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Angelinos son optimistas y agresivos para el 2018

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"La mente se entrena con éxitos y fracasos", asegura Pujols (3:59)

El toletero dominicano aprovecha este espacio con ESPN y "Béisbol Experience", para comentar de su paso por la MLB. (3:59)

Los Angelinos de Los Ángeles que estuvieron en la batalla por los Comodines de la Liga Americana este año, se están concentrando en armar la alineación idónea con la contratación de Shohei Ohtani, uno de los jugadores internacionales más apetecidos de las Grandes Ligas por su poder de batear y lanzar a la vez, una rareza que en cuestiones de pelota puede dar grandes sorpresas.

La combinación exquisita de Ohtani con el sobresaliente Mike Trout, hace de este equipo uno de los más interesantes del 2018, aquí juntamos al mejor pelotero de su generación al lado del novato que más expectación genera en esta época.

La novena de Anaheim dice estar preparada para hacer historia; veamos, en 1919, el legendario Babe Ruth finalizaba su temporada, había sido pitcher y bateador con los Medias Rojas de Boston (luego se convertiría en jugador de posición a tiempo completo con los Yankees de Nueva York), una dualidad que hoy 99 años después intentará realizar el beisbolista nipón.

El joven de 23 años tiene una particularidad que roba las miradas, como derecho es capaz de tirar lanzamientos rectos a 100 millas por hora, y como zurdo puede batear la bola a 400 pies del plato.

Con la llegada del "número 17" japonés todo indica que Pujols estará más tiempo en primera base, y con Luis Valbuena disponible no existirá la necesidad de tener a alguien más en esa posición.

Como abridor, la directiva tiene sobre el carbón a Matt Shoemaker y a Garret Richards, pero no existe un líder para la rotación, así que la responsabilidad no caería sobre Ohtani, quien dicho sea de paso ya levantó las primeras alertas tras recibir una inyección rica en plaquetas en octubre pasado, según confirmó la propia directiva del equipo.

Para el manager Mike Scioscia, existe además la evidente necesidad de agregar un jugador en la segunda base, sobre la mesa se están sirviendo nombres como Neil Walker e incluso el propio Ian Kinsker quien tras ser adquirido en un canje con los Tigres de Detroit, llena el hueco más importante del roster, manteniendo optimistas tanto a directiva como a aficionados.

Durante el 2017, Kinsler, convocado 4 veces al Juego de las Estrellas, era el mejor segunda base disponible en el mercado de canjes, sin embargo, no tuvo los mejores números, bateó .236, 22 jonrones y logró 52 carreras empujadas para los Tigres.

En el pizarrón también resaltan hombres como Aldrelton Simmons, quien ocupa la posición de torpedero y es catalogado como uno de los mejores defensivamente en la MLB; de igual manera Zack Cozart quien accedió a cambiar su posición para militar en las filas de la franquicia de Anaheim.

Cozart, de 32 años, quien fue seleccionado al Juego de Estrellas este año y protagonizó la mejor temporada de su carrera bateando .297 con 24 jonrones y 63 producidas, logró llegar a un acuerdo por 38 millones de dólares por 3 años con los Angelinos, accediendo a jugar en la tercera base, a pesar de los planes originales de la gerencia general de contratarlo para la segunda almohadilla, donde finalmente estaría Kinsler.

A su vez, en el caldero del equipo también se sazonan los jonrones de Juston Upton quien en las últimas 5 temporadas lleva a cuestas más de 30 cañonazos de promedio anual.

Pero, ¿qué garantía ofrece un equipo conformado por jugadores que en su totalidad han participado en el Juego de Estrellas o han ganado un Guante de Oro? Ninguna.

Siendo muy honestos, la experiencia y los años sobre el diamante no son necesariamente los ingredientes del éxito, a los Angelinos había que añadirles una pizca de energía con talentos jóvenes listos para tomar nota y aprender el tradicional juego de pelota.

Podemos mencionar excepciones de la regla de los 30 años, pero serán muy pocas, pues si bien es cierto que existen, mientras los jugadores pasan las tres décadas pierden velocidad y valor defensivo, y las lesiones están a la orden del día.

Adicionalmente, al equipo también le sonríe la posibilidad de fichar al talentoso Mike Moustakas en la tercera base, sin embargo los 5 años y $85 millones de dólares de contrato que podría estar esperando el oriundo de Los Ángeles, no serían una tarea fácil de resolver.

Amanecerá y veremos si el ser optimistas y agresivos en su formación atrae la tan anhelada victoria que no llega para la escuadra angelina desde que levantaron el trofeo de la Serie Mundial en el 2002.

¿Pujols para rato?

Con 37 años de edad a cuestas muchos se preguntaran qué queda de Albert Pujols, la respuesta la tienen los resultados en el pizarrón, pues aunque en la última temporada sus números no le llegaron ni a los tobillos a pasados registros, el orgullo de Quisqueya logró su jonrón 600, y así un importante aporte a la historia de los latinos en las Grandes Ligas.

Por estas fechas en 2016, el cañonero de Santo Domingo se reponía de una operación en el pie derecho, en esta temporada baja el pelotero no ha tenido que pasar por el quirofano y continua con su habitual entrenamiento y disciplina, de ahí que los Angelinos confían en recuperar al "Viejo Pujols" para 2018.

El mánager de la franquicia, Mike Scioscia, reconoce que el experimentado Pujols tendrá que concentrarse en acondicionarse y llegar a los entrenamientos con más fuerza, cuestión que el capitán del equipo espera se refleje en su rendimiento. Pujols cerró el 2017 con 101 remolcadas en 149 juegos, pero su línea ofensiva llegó a tan solo .241 con 23 cuadrangulares.

El toletero dominicano quien militó en los Cardenales de San Luis, fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 3 oportunidades, y adicionalmente ha sido convocado a 10 Juegos de Estrellas, por eso los Angelinos confían que su inversión de frutos antes de que su contrato expire en un lejano 2021.

El equipo tiene claro que Pujols podría llegar a dar la sorpresa en la próxima temporada, completamente recuperado y sin molestias en sus pies, pero será indispensable darle un trato justo por lo que no se abusará a la hora de repartir sus descansos.