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La champaña se desbordó en Chávez Ravine

Las botellas de champaña tenían varios días en la heladera y al fin, la noche del viernes, los Dodgers pudieron descorcharlas, para derramar el espumoso líquido, en la celebración de su quinto título divisional consecutivo, luego de su victoria de 4-2 frente a los Gigantes de San Francisco, en las Lomas de Chávez Ravine.

Una celebración que tuvo doble motivo, ya que en este mismo día, la organización azul festejó los 90 años de uno de sus personajes más ilustres: Tommy Lasorda, quien fue objeto de una emotiva ceremonia, antes del inicio del juego.

Al final del mismo, los Dodgers ofrecieron, como cada viernes, un despliegue de fuegos de artificio, pero en esta oportunidad, la parafernalia estuvo acompañada por la voz de Frank Sinatra, el gran amigo de Lasorda.

Después, ya en pleno baño generalizado, en el vestuario, con la champaña volando en todas direcciones, Lasorda participaba de la fiesta.

"Todo se resume a la conquista de un título de campeón, y todos en este vestuario, estamos convencidos de que ha sido demasiado el tiempo que ha pasado desde que este equipo celebró la conquista de una serie mundial", aseguró el timonel Dave Roberts, haciendo un paréntesis en la celebración junto a su familia, para atender a ESPN Digital.

Roberts tiene muy claro que ya aquel 1988, la última vez que este equipo logró ganar un Clásico de Otoño, se va quedando muy atrás y asume el compromiso de buscar una nueva coronación, que ya ha sido largamente esperada, tanto por la organización, como por los aficionados.

Y lograrlo en el nonagésimo aniversario del nacimiento de uno de los máximos y más encendidos defensores de esta franquicia, alguien que jura y perjura que su sangre es azul, sería algo muy significativo.

"Tommy es uno de los integrantes de los Dodgers más ilustres en todos los tiempos y ha sido algo muy bonito el haber ganado nuestra división en la celebración de su cumpleaños noventa, pero sería algo mejor, el poder regalarle un título de la serie mundial", dijo Roberts.

Para el plurifuncional boricua, Kike Hernández, sólo existe un objetivo para el equipo:

"Nuestra meta, es celebrar tres veces más", dijo el picoso pelotero, quien reconoció que, en recientes fechas, los Dodgers no lo pasaron tan bien, como al inicio de la campaña.

"Últimamente hemos tenido trabajo anotando carreras", dijo, para luego reconocer la buena labor del lanzador abridor y ganador de esta noche.

"Rich Hill hizo un tremendo trabajo en la loma, en seis entradas, y después, el bullpen hizo su trabajo, para que al final llegara Kenley Jansen a hacer lo que él he venido haciendo todo el año".

Además, Hill pegó ese doble e impulsó la primera anotación del equipo, le señalamos.

"Así mismo fue y le tomó diez años el volver a disparar un doble. Por eso yo le pregunté si en el 2007, la última vez que pegó un batazo de dos esquinas, pensó en que le tomaría diez años repetirlo y se empezó a reír. Porque él es un tremendo luchador, y así como pone todo lo que tiene cuando está en la loma, cada día hace lo posible por mejorar su juego, incluyendo, su bateo, para ayudarse a sí mismo''.

Por su parte, el estelar taponero Kenley Jansen, quien lograra su rescate número 40 en la temporada, aseguró:

"Es nuestro quinto título divisional consecutivo y parece fácil, pero no lo podemos dar por hecho, en el inicio de cada temporada. Hay que trabajar muy duro y batallar para lograrlo, por eso, considero que tenemos derecho a esta celebración. Pero no podemos dejarlo ahí, a partir de mañana tenemos que pensar en lo que sigue, porque sabemos cuál es nuestro objetivo, y haremos todo lo que sea necesario para llegar a él".

En ese sentido, el presidente del equipo, Andrew Friedman, no tiene dudas, en lo que al talento que el manager Dave Roberts tiene a su disposición, es suficiente para tratar de llegar al Clásico de Otoño.

"Estoy muy contento con este grupo de peloteros, que no escatiman esfuerzo, en cuanto a la preparación, en cuanto a la disposición para el trabajo. Y esperamos que no cambie en octubre. Porque todo eso que han demostrado a lo largo de la temporada, nos da confianza en que puedan alcanzar algo importante. Tenemos ocho partidos restantes en la temporada regular, para planificar lo que queremos hacer a partir de octubre".

El que intentaba mantenerse lejos de las botellas de champaña, atendiendo a un nutrido grupo de reporteros, todos estilando champaña, era el torpedero Corey Seager, quien destacó la importancia de celebrar, en casa, la obtención del título divisional.

"Nosotros deseábamos asegurar la división lo más pronto posible, pero de la misma forma que lo hicimos el año pasado, esta vez lo logramos en casa, frente a nuestra afición, y eso tiene un sabor muy especial", dijo Seager, a quien solo le faltó añadir que, también le sabe muy bien a los Dodgers, destapar la champaña luego de un juego frente a los Gigantes...