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La llegada del joven serpentinero japonés, el diestro Shohei Ohtani, a la organización que preside don Arturo 'Arte' Moreno, supone, en principio, una más que interesante y urgida adición a la rotación de abridores que a últimas fechas ha sido todo un crucigrama para el timonel de los aureolados, Mike Scioscia. Agregar un brazo, fuerte, confiable y saludable a su equipo de lanzadores era una petición que estaba en la parte alta de la lista, en la carta que el manager de Angelinos le mandó a Santa Claus para esta Navidad.  Las lesiones y las subsecuentes visitas al quirófano de Garrett Richards, lo mismo que de Tyler Skaggs, en las pasadas temporadas, junto a la inconsistencia de lanzadores abridores, como Matt Shoemaker, para citar solo un nombre de una larga lista, han impedido que el equipo del Condado de Orange, sea más competitivo.
Además, el pelotero japonés cuenta con un valor agregado, ya que junto a las virtudes que presume con una recta que sale desde su brazo derecho para irse al encuentro con la mascota del receptor, alcanzando velocidades de hasta 100 millas por hora, se asegura que, como bateador también tiene un poderío más que interesante, perfilándose como zurdo. De esa forma, y a pesar de que en la Liga Americana los lanzadores solo visitan la caja de bateo en series de interligas, es seguro que el talento de Ohtani, con el madero entre las manos, será aprovechado de alguna forma por Scioscia. Al mismo tiempo, quienes cobran por generar carreras con sus bates, como Mike Trout, Justin Upton y Albert Pujols, agradecerán el apoyo de su nuevo compañero. Por otra parte, y quizá uno de los factores que llevaron al pelotero japonés a decidirse por la propuesta de los Angelinos de Los Ángeles, por encima de las que presentaron otros clubes como Marineros de Seattle, Rangers de Texas o Dodgers de Los Ángeles, es que no llevará sobre sus hombros la responsabilidad de cargar con las aspiraciones del equipo, ya que las figuras de la novena, son justamente Trout, Upton y Pujols.
En cuanto a las formas que la organización de Grandes Ligas utilizó, para que uno de sus clubes agremiados terminara siendo el elegido para hacerse con los servicios del pelotero, fue algo así como una pasarela. Ohtani fue por toda la amplia pradera de la Gran Carpa, contoneándose, mientras coquetamente deshojaba la margarita, hasta decidirse, este viernes, por los requiebros de la entidad con sede en Anaheim, California. El proceso ha servido a las mil maravillas, en el tema de la publicidad y para efectos comerciales que, de seguro, se verán reflejados en un aumento en la cantidad de abonos de temporada de los Angelinos en la campaña que se avecina, la del 2018. Después de todo, el ‘Pasatiempo de América’, como se conoce a este deporte, es, al mismo tiempo, un tremendo negocio.
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