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Andrew Marchand | Escritor Senior de ESPN 7y

'Vamos a sobrevivir': Roberto Alomar quiere darle una voz a Puerto Rico

NUEVA YORK - El miembro del Salón de la Fama Roberto Alomar creció como parte de una ilustre familia del béisbol en Puerto Rico. El béisbol forma parte de la vida en la isla y, junto al éxito de su padre y su hermano, se puede decir que los Alomar son la primera familia del país.

Cuando el huracán María atacó la isla, Alomar no podía comunicarse con su padre, Santos Alomar Sr, el veterano jugador y entrenador de Grandes Ligas, ni con su madre ni hermana. Por lo cual, Alomar decidió ir a su pueblo de Salinas a fin de constatar su condición.

Afortunadamente, se encontraban bien. Su amado país no lo está.

"Es devastador", dijo Alomar, de 49 años. "Nunca había visto a Puerto Rico así".

El tío de Alomar, Demetrio, perdió su casa. Roberto tiene amigos cuyos hogares ya no tienen techo. Hay niños sin comida, afirmó. El transporte se encuentra bloqueado por los árboles caídos que siguen en las carreteras.

Alomar está tratando de llamar la atención con respecto a esta situación. Tenía esperanzas que la visita del presidente Donald Trump este martes pudiese significar un incremento en las ayudas.

"Mientras más rápido llegue el personal militar y ayude, la recuperación será más rápida porque, en este tipo de devastación, ellos saben qué hacer", afirma Alomar. "Nos pueden ayudar a limpiar a Puerto Rico de forma más rápida".

Alomar está recaudando fondos a través de su compañía, Alomar Sports, pero no es el único que está haciendo estos esfuerzos en el mundo del béisbol.

Major League Baseball ha donado $1 millón. Su compatriota Carlos Beltrán, de los Astros de Houston, también ha aportado $1 millon. El ex receptor de los Yankees de Nueva York Jorge Posada y su esposa, Jessica, han recaudado más de $250.000.

"Realmente ya no cuentan con nada", dice Alomar. "Mi meta es recaudar dinero a través de mi fundación. Esperamos que podamos ir a mi pueblo a fin de ayudarles y ver qué podemos hacer, en cuanto a construcción y, por lo menos, darles un techo para vivir".

Alomar afirmó que, en estos momentos, sus compatriotas boricuas están tratando de vivir día a día. Las filas en las estaciones de gasolina requieren tres horas por lo menos y hay un límite de $20. Alomar lamentó que eso no sea de mucha ayuda.

"Sobreviviremos", dice Alomar. "Nos mantendremos fuertes. Sólo quería tener voz. Creo que si podemos hacer que más tropas acudan allá y hagan las cosas bien, nos ayudarán con la electricidad, arreglar los postes averiados, arreglar esto y aquello. Creo que es una gran colaboración".

Sus padres y hermana cuentan con un generador eléctrico por lo cual están mejor que la mayoría, pero hay trabajo por hacer. Alomar quiere retribuir a su pueblo lo mucho que le han dado.

"Si no fuese por Puerto Rico, no sería quien soy hoy en día", dijo Alomar.

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