuando salí a ese primer juego en Cleveland, había tanto ruido, realmente me sentí más pequeño de lo que soy.

Una de las cosas que me ayudaron mucho fue el hablar con respecto a toda la presión que estaba sintiendo con los medios de comunicación. No es que me encantaba comentarlo, pero pude quitarme esa sensación entre pecho y espalda. Siempre dije: "Si cometo un error, no es gran cosa. Sigo adelante". Creo que esa es la razón por la cual me fue tan bien contra San Francisco. Cuando comencé a decir que no había presión, comencé a creérmelo.

Soy una persona fuerte, mentalmente hablando. Aprendí a ser así; aprendí a ser fuerte. Mi padre y mi bisabuela murieron durante la misma semana. Al miércoles siguiente, me asaltaron. Tenía 11 años. Pusieron una pistola contra mi pecho. He vivido muchas situaciones diferentes.

Igualmente, soy fuerte porque he visto todas las cosas con las que tuvo que lidiar mi hermana Noely (Noely Báez sufrió de espina bífida, un defecto del tubo neural, especie de defecto congénito del cerebro, la columna vertebral o de la médula espinal, y falleció en 2015 a los 21 años de edad). Sin embargo, en lo que a mí concierne, mi hermana nunca fue una persona en condición de discapacidad. Lo único que no pudo hacer durante su vida fue caminar. Ella es mi más grande inspiración. Disfrutaba ir al estadio, nunca se perdía un partido. Aplaudía mucho. Nos divertimos mucho juntos.

Aún lloro por ella. Cada vez que voy a Puerto Rico, voy a su tumba, me siento allí y desahogo todo lo que siento. A veces voy sólo. No le cuento a nadie. Voy allí, me siento y le hablo. Me río a carcajada suelta recordando todo lo que yo viví con ella. Le conté de mi experiencia en la Serie Mundial.

Debido a todas las cosas por las que he pasado, no muestro mucho de mis emociones. Nunca muestro lo feliz que soy. Por ejemplo, cuando ganamos la Serie Mundial, mi novia me preguntó: "¿No estás emocionado?" Mantengo mis emociones bajo equilibrio. Si efectúo una de esas jugadas que impresionan a la gente, no es que me pongo a alardear de lo fácil que fue para mí. La considero una jugada de rutina a fin de estar listo para la próxima.

Mi familia sigue siendo mi fuente de inspiración. Mi hermana ya no está con nosotros, pero me sigue inspirando. Mi madre dejó de vivir para sí misma a fin de poder proveer a mi hermana durante 22 años. Y nunca se quejó. Para mí, eso es increíble. Hizo todo lo que mi hermana necesitaba, con la mayor gracia y aplomo. Ellas, y toda mi familia, son mi inspiración.

LOS SECRETOS DE CUBRIR LA BASE
Casi nadie sabe esto que voy a decir, pero yo soy zurdo. Puedo batear a ambas manos, pero naturalmente soy zurdo. Como con la mano izquierda. Escribo con la zurda. Hago prácticamente todo con mi mano izquierda. Por ello, atrapar la pelota es sumamente fácil para mí. El poder usar ambas manos me ayuda a cubrir la base porque sé lo rápido que puedo ser usando mi mano, y sé dónde está la pelota. Trato de calcular el tiempo que me tomará atrapar la pelota con la palma de mi mano, y como tengo todo el guante a mi disposición, me pongo en posición antes que la pelota llegue allí. Entonces, cuando la atrapo, ya estoy bajando mi mano a fin de poder cubrir bien la base.

Usemos como ejemplo a Francisco Lindor. Sé que va a intentar ir al robo. Entonces, lo primero que hago es dibujar mentalmente un ángulo de la línea en la cual vendrá en carrera, lo cual me indica el lugar en el cual me debo erguir en la base. Ya sé que, cuando la pelota llegue hacia mí, no puedo ir más lejos de ese ángulo. De lo contrario, tengo que buscar la pelota desde atrás y virarme mientras intento cubrir la base. No puedo ir más allá de esa línea. Si la pelota va en dirección al corredor, voy y la busco, pero me mantengo dentro de esa misma línea desde la cual está viniendo para así poderle alcanzar.

