NUEVA YORK -- Dos días después de terminada una temporada en la que las lesiones se confabularon por segundo año consecutivo para evitar que un buen grupo alcanzara la postemporada, los Mets de Nueva York anunciaron un extraordinario remeneón de la mata en su cuerpo técnico.
En un comunicado enviado a la prensa antes del mediodía del martes, los Mets informaron que Terry Collins, quien fue el manager del conjunto por las últimas siete temporadas, aceptó un cargo como asistente especial del gerente general Sandy Alderson en la oficina central.
Por otro lado, el equipo informó que Dan Warthen, quien era el entrenador de lanzadores desde el 2008, no mantendrá esas funciones, pero se le ofreció un rol diferente dentro de la organización. Los coaches Dick Scott (banca), Tom Goodwin (1B) y el puertorriqueño Ricky Bones (del bullpen) recibieron permiso para hablar con otros equipos, mientras los Mets completan el proceso de seleccionar un nuevo manager.
Los únicos coaches que serán retenidos son Kevin Long (bateo) y Pat Roessler (asistente del coach de bateo) y el de la tercera base, Glenn Sherlock, quien ya está contratado para 2018.
Asimismo, los Mets anunciaron que Ray Ramírez, quien ha sido el jefe de trainers de los Mets desde 2005, no regresará para la temporada del 2018, pero el resto de los integrantes del departamento mantendrán sus puestos.
Los cuerpos médicos y de trainers de los Mets han estado en el ojo de la tormenta en las últimas temporadas, cuando casi todos los jugadores importantes, especialmente los lanzadores, han pasado una gran parte del tiempo en lista de lesionados.
En el 2017, los pitchers abridores Noah Syndergaard, Matt Harvey, Zack Wheeler, Steven Matz y Seth Lugo; el cerrador Jeurys Familia y los jugadores de posición Yoenis Céspedes, José Reyes, Juan Lagares, Michael Conforto, Brandon Nimmo, Asdrúbal Cabrera y Travis D´Arnaud visitaron la lista de lesionados. El antesalista David Wright no jugó un solo partido, después de aparecer apenas en 75 en las dos campañas anteriores.
Los Mets, que avanzaron a la Serie Mundial del 2015, terminaron el 2017 con marca de 70-92, a 27 juegos del primer lugar de la División Este de la Liga Nacional, que por segundo año seguido ganaron los Nacionales de Washington.