Pienso en todas estas cosas antes que el pitcheo se produzca. Así, antes que haya un lanzamiento, ya tengo una idea en mente de cómo reaccionaré, así puedo hacer las cosas simples primero. Hago esto todo el tiempo. Lo único que cambia es el momento en el cual la pelota te va a llegar. Ayudo a todo el equipo con mis coberturas de base. Puedo convertir una jugada que era quieto "seguro" en out.

"NO PODÍA CAMINAR"
A veces, mis piernas me engañan. En ocasiones, cuando estoy corriendo, intento más duro de lo que puedo, más allá de mis habilidades, y me quedo atascado. Puedo correr, algo así, pero termino creyendo que soy un poco más rápido de lo que realmente soy. Cuando tenía 8 meses, me pusieron botas ortopédicas a fin de enderezar mi postura. No podía caminar. No caminé hasta que tenía más de 1 año de edad. Cada día, me ponían botas más estrechas a fin de enderezar mis pies un poco más. Había una colina en frente de la casa de mi abuela; mi tía me llevaba tomado de las manos, e intentaba seguirla pero no podía hacerlo, con mis pies todos torcidos.

Ahora cuando corro, puedo verme caminando cuando era un niño pequeño. A mis 12 años, antes de mudarme a Estados Unidos, jugué en un torneo internacional en California representando a Puerto Rico, y en una toma de cámara hacia el jardín central, me puedes ver corriendo de segunda a tercera base, robándome la base; la cámara me muestra de espaldas, y puedes ver mis piernas por aquí y por allá. A veces, no puedo creer que pueda correr tan rápido.

"ELLOS ME HICIERON UN JUGADOR DEL CUADRO"
Me gusta más jugar a la defensiva. El año pasado, Joe Maddon me dijo: "Todos saben que eres fuerte, que puedes correr. Olvídate del bateo, no queremos que seas bateador, juegas a la defensiva". Lo tomé de esta forma: si ves nuestro lineup, si no hago nada con mi bateo, otro lo hará. No se trata de una persona en particular, se trata de todo un equipo. Lo tomé positivamente, y me dije: "Jugaré la mejor defensiva que pueda". Y así lo hice. Me enfoqué en mi defensiva. Me gusta arrojarme al terreno y hacer todo lo que pueda hacer.

Cuando era niño, jugué como receptor y jardinero central. En Puerto Rico, siempre se juegan dobles tandas, por ende, participaba en un partido como jardinero central y al siguiente como receptor. Un día, después de la práctica de bateo, estaba jugando tercera base y alguien bateó una línea, que me golpeó el ojo. No fue gran cosa, se me hinchó el ojo, pero no quise jugar más en el cuadro interior. La pelota me causó miedo, y fue difícil para mí jugar al cuadro durante la escuela secundaria. En el décimo grado, un cazatalentos me dijo que podía ser seleccionado en el draft por más dinero si jugaba en el cuadro interior, por ende me hicieron jugador del cuadro. Comencé a jugar tercera base y campocorto. Seguí como torpedero por los consejos que me daban los cazatalentos, pero no fue mi elección.

Sinceramente, mi posición favorita es el jardín central y ahora la segunda base. Para mí, las mejores jugadas que puedes ver siempre ocurren en los jardines. Soy un pelotero explosivo al cual le gusta correr bastante por aquí y por allá. Me gustó mucho el center field. De hecho, el año pasado, antes que [el ex Cachorro] Dexter Fowler fuese firmado nuevamente, estuvimos discutiendo si habían posibilidades que jugase muchos encuentros defendiendo el jardín central. Me gusta ahora jugar a la segunda base, ya que durante toda mi carrera hemos podido ver lo que soy capaz de hacer con mis manos. Me gusta hacer dobles matanzas. Los dobles matanzas son el mejor lugar para ver la capacidad de un par de manos veloces.

Para más sobre el 'Body Issue' 2017, busca tu copia en los puestos de revistas a partir del 8 de julio